¿Querías sonidos «especiales»? La detección de las ondas gravitacionales nos dejó este curioso documento…
Imagina por un momento que lograses captar con un micrófono, uno muy sensible, el aullido descomunal del continuo espacio-tiempo al retorcerse, producido hace 1.300 millones de años durante la fusión de dos agujeros negros. En dicho suceso, esos dos agujeros negros con masas de 36 y 29 soles, respectivamente, formaron uno solo de 62 masas solares…
No se trata de imaginación o fantasía, pues justo es dicho grito convertido en tenue murmullo lo que se captó en nuestro planeta el pasado 14 de Septiembre, por mediación del oído cósmico que componen los dos detectores del Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) de Livingston, Louisiana, y Hanford, Washington (EE.UU.). El vídeo superior contiene una animación muda del fenómeno, mientras que al final del texto encontrarás versiones extrapoladas a nuestra banda audible de las dos señales que fueron captadas.
Estas ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo ya fueron predichas, hace 100 años, por Einstein en su Teoría de la Relatividad General, y el hallazgo viene a confirmar mediante la alta tecnología lo que el sabio alemán fue capaz de imaginarse usando sólo lápiz, papel, tizas y encerados. «Es un éxito maravilloso para la ciencia, un logro tecnológico espectacular. Quedaban pocas dudas de que las ondas gravitatorias existían, pero hay una gran diferencia entre creer que existen y verlas de verdad», comentaba recientemente Alan Guth, Cosmólogo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EE.UU.).
Dicha ventana que ahora ha quedado abierta, ya no está limitada a las imágenes que nos brinda la luz mediante las ondas de radio, el espectro visible o los rayos gamma, puesto que las ondas gravitacionales ofrecen información valiosa que la luz no facilita. Así que, para resumirlo de un forma gráfica, es como disponer de un nuevo sentido para conocer el universo.
Sonidos del Universo y oídos que no son -pero se asemejan
La detección de ondas gravitacionales desde LIGO «es tan directa como la captación de sonido por un micrófono, aunque eso sí, uno extraordinariamente sensible», comentó Roberto Emparan, físico de la Universidad de Barcelona. Aun así, se desconoce la regularidad con la que se producen sucesos como el registrado en Septiembre, si tienen lugar varias veces cada año, o son hechos aislados cada muchos años -pero la señal captada es fuerte y clara en ambos detectores, separados 3.000km, lo que descarta un origen local de la perturbación.
Los resultados de la captación sólo reflejan de momento «la escucha del grito» producida por la colisión de los dos agujeros negros, pero al parecer, en un futuro cercano, podría ser posible la detección de «otros sonidos» que ni siquiera alcanzamos a imaginar. Es evidente que los científicos hablan en términos extrapolados de sonido y en referencia a las frecuencias que capta nuestro limitado sentido del oído, pero la ilustración del nuevo sentido que se abre para la ciencia es muy clara. Y es que esta recién estrenada astronomía de ondas gravitatorias tendrá inmensas repercusiones en nuestro conocimiento del Universo.
Al parecer, en un futuro cercano podría ser posible la detección de «otros sonidos» que ni siquiera alcanzamos a imaginar…
LIGO y más detectores terrestres trabajan en la banda de altas frecuencias, donde es posible «escuchar» colisiones de sistemas binarios con estrellas de neutrones y agujeros negros, supernovas y púlsares. Pero el estudio de la banda baja de frecuencias requiere observatorios espaciales, pues tanto el ruido sísmico como las variaciones del campo gravitatorio terrestre ofuscan a las ondas gravitatorias inferiores a 1Hz.
En este sentido, la Agencia Espacial Europea (ESA) desarrolla la misión precursora LISA Pathfinder, que fue lanzada al espacio el pasado 3 de Diciembre de 2015: ahora mismo posicionada en el Punto de Lagrange L1 (a 1,5 millones de km de la Tierra), se prepara para comenzar sus experimentos científicos en Marzo de 2016. Sus resultados guiarán y modelarán misiones futuras para el estudio de las ondas gravitacionales, como eLISA, programada para su lanzamiento en 2034.
Este vídeo contiene una conversión sonora de las ondas gravitacionales que se produjeron tras la colisión de dos agujeros negros. Los dos primeros fragmentos muestran una correspondencia exacta entre las frecuencias de las ondas gravitacionales y el sonido. Los dos fragmentos adicionales fueron multiplicados por una constante para conseguir un reflejo más claro en agudos.