Una foto oficial presenta a miembros de Behringer tocando Jupiter 8 y TR909, ¿qué traman?
Los precios astronómicos que alcanzan las unidades originales de Roland Jupiter 8 y TR909 en el mercado de segunda mano (11.000 y 4.800€ de media), nos hacen pensar que unos posibles émulos 1:1 cosecharían un enorme éxito. Y quizá eso sea lo que anden pensando ahora en Behringer, porque acaban de difundir una imagen en Facebook que presenta a dos miembros de su equipo aparentemente exultantes de felicidad al tocar estos clásicos.
Tras haber llevado con éxito al mundo de la copia descarada su Model D –una emulación de la vaca sagrada Minimoog Model D–, no parece aventurado pensar que el sintetizador clásico polifónico Jupiter 8 y la caja de ritmos icónica TR909 podrían ser el nuevo deseo de Uli Behringer. La imagen publicada, oficial por completo, presenta un campo abierto a las suposiciones. Y una vez más, no revela un solo detalle, más allá de su propósito por generar controversia y ruido.
Jupiter 8 y TR909 clonados: Behringer enfoca en otros dos santos griales electrónicos
Personalmente, me gustaría que dejasen a ambos instrumentos míticos como están. Sólo pensar en dos clónicos imperfectos de bajo precio, parece un completo insulto para la historia de la música electrónica. Pero centrándonos en la prueba documental, es evidente que en Behringer algo de intenciones tienen en este sentido. Ya anunciaron que pretendían lanzar clónicos de diversos pilares fundamentales del templo analógico, y aparte de generar comentarios y esperanzas fáciles (muchas veces falsas), estos señores acostumbran a ‘poner caramelos en las manos de los niños’ para luego esconderlos de nuevo en el tarro de cristal.
Quizá tú también pienses que Jupiter 8 y TR909 son mágicos, míticos e inalcanzables. Pero una buena parte de eso recae directamente en la imposibilidad de comprarlos por unos cuantos cientos de euros en las páginas de Amazon…
A día de hoy, que alguien se lo pase en grande tocando una pareja estelar de Roland Jupiter 8 y TR909, no es una noticia. Ni tampoco algo anecdótico en la escena de la tecnología musical. Pero que una marca ose referirse a su posible emulación, pensando que tendrá éxito en su osadía, sería más bien un tremendo desafío para sus métodos, capacidades e imagen que una sorpresa para los músicos y potenciales usuarios. La pelota está en su tejado si deciden ir por ese camino. Aparte de los problemas legales por quebrantar diseños patentados y protegidos mediante todo tipo de armas, fortalezas y búnkeres, Behringer tendría que someterse al examen minucioso de quien de verdad ama y valora los eslabones de los tiempos analógicos y sus absolutos protagonistas. Todo ello dicho desde la suposición, claro está.
Si «las navidades han llegado muy pronto» para los fanáticos de las máquinas en las oficinas alemanas de Behringer en Willich, y en la forma que sugiere la imagen, pues nos alegramos por ellos con cierta envidia (sana y no sana). Pero si esto implica que ahora pretenden emular lo que parece ‘intocable’, empezaríamos a preocuparnos seriamente por el papel de Behringer en la industria musical. Quizá tú también pienses que Jupiter 8 y TR909 son mágicos, míticos e inalcanzables. Pero una buena parte de eso recae directamente en la imposibilidad de comprarlos por unos cuantos cientos de euros en las páginas de Amazon.
Ideas originales, al menos por fuera, como el sintetizador rojo Neutron, parecen una táctica mucho mejor. Eso se llama crear, innovar, sorprender con la frescura. Lo otro es sólo copiar. Y cuando Pedrito copiaba a Juanito y suspendía en el intento porque se equivocaba de pregunta, el profe le daba un tirón de orejas, no por copiar, sino porque ya que había decidido hacerlo, incluso lo hizo mal del todo.
¿Qué piensas de este supuesto movimiento ‘clonador’? Lo de supuesto sería por lo de ahora, no lo de antes. Expresa abajo tus comentarios…