En un sentido algo opuesto a nuestras directrices del truco «Panoramiza tus baterías», lo cierto es que toda pieza musical agradece un cierto grado de repetición. Nuestro cerebro detecta inconscientemente los patrones en cualquier tema, y si dicho tema navega a la deriva, nadie sentirá ganas de volver a escucharlo…
Pero como en todo, lo mejor es hallar un punto intermedio: por mucho que te hayas currado un loop, ahuyentarás a tus oyentes si lo repites doscientas veces. El típico “bajón” que aparece a medio camino en los éxitos destinados a los clubes, ejemplifica la máxima de “en la variedad está el gusto”. Abre el camino a un cambio de perspectiva y a una reconstrucción progresiva del groove.
Para el ejemplo recurrimos al fenomenal Spectrasonics Stylus RMX. Durante los fragmentos segundo y tercero, el plug-in ‘Chaos Designer’ del propio Stylus reordena los diversos componentes del loop. Se produce ese efecto desconcertante y zumbón que tanto gusta a los partidarios del glitch y a los diseñadores sonoros. Aunque para un enfoque del tipo “hazlo tú mismo”, nada mejor que un sampler con sus funciones dedicadas para bucles.
Como alternativa similar a la descrita en el truco anteriormente recordado, distribuye fragmentos del audio entre distintos canales del secuenciador.
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