Desde hace un tiempo, habrás visto el término Round Robin en especificaciones de instrumentos basados en muestras (samples), reproductores ROMpler e incluso sintetizadores hardware de alta gama. Por tanto, ¿qué demonios significa Round Robin, y a qué se refiere exactamente?
En las interioridades de los instrumentos
La explicación básica es que Round Robin es un sistema que ofrece a los desarrolladores y diseñadores de sonidos una forma práctica de reproducir versiones ligeramente diferentes de un sonido. De ese modo, cuando tocas una tecla, están disponibles samples con matices muy sutiles que añaden riqueza y realismo a la reproducción, de una forma similar a los instrumentos acústicos, cuyo sonido nunca es el mismo.
El empleo de Round Robin se ha vuelto muy habitual en los instrumentos software de guitarra, orquesta y batería de alta gama: al disponer de dos, cuatro, ocho o más variaciones ligeras de un sonido, se evita una percepción mecánica del mismo cuando su reproducción se basa en repeticiones muy seguidas -piensa en un sonido de bombo o caja, por ejemplo. No hace falta señalar que los ROMplers sinfónicos de gran realismo emplean hábilmente el mismo sistema, con el fin de ofrecer una suntuosa variedad de articulaciones sobre sus instrumentos.
Podrás despreocuparte de la existencia de Round Robin, más allá de solo saber que implica un alto nivel de calidad en los productos que elijas y lo soporten…
Quizá el softsampler Tascam Gigastudio fuese uno de los primeros en explotar la flexibilidad sonora de Round Robin, aunque exponentes actuales del sampling como Native Instruments Kontakt o Steinberg HALion también lo implementan en sus interioridades. Combinado con operaciones de conmutación por teclado (key switching), multimuestreo de alta calidad y mapeado por capas de velocidad, el recurso de Round Robin es uno de los principales factores que explican el enorme sonido y la emulación tan fidedigna que hoy nos brindan las librerías e instrumentos basados en sampling.
Round Robin, ¿algo por lo que preocuparte?
A no ser que el mapeado y la creación de tus propios instrumentos formen parte de tus actividades, difícilmente tendrás que lidiar con Round Robin -podrás despreocuparte de su existencia, más allá de solo saber que implica un alto nivel de calidad en los productos que elijas y lo soporten.
Ahora bien, en tal caso sabrías que hace bien su trabajo, porque lo sentirás cuando dispares notas de un ROMpler, por ejemplo, y escuches los diferentes matices que posibilita. Ni que decir tiene entonces que si te ofrecen soporte o funcionalidades para Round Robin, es que «la cosa» que tengas entre manos será buena de verdad.
Algunos diseñadores de sonidos alcanzan la exquisitez en sus productos: piensa en el instrumento CineStrings CORE de Cinesamples, por ejemplo, con sus cuatro capas de velocidad y hasta ocho Round Robins por patch (indicado como 8xRR), ¡lo cual arroja una suma de 32 diferentes muestras por cada nota! Esto explica en parte el trabajo que supone la creación de uno de estos instrumentos digitalizados de altísimo nivel profesional, y su consecuente etiqueta de precio.
Los géneros musicales basados en líneas muy interpretadas (como blues, pop, rock, jazz, etc), se benefician sobremanera de los instrumentos digitales que incluyen estos mecanismos para reproducción realista de variaciones. Si pretendes incluir sonidos de guitarra en tus producciones dance, por ejemplo, Round Robin hará maravillas en cuanto a que la gente crea que cuentas con la ayuda de un auténtico guitarrista en tu proyecto -si es que tú no lo eres o ya te beneficias de su colaboración.
Imagina lo robótico, estéril y repetitivo que sería el sonido de una secuencia de acordes de guitarra o piano muestreados sin contar con mecanismos como los descritos. De hecho, cualquier tipo de instrumento que se base en sampling alcanzará un alto grado de realismo con el uso de Round Robin, desde cuerdas y metales orquestales a teclados y percusión.
La predicción no es algo deseable en la música frente a nuestra preferencia por la sorpresa…
Su implementación en librerías orquestales de la máxima calidad contempla métodos específicos para inicializar el conteo de Round Robin, con opciones para establecer una reproducción aleatoria de las diversas variaciones del sonido o controlarla de alguna forma -después de todo, sería desastroso que tus oyentes escuchasen el mismo sonido cada «x» repeticiones, pues la predicción no es algo deseable en la música frente a nuestra preferencia por la sorpresa.
Mentes creativas
Sin conocer todavía este asunto de los matices sonoros del Round Robin, el software tracker primigenio de los años 80 ya ofrecía recursos curiosos. (Ultimate) Soundtracker de AMIGA (1987) permitía elegir el punto de inicio de reproducción de un sample, lo cual brindaba interesantes posibilidades para conseguir diversas experiencias a partir de un único sonido.
Hoy, algunos sintetizadores posibilitan acciones relacionadas: el popular u-he Zebra dispone del módulo ‘Mapmapper’, que en esencia es una tabla con 128 valores individuales (accesible desde un editor gráfico) que se presta a variados efectos de modulación -y nada impide usar este recurso para añadir variaciones dinámicas, alternando entre numerosos estados. El versátil Spectrasonics Omnisphere también permite controlar de forma aleatoria el punto de inicio de muestra y el timbre en sus osciladores basados en samples.
Por su parte, Camel Audio Alchemy -al igual que el gratuito Alchemy Player- soporta un número ilimitado de zonas desde archivos SFZ, con asignaciones versátiles de capas de velocidad, conmutación de teclas y samples Round Robin. La compañía parece haber sido comprada recientemente por Apple, así que descarga lo que necesites antes de que desaparezca para siempre.
El concepto subyancente del Round Robin no se basa tanto en controlar el sample que ha de ser reproducido en cada momento, pues los sonidos tienen que ser muy similares para evitar sobresaltos -pero dichos sonidos han de poseer mínimas diferencias de matices para evitar la desconcertante sensación de una repetición mecánica. Algunos instrumentos y librerías profesionales tienen samples Round Robin tan similares que son difícilmente diferenciables, pero hacen su trabajo a la perfección en el contexto de un bucle.
La posibilidad de establecer ciclos repetitivos o reproducciones aleatorias en las muestras Round Robin -así como la opción de inicializar el método de reproducción cada cierto tiempo-, son otras prestaciones ideales para conseguir dinámica y articulación en sonidos sucesivos.