La marca nipona Korg sorprendió a propios y extraños cuando presentó su gama analógica Volca en la feria Musikmesse 2013 de Frankfurt.
De alguna manera, estas nuevas unidades se benefician de todo el camino moderno que Korg ha recorrido con sus tres pequeños Monotrones y el más serio Monotribe. Todas ellas han demostrado al mercado y a los creadores musicales que es posible tener máquinas analógicas estables y de gran sonido a precios muy competitivos.
En lugar de ofrecerte una prueba conjunta de las tres unidades Volca, hemos preferido abordar cada máquina en toda su extensión y de forma individualizada. Vamos pues a sumergirnos en el mundo de baterías y ritmos analógicos de Volca Beats.
Analógico VS Digital
Volca Beats es atractivo e intrigante: el plástico translúcido te deja adivinar sus interioridades y te hace preguntarte por lo que lleva ahí dentro. Incluye un panel metálico y, en conjunto, tiene un tamaño perfecto para llevártelo de paseo, pues además de aceptar un alimentador externo (no incluido), puedes ponerle baterías. Su robusta construcción nos sugiere solidez y da confianza.
El diseño de Volca Beats se basa en electrónica híbrida, y si bien el márketing de Korg apunta directamente al corazón de los freaks analógicos, la naturaleza de esta unidad no es del todo analógica. Su tan promocionado “camino de señal totalmente analógico” en realidad trabaja con señales digitales de control y convertidores D/A de 10bit para garantizar la estabilidad.
Pero la historia nos demuestra que los diseños analógicos que incluyen control digital pueden ser un auténtico éxito. En el caso de Volca Beats, eso facilita que cualquier edición, información de notas y ajustes de los knobs sean grabados en el secuenciador o accesibles vía MIDI a través de controladores continuos.
El panel de la unidad está bien diseñado, con knobs individuales para cada función, que nos recuerdan a los empleados en las tres unidades Monotron. Por cierto, Volca Beats tiene knobs translúcidos y otros de color negro -es una buena táctica recordar que los ajustes sobre estos últimos no se registran en el secuenciador (salvo alguna excepción), mientras que todos los movimientos de los knobs translúcidos sí quedan grabados. De hecho, los knobs translúcidos se iluminan en color rojo cuando están activos, y parpadean cuando sus ajustes han sido capturados en una ‘Motion Sequence’.
Ideas secuenciadas
El secuenciador de la unidad opera sobre 16 pasos, con grabación a tiempo real o por pasos, totalmente editables. La memoria interna almacena hasta ocho secuencias de carga instantánea, pero no es posible encadenarlas –es decir, no hay forma de montar canciones.
La realimentación visual frente al usuario está bien resuelta, con indicadores LED en cada tecla/ paso del secuenciador y un control de tempo que parpadea según el ritmo interno o el reloj MIDI entrante.
Si el secuenciador interno no llega a tus expectativas, ten en cuenta que los sonidos de Volca Beats también se disparan vía MIDI desde un secuenciador externo. En tal caso, la unidad trabajaría como un módulo de sonidos –no es el fin para el que Korg la diseñó, pero funciona. Puedes fijar el canal MIDI de entrada, aunque los datos de velocidad de las notas entrantes se desprecian.
Conexiones y capacidad de sincro
En este apartado, la sencillez es la norma: Volca Beats ofrece una salida estéreo sobre minijack que también hace las veces de conector para auriculares. Vemos el puerto MIDI In para el disparo externo de sonidos que antes comentábamos, y dos conectores ‘In-SYNC-Out’ que facilitan la operación sincronizada con otras unidades Volca, por medio de pulsos de cinco voltios que se transmiten a través de cables incluidos con el instrumento.
Para probar la eficacia de este método, conectamos las tres máquinas Volca (Beats, Keys y Bass) usando los cables suministrados, y la sincronización iba perfecta. Además, al enviar MIDI clock a Volca Beats desde nuestro Mac con Ableton Live, la sincronización entre las tres unidades por medio de los cables también se mantenía sin problemas.
Los usuarios de dispositivos iOS de Apple, se beneficiarán de la app gratuita Korg SyncKontrol: la idea es que conectas un cable de sincro desde la salida de auriculares de tu dispositivo iOS con la entrada ‘Sync-In’ de Volca Beats (o cualquier otro Volca), y controlas el arranque y parada de su secuenciador, fijas el tempo o añades swing… Quizá SyncKontrol no te parezca una app relevante, pero piensa que los Volca no disponen de un parámetro interno de swing.
Es hora de tocar
El repertorio sonoro de Volca Beats cubre diez partes, con seis sonidos generados mediante síntesis (bombo, caja, timbal alto/ bajo y charles abierto/ cerrado), más otros cuatro basados en muestras PCM (samples, para palmada, clave, agogo y plato crash).
Los seis sonidos analógicos generan una amplia variedad tonal, con un bombo que puede ser desde profundo y penetrante hasta insulso y breve, una caja versátil gracias a su control ‘snap’ y con cierto toque de conga –esto es subjetivo, ya sabes-, timbales con un cariz típicamente analógico que si quieres sonarán como una suerte de tabla, y charles cortantes, de gran flexibilidad y sonido definido.
Los cuatro sonidos PCM restantes se benefician del parámetro ‘PCM Speed’ para suplir su falta de edición sonora, dada su naturaleza de samples. Ejerciendo un control creativo sobre dicho control, consigues una enorme variedad de tonos útiles, desde los propios sonidos grabados, hasta FX o elementos metálicos y de baja fidelidad.
En la parte superior derecha de la unidad, el control ‘Stutter’ con sus ajustes de tiempo y profundidad se presta a varios efectos de interpretación y procesamiento: desde redobles y rellenos, hasta delays, decimación de bits, cambios de tono y mucho más. Lo aplicas como un efecto general o sobre determinados sonidos, y todo lo que acabas de leer cobra una dimensión dinámica enorme gracias a la grabación de ‘motion sequences’.
La entrada de notas se realiza a través del teclado táctil inferior o desde MIDI. En este apartado, Volca Keys es mucho más flexible y grata que cualquier Monotron, dada su banda de teclado más amplia. En combinación con el botón ‘Func’, todas las teclas de la banda proveen acceso a funciones adicionales.
Enorme sonido y versatilidad en una caja diminuta
Que su tamaño no te confunda: Volca Beats es capaz de sonar grande y con personalidad. Su altavoz integrado es ideal en ciertas situaciones, pero la unidad cobra toda su dimensión cuando la conectas a unos monitores –definitivamente, esta pequeña suena con una gran pegada. Y en ese momento, nos acordamos del precio: 139€ para una relación tan gratificante entre sonido, posibilidades, inmediatez de uso y diversión es un auténtico favor para tu bolsillo.
Sus sonidos son dignos de máquinas de precios superiores, y es genial comprobar que Volca Beats condensa tanto en tan poco espacio. Sólo nos molesta su falta de un control swing y el reducido nivel de salida de audio, que te obliga a subir la ganancia de canal y a ser cuidadoso ante el incremento del ruido de fondo. Y no podemos dejar de preguntar a Korg por su argumento para la omisión de un filtro resonante –el precio final, seguro, pero ¿verdad que habría sido un extra espectacular?
Quienes se atrevan con las modificaciones electrónicas, encontrarán en esta unidad las mismas facilidades que ofrecen Monotribe y Monotron: por Internet ya circulan guías para añadir salidas independientes, un puerto MIDI In y control CV. La destreza electrónica con el soldador y las ganas de experimentar son los ingredientes necesarios, pero Korg ha hecho un guiño a esos locos del modding, preparando y serigrafiando la placa de la unidad con los terminales para dichos fines.
Otro éxito japonés con ‘K’ mayúscula
No hay duda: Korg ha creado un nuevo segmento de mercado que combina un poderoso sonido con enormes funcionalidades a precios de risa. Volca Beats es válido como instrumento de iniciación, unidad de acompañamiento para todo tipo de músicos, máquina experimental y módulo de batería/ percusión dance.
Las posibilidades creativas son inmensas, y su disfrute está al alcance de cualquiera dada la facilidad de uso y su reducido tamaño. El precio tan ajustado repercute en las omisiones comentadas, como una salida MIDI, el alimentador opcional, y poca versatilidad en cuanto a edición, memorias y parámetros musicales. Definitivamente, Korg ha conectado con las audiencias, ofreciendo electrónica musical divertida a precios populares. Otros fabricantes deberían seguir este camino tan obvio.
Sitio web: Información sobre la gama Volca en Korg.es
Precio: 139€