Materiales selectos y un estudio pormenorizado de acústica conforman este espacio de ensueño
Justo a punto para su entrega inminente y no muy lejos de la ciudad de Eivissa, se encuentra este estudio de grabación y composición, «propiedad de un reconocido músico alemán», cuyo nombre no ha sido revelado. La nueva obra, firmada por el equipo estelar que componen Julius Newell y Reflexion Arts, se sitúa en un edificio construido a propósito, y se extiende por dos salas con un área de 70m2.
Su disposición tiene un pasaje ancho entre las dos salas que se presta a un empleo accesorio como cabina de voces. A un lado se puede ver la sala principal de grabación, con una superficie de unos 25m2, dotada de luz natural y una acústica muy neutra. En el otro extremo, un control de 28m2 donde destacan los monitores de alta resolución Reflexion Arts RA239, bañados también por luz natural.
Materiales nobles y aprovechamiento acústico natural
Como ya es habitual en los diseños para estudios de grabación de Newell, los espectaculares monitores RA239 están empotrados en la pared frontal. Dicha pared «no es más que una construcción maciza, acabada en madera de roble ahumado y dispuesta en forma de difusor, especialmente eficaz con las frecuencias típicas de las voces», nos aclara Sergio Castro, Director de Reflexion Arts.
Esta pared es una de las superficies vivas en toda la sala -junto al suelo, acabado con el mismo tipo de madera; ambos proporcionan unas primeras reflexiones que contribuyen a mantener una sensación de mayor comodidad acústica a los usuarios del estudio, pero sin comprometer el control acústico desde los monitores. Tanto las paredes laterales como la trasera de este estudio de grabación, son absorbentes, siendo esta última una enorme y muy profunda trampa de graves con un gran ancho de banda, capaz de operar hasta frecuencias muy bajas.
El material de madera noble, empleado tanto en la pared frontal de difusión como en el suelo, fue suministrado por los alemanes Holzrausch. Su preparación, disposición y acabado finales son también obra de Julius Newell -a quien podríamos calificar de maravilloso ebanista, más allá de su extensa reputación como ingeniero en acústica, aclamado en todo el Mundo.
La pared trasera absorbente es una enorme y muy profunda trampa de graves con un gran ancho de banda, capaz de operar hasta frecuencias muy bajas…
La iluminación artificial se consigue mediante apliques de diseño especial, suministrados desde Alemania por la compañía PSLAB Stuttgart (todos los enlaces, más abajo). Estos dispositivos «garantizan una luz difusa en toda la sala, al tiempo que evitan deslumbramientos para los usuarios».
El resto de sistemas que han sido instalados en el espacio del estudio de grabación -desde la unidad de alimentación UPS a los patch panels de red, incluido el sistema de ventilación-, fueron solventados con maestría por el equipo de Reflexion Arts. Dicho recurso para ventilación representó uno de los mayores desafíos constructivos, debido a ciertas imposiciones estéticas de la cubierta (tejado) del propio edificio.
El alto número de ventanales del estudio (22 en total, de generosas dimensiones), permite una gloriosa iluminación natural difusa, aunque planteó otro de los retos constructivos de esta obra. Fue necesario diseñar un total de 88 piezas de cerco, cortarlas a medida mediante la precisión de la técnica CNC e instalarlas en una disposición típica de ventanales con cámara de aire entre acristalamientos laminados. Este trabajo fue realizado por la compañía Maderas Gran Vía en su sede de Vigo, encargándose posteriormente de su envío hasta Ibiza en barco.