Unos agudos bien tratados harán brillar tus mezclas, pero este área de la producción esconde peligros ocultos. Te ofrecemos una guía para ponerte a salvo de todo problema…
Si has tenido un sistema hi-fi tradicional, habrás usado el control de agudos en más de una ocasión. El atractivo del brillo de los agudos es tan universal que los usuarios ven con lógica que haya un control dedicado en cada reproductor, altavoz, teléfono móvil, televisor, y ¡lavavajillas! Vale, hemos exagerado, pero a los fabricantes les encanta incluirlo siempre que pueden.
Los consumidores tienen una historia de amor parecida con los graves. Casi todos los dispositivos poseen controles para graves/ agudos –en lugar de un EQ– pero está claro que graves y agudos cumplen cometidos muy diferentes. Se crea una especie de magia cuando las chispeantes altas frecuencias quedan bien mezcladas. La música tiende a adoptar una presencia, claridad, y excitación subjetivas. Las cajas crujen, los platos chisporrotean, y las voces parecen saltar de los altavoces.
Las frecuencias agudas pueden generar problemas en todo tipo de mezclas –como una irritante y fatigosa estridencia– así que vigila esos escollos…
Sin embargo, pierdes efectividad si no tienes cuidado al realzar las altas frecuencias. Quizá ya lo has intentado antes en tus mezclas y has sufrido varios efectos colaterales indeseados, a la vez que apenas has conseguido todos esos beneficios que esperabas.
Las frecuencias agudas pueden generar problemas en todo tipo de mezclas –como una irritante y fatigosa estridencia– así que vigila esos escollos. Estos peligros hacen que el trabajo de manipulación de los agudos posea un carácter casi esotérico, y los creadores musicales poco experimentados a menudo andan a ciegas por carecer de un control real sobre este aspecto.
Por tanto, queremos levantar el velo y desmitificar los agudos –un área que a menudo se descuida. En este post te mostraremos cómo sacar un mejor partido de tus sonidos, a producir una buena mezcla, y a evitar ciertos problemas con los agudos.
Diez consejos y trucos para mejorar tus agudos
1Baja la frecuencia: A veces, un sonido con unos agudos cuestionables suena mejor si reduces su frecuencia de muestreo. Hazlo guardando un archivo a 44,1kHz en forma de archivo a 32kHz o 22,05kHz, o mediante un plugin dedicado. Un destacado ejemplo es D16 Group Decimort: este procesador de 39€ para reducción avanzada de bits es muy flexible e incluye distorsión, bitcrushing y filtros. Si desactivas sus filtros, lo podrás usar para crear tonos agudos, pero ten cuidado de no dejar esa zona muy desordenada.
2Cambia el tono: Cuando trabajes con una muestra, bajarle el tono disminuirá su contenido de frecuencia. Eso creará espacio para que suban otros sonidos, pero no siempre es una solución factible. Igualmente, subir el tono de una muestra eleva el contenido en frecuencia y eso rellena partes del espectro a las que antes esa muestra no llegaba. Toma una copia de una caja sosa, sube su tono y luego mezcla esa nueva versión con la señal sin procesar. Quizá debas eliminar parte de las frecuencias graves de la capa más aguda.
3Da en el blanco: Muchos sintetizadores incluyen un generador de ruido blanco. El ruido blanco es especial, pues en teoría usa todas las frecuencias del espectro. No temas colocar un chorro de ruido blanco sobre una muestra de charles y moldearla con ecualización para que rellene las frecuencias que falten. Además, si quieres que un sinte solista destaque sobre todo lo demás, empléate a fondo con su oscilador de ruido blanco.
4Clics al fondo: Un problema a considerar en el área de agudos es el de los clics de las altas frecuencias. Debes estar al tanto de aquellos sonidos que deberían estar en el fondo, pero que dejan traslucir clics en el primer plano de la mezcla. Usa envolventes, transitorios, fundidos, o filtros para ocultarlos y devolver ese sonido al fondo de la mezcla.
5Limpia el polvo: Suele pasar que el contenido de agudos de un sonido lo oculten unas embarradas frecuencias graves-medias. Quizá sólo debas cortar entre las zonas de 200 y 800Hz para revelar el verdadero brillo de la señal. Este problema lo causan las frecuencias fundamentales de las notas que son reproducidas. Si usas un sintetizador, minimiza este problema usando un suave filtro paso-alto con seguimiento de teclado.
A medida que subes por el espectro, el campo estéreo se ensancha y aumenta el tamaño percibido de un sonido. Es una buena idea mantener una zona amplia de agudos…
6Ensancha tus sonidos: En las frecuencias bajas, el oído humano percibe con dificultad el emplazamiento de un sonido en el campo estéreo. Pero conforme subes por el espectro, el campo estéreo se ensancha y aumenta el tamaño percibido de un sonido. Es una buena idea mantener una zona amplia de agudos. Panoramiza dos charles a izquierda y derecha y asegúrate de que su contenido de frecuencia sea el mismo. Haz igual con las panderetas y demás instrumentos percusivos agudos.
7Otra capa: Si quieres que una parte sea más brillante y se distinga mejor en la mezcla, pero el procesamiento no funciona, añádele un sonido más brillante. Quizá ese sonido solapado se oiga mejor una octava más alto, aunque eso no es del todo necesario. Si apilas un sonido para darle brillo, intenta cortar todo lo que creas que no encajará bien y mézclalo de forma suave.
8Compresión multibanda: Al igual que la distorsión multibanda, este tipo de compresión otorga brillo a una señal al «apretar» la banda aguda y suprimir el área inferior a ella. Minimizarás las partes duras o los agudos excesivos si comprimes las bandas con un ‘Ratio’ elevado y unos rápidos ‘Attack’ y ‘Release’.
9Procesamiento en paralelo: Es fácil “pasarse” con técnicas pesadas como la distorsión y la reducción de la frecuencia de muestreo. Une cualquier proceso que tenga un efecto perjudicial sobre el sonido a una copia sin procesar o procesada de forma diferente. No funciona siempre, pero si quieres un resultado más natural, pruébalo.
10Divide y vencerás: Obtén muchos efectos con procesamiento multibanda. Toma dos copias idénticas de un sonido y usa un afilado filtro paso-alto en una y otro paso-bajo en otra –ambas con la misma frecuencia de corte. Tendrás un control individual sobre las dos bandas. Elimina el sobrante de la zona de agudos con un suave phaser que haga que el sonido quede intacto.
¿Qué te han parecido estos trucos? Sería genial que tú nos escribieses alguno más de tu cosecha -deja tus comentarios más abajo…