Dos principios interesantes de la psicoacústica que te vendrán bien para trabajar en el estudio
El primero de los efectos que vamos a considerar en términos de la psicoacústica es el enmascaramiento, que ya mencionamos al ocuparnos del formato MP3. El enmascaramiento se refiere a cómo un sonido afecta a nuestra percepción directa de otro. En los casos más serios, un sonido queda totalmente enmascarado por otro si la generación o la percepción de ambos ambos coincide en el tiempo (se escuchan a la vez), o casi simultáneamente.
El formato MP3 aprovecha este efecto para reducir el ancho de banda y el tamaño del archivo mediante descartes de los elementos «enmascarados» que se incluyen en una grabación. Para ello se tiene en cuenta que un cierto enmascaramiento se genera siempre que dos instrumentos ocupan zonas similares en el espectro de frecuencias.
Por eso, debes dar a cada instrumento su propio espacio en el espectro de frecuencias, ya sea con una cuidada ecualización o resolviendo el problema en su origen y haciendo que cada instrumento suene con notas en rangos diferentes -el problema suele arreglarse de una forma muy sencilla subiendo o bajando una octava la parte problemática.
Psicoacústica evasiva: las frecuencias perdidas
También es común el fenómeno contrario al del enmascaramiento, por el cual los oídos y el cerebro «llenan» el espacio de los componentes armónicos que esperan, pero éstos no se encuentran presentes en el sonido. Los guiris lo llaman «missing fundamental«, y para nosotros sería el efecto de «pérdida del fundamental».
La mayoría de instrumentos genera una frecuencia base o fundamental que se acompaña de sobretonos armónicos más altos según múltiplos enteros sobre la fundamental. Y la diferencia entre las frecuencias de dos armónicos sucesivos (lo que se llama frecuencia de batido) proporciona un tono subjetivo que refuerza la percepción de la nota fundamental reproducida. Ten en cuenta que se genera toda una gama de tonos subjetivos.
En dicha situación, la psicoacústica nos enseña que incluso cuando la frecuencia fundamental no está presente, tus oídos perciben el tono de la nota en dicha frecuencia fundamental, y tu cerebro completa los vacíos donde estime que ha de estar esa frecuencia «fantasma».
Este fenómeno es útil para crear la ilusión de que hay notas más graves de bajo sin que se solapen con el bombo ni ocupen espacio en la mezcla. Los sonidos graves ricos en armónicos –como las ondas en diente de sierra y cuadradas– te permiten eliminar las frecuencias graves y hacer que tus oídos hagan el resto del trabajo por ti.