Si buscas un procesamiento vocal que parezca de otro planeta e inyecte vida a tus temas musicales, tienes muchas opciones disponibles más allá de los plugins diseñados para esa tarea. Seguro que en muchas ocasiones, tu intención es crear algo que no se haya escuchado hasta el momento: para conseguirlo, puedes utilizar fórmulas creativas en el orden y ajustes de los efectos más comunes, para así sumarte a una aventura experimental a ciegas. De hecho, los creadores de los efectos más salvajes, a menudo los atribuyen a «accidentes felices» que sucedieron durante el proceso de producción.
Dicho esto, no existe quizá mejor forma de incrementar tus oportunidades de descubrir un nuevo y útil efecto que utilizar diferentes órdenes en tus cadenas de plugins, sin pensar de antemano sobre qué funcionará o no.
Considera en primer lugar los envíos de efectos. Hoy, la mayoría de secuenciadores permite fijar un bus auxiliar para un efecto de reverb o chorus, por ejemplo, y luego insertar otros plugins en ese canal de envío. Con ello en mente, es posible colocar una puerta de ruido sobre una reverb, o tratar la señal ‘wet’ de un chorus con un poco de auto-panning.
Es la combinación de esas cadenas de efectos lo que realmente establece la diferencia…
Pero, ¿por qué ser tan predecible? Distorsiona una reverb y barre arriba y abajo con un filtro paso-alto resonante. Esto quizá no te parezca muy osado cuando lo estás leyendo aquí, pero es la combinación de esas cadenas lo que establece la diferencia. Por ejemplo, haz un grupo con las señales secas y procesadas en un solo bus y comprime ese grupo. Quizá un toque de modulación en anillo automatizada tras ello, será suficiente para crear esas texturas inéditas que persigues.
Son sólo algunos ejemplos. La magia de verdad sólo tiene lugar cuando trabajas sobre un tema y escuchas su pista de voz para llevarla más allá. ¿Tienes algo que añadir? ¿Algún truco personal para tratamiento de voces que te gustaría compartir aquí? Escribe tus comentarios más abajo…