Algunos lectores nos han preguntado si deben realizar un volcado de cada pista de audio antes de iniciar una mezcla, o si sería mejor disparar los sintes virtuales en tiempo real durante el proceso…
Con los ordenadores modernos no es necesaria esa parafernalia previa. El volcado consume menos recursos, pero las CPUs modernas son suficientemente potentes para que no te preocupes.
En un sentido psicológico sí que hay diferencia entre el trabajo con audio y con MIDI “en vivo” a través de sintes plug-in. Muchos consideran que, una vez volcada una secuencia de eventos en forma de señal de audio, las posibilidades de manipulación se ven reducidas. Es así, aunque en realidad puedes ir más allá de la EQ o la compresión globales. ¿Cómo? Con un sampler, por supuesto.
Los samplers se sitúan a medias entre la rigidez del audio preprocesado y la flexibilidad de los datos de control MIDI. Que se lo digan a Royksöpp, quienes en 49 Percent consiguen flexionar el tono de unos golpes de charles. La velocidad no cambia, sin embargo. Esto indica que estamos ante un set de muestras aisladas, cuyo disparo se alterna vía MIDI. En el archivo de apoyo ilustramos el efecto –muy socorrido si necesitas que destaque algún patrón que sea repetitivo.
Partimos de un loop con muchos graves que dura ocho compases. Cada dos compases, disparamos patrones de charles cuya altura tonal asciende y desciende por turnos (dibujamos una curva de automatización del pitch-bend). También le añadimos un delay a blancas.
Descarga el archivo de apoyo.