Quizá la disciplina más delicada en el proceso de producción musical, la masterización, confiere a un tema su mejor forma final, ya sea digital o enlatado en CD o vinilo más tarde…
En los estudios de producción contemporáneos, a menudo encontrarás equipos que cuestan decenas de miles de euros –es decir, mucho dinero. Y aunque algunos productores pueden hacer verdadera magia con estos costosos instrumentos y equipamiento modernos, lo cierto es que no necesariamente tienes que disponer de un estudio profesional tan costoso como un Porsche para acabar con buenas producciones en tus manos.
Puede sonar romántico, pero una buena parte de la mejor música electrónica que existe (desde Darren J. Cunningham ‘Actress‘ a Varg Vikernes o Boris Brejcha), en realidad la hicieron con acceso limitado a hardware, e incluso soluciones cien por cien software más pobres: Es el oído de estos productores, su sentido del color del tono, ritmo y, por supuesto, su sensibilidad melódica, lo que hace que sus temas destaquen sobre el resto.
Por encima de los consejos de mástering está la buena música
A veces, dichas habilidades que comentábamos son puro talento, eso por supuesto, pero también es posible aprenderlas y entrenarse con ellas. Para lograr eso no hace falta dinero, sino dedicación y una mente abierta a la asimilación de todo tipo de influencias. La mejor música suele ser creada por mentes con una amplia percepción de su entorno cultural, ya sea música, literatura, pintura, historia, o simplemente la gente que los rodea. Por supuesto, esa percepción también puede extenderse a otras culturas en la tierra, de las que el artista no forma parte.
Entonces, antes de comenzar con la práctica, un consejo universal para cualquier productor: Exponte a todas las formas de arte inspirador y deja que alimente tu propio trabajo –es una cualidad que no puedes comprar.
Y ahora sí, vamos a llegar a la esencia misma. Aquí hay 10 consejos de mástering, que es posible aplicar en cualquier estudio de dormitorio.
Un solo knob para cambiarlos a todos
1. Incluso el cambio más pequeño en compresión, corte de frecuencias o revestimiento de FX es capaz de alterar la forma en que un tema será percibido, especialmente por oídos entrenados (que casi cualquier raver tiene). Por tanto, una de las reglas axiomáticas de la masterización es ‘menos suele ser más‘.
No intentes sobrecargar artificialmente tu tema con EQ, compresión, limitación y otros procesos. Al final, puede sonar inflado y arbitrario. Un audio con más loudness no es necesariamente un mejor audio, y los niveles de escucha deben coincidir. Para eso, muchos DAW y plugins ofrecen controles de nivel de salida.
También puedes enfatizar cualquier frecuencia dada atenuando en sus confines laterales, en lugar de aumentar el rango deseado. Y entonces resulta ser mucho más apropiado eliminar algo que inflarlo de una forma artificial. Un par de oídos frescos te dirá eso, lo que nos lleva al siguiente punto…
Mantente en buena forma física y descansa bien
2. ¿Crees que dormir menos equivale a ganar más tiempo de vida? Este no es el caso en realidad, como lo han demostrado los hábitos de sueño modernos y la neurociencia. El cerebro funciona peor, es capaz de procesar mucha menos información, e incluso tus sentidos se debilitan en una medida considerable cuando duermes una media de menos de siete horas por noche durante semanas, meses y años.
Entonces, al llegar a la masterización, una buena noche de descanso es clave para que el cuerpo y, por supuesto, los oídos funcionen bien y detecten los detalles modulares de tu sonido. Esto puede sonar trivial, pero no lo es: La mayoría de los productores… bueno, la mayoría de las personas en general, no es consciente de cuán importante es el sueño para todos nosotros. Así que tenlo en mente.
Mezcla y masterización por separado
3. La intuición podría guiarte por ese camino, tratando de terminar la mezcla y continuar sin parar con la masterización, cuando todas esas ideas frescas aún están saliendo de tu interfaz mente-cuerpo.
Pero dar un paso atrás, durante un día entero o incluso más, es crucial para esculpir el sonido que deseas escuchar. Después de mezclar un tema, tu audición estará tan empapada en su sonido que te resultará menos probable detectar posibles errores y, con frecuencia, tomarás malas decisiones sobre qué sonidos encajan en una pista o capa determinadas.
Separar en el tiempo las respectivas actividades o fases de mezcla y masterización, te permitirá discernir entre la madera y los árboles, generando resultados con un sonido mucho más variado, aunque enfocado.
Considera todas las alternativas, y resérvate opciones
4. Para estar organizado y mantener una cierta seguridad con respecto a tus temas y proyectos musicales, guarda diferentes versiones de tu mezcla a lo largo del camino: Tono hacia arriba, hacia abajo, con o sin samples, con fundidos, y demás.
Guarda dichas versiones bien marcadas y archivadas en tu disco duro destinado a proyectos. Y así puedes obtener mucha información de tu historia personal como productor, de viejas mezclas y borradores espontáneos.
En los DAW modernos, guardar stems también puede tener sentido, pero ten mucho cuidado al modificarlos de cualquier manera: Considera nuestro consejo #1, y abstente de un método que no necesariamente traduzca el ímpetu previsto de tu producción en la forma final de un tema acabado.
Elige una referencia para tu masterización
5. ¿Tienes una idea del espectro sonoro que quieres crear? Si es así, busca música que pueda ir en la misma dirección y escúchala concentrándote en los detalles: ¿Su modulación suena tan nítida y clara como esta? ¿El bajo es tan completo y grueso? ¿Tal vez sea necesario desempaquetar el rango de medios?
Por comparación, no nos referimos a la asimilación del estilo, sino a un marco de referencia saludable para los colores de tono en sí. Esto te ayudará a alcanzar y mantener un cierto nivel de calidad sin acercarte a ningún otro estilo o artista.
También puedes escuchar tu archivo musical al azar para generar ideas geniales e inesperadas, sin prestar demasiada atención a quién y qué estás escuchando en realidad, ¡para no caer en el modo ‘copy-paste’!
No nos pongamos demasiado ruidosos
6. Hubo tiempos, no hace mucho, en que una producción ruidosa era considerada una gran producción en muchos géneros y entornos. En su mayor parte, eso implicó reducir de una forma drástica los rangos dinámicos con compresión y limitadores al mismo volumen, eventualmente. Esta «guerra del volumen» fue un efecto secundario de una mentalidad del «más es más», que para algunas intenciones y estilos puede ser adecuada, pero con mayor frecuencia simplemente no lo es.
Un truco fácil: Cuando operes con EQ, trata de no aumentar el énfasis por más de unos pocos dB. ¿Crees que has terminado y todo suena bien? Ahora reduce todos los valores de ganancia a la mitad o al menos de una forma considerable. Esto contrarrestará la habituación a la sobredosis de volumen.
Ah, y recuerda: Las plataformas de streaming como Apple Music, Spotify u otras, tienden a normalizar el volumen de forma automática. En el caso de YouTube, por ejemplo, no puedes superar los -14 LUFS (Loudness Unit Full Scale) en término medio sin recibir una importante penalización sobre el loudness entregado. Hay muchos detalles sobre la masterización para formatos de audio comprimido de redes sociales en esta guía dedicada de Future Music.
Tu sala de trabajo para el mástering
7. Por supuesto, puedes masterizar tus temas en tu dormitorio, pero lo más probable es que obtengas resultados distorsionados que no sonarán bien en una amplia variedad de sistemas.
Si es posible, busca una habitación que en el mejor de los casos, puedas preparar y equipar con tratamiento acústico y un equipo de grabación adecuado. Ahora bien, si eso no está en tu menú, al menos puedes adoptar algunas medidas para la sala donde te encuentras, evitando los elementos básicos que distorsionan el sonido, como demasiados muebles, muy poco espacio, y un aislamiento insuficiente de otras fuentes de sonido. Trivial pero cierto.
Vuelve a tu mesa de mezclas –la real o la virtual de tu DAW
8. Jamás pienses que todos los problemas y fallos de una grabación o producción sintetizada podrán ser solventados en la etapa de masterización. Considera entonces regresar a la mezcla cuando trates un determinado problema, y resuélvelo ahí.
Ahora bien, eso puede ser una molestia, aunque la mayoría de veces valdrá la pena porque de ese modo abordarás un cierto efecto o modulación y lo modificarás sin arruinar toda la mezcla o generar artefactos sonoros cursis.
Haz copias de seguridad, muchas, siempre (nunca son suficientes)
9. El software moderno funciona de forma no destructiva al leer y manipular un determinado archivo, por lo que el original no es sobrescrito con regularidad. Así las cosas, por supuesto, deberías tener copias de seguridad de tus proyectos, mejor dos veces que una, o incluso más.
Esto no es algo que podamos decir con el suficiente énfasis o fuerza, así que tómatelo en serio y pon a buen recaudo tu trabajo musical, siempre.
Desapego emocional
10. ¿Es esto posible al escuchar, trabajar y finalmente masterizar una creación propia? La mayoría de gente lo negaría, algunas personas estarían de acuerdo, quizá. Si crees que puedes separarte del contenido emocional, los recuerdos, y la impresión subjetiva que obtienes al pasar mucho tiempo con tus borradores y temas musicales, dirígete hacia la etapa de masterización y desarrolla ahí tu mejor esfuerzo. Puede acabar funcionando, pero no tiene necesariamente que ser así, ni quizá obtengas siempre buenos resultados.
A veces es más adecuado autorizar a otro par de oídos para que asuma una masterización que permita lograr un sonido bien definido y equilibrado por completo. Si conoces a alguien que lo haga bien o dispones del presupuesto necesario para contratar a un experto, aprovecha la oportunidad. Si inviertes bien, habrá merecido cada céntimo depositado en el servicio.
Este contenido de Ghosthack ha sido publicado mediante licencia expresa del autor. Adaptación al español y aportaciones de Jalvac para Future Music España.
Aunque inició su andadura en 2006 como un proyecto musical de un solo hombre, con el tiempo, Ghosthack evolucionó y entró en el campo del diseño de sonido en 2010; lanzaron su primer paquete de samples y loops gratuitos de dubstep, que en poco tiempo alcanzó más de 300.000 descargas, y aún sigue acumulando. En 2016, comenzaron a crear enormes librerías comerciales de alta calidad a manos de un equipo de artistas en constante crecimiento.
Arrancaron 2022 con más de 10.000 pedidos al mes, una gran base de seguidores en redes, un equipo internacional creciente de diseñadores de sonido, muchas críticas positivas, y otros muchos más bancos de sonido gratuitos y comerciales.