Descubre el funcionamiento de un sintetizador parafónico y cómo ese clásico concepto del ‘menos es más’ puede generar originales formas muy útiles para el diseño sonoro…
La historia de los sintetizadores y sus avances tecnológicos está repleta de ideas, descubrimientos y arriesgadas propuestas técnicas. Uno de los grandes logros fue pasar de los primeros teclados monofónicos regidos por un oscilador a los actuales y versátiles sintetizadores con modos polifónicos, que nos brindan infinitas posibilidades para edición y diseño sonoro.
Pero como seguro sabes, la escasez agudiza el ingenio. Y es cuando las herramientas y recursos son limitados que las ideas fluyen para descubrir nuevos métodos. El tope creativo que significaba un sintetizador monofónico, pronto supuso un aliciente para nuevas posibilidades de diseño sonoro. Y ahí es donde surgió el sistema conceptual que hoy estamos cubriendo: el del sintetizador parafónico.
Remontándonos un poco más atrás: el sonido duofónico
Sabemos que un sonido monofónico reproduce una sola voz y que un sonido polifónico reproduce múltiples voces al mismo tiempo. Con estas dos definiciones parece que no hay nada más entre medias que añadir. Pero como bien nos ha demostrado la historia de la síntesis, que un instrumento sea monofónico no lo limita ni mucho menos a sonar aburrido y «solitario…».
El tope creativo que significaba un sintetizador monofónico, pronto supuso un aliciente para alcanzar nuevas posibilidades en cuanto a diseño sonoro…
Muchos sintetizadores de antaño, se aprovecharon de que contaban con dos osciladores para sacar de ello una ventaja sobre su sonido monofónico. De ahí nació lo que se conoce como sintetizador duofónico, es decir, esos instrumentos eran capaces de reproducir dos notas al mismo tiempo, pero siempre compartiendo los mismos recursos en cuanto a generador de envolvente, filtro y amplificador.
En ese caso, cada nota era asignada a cada uno de los osciladores, lo que fue una excusa perfecta para que los departamentos de márketing de la época corriesen a denominarlos como sintetizadores polifónicos. Pero esa fue una denominación que resultó ser errónea técnicamente: lo cierto es que cada voz debería tener en realidad su propio circuito independiente de filtrado, amplificador VCA y generador de envolvente para ser considerada como polifonía.
Sintetizador parafónico, un paso más allá de las dos notas
A pesar de las primeras limitaciones, la curiosidad por ver hasta donde se puede llegar con tan sólo una voz, ha derivado en todo un catálogo de sintetizadores que explotan esta técnica. Si bien es cierto que, ya sean dos o más osciladores, deberán compartir recursos del sinte (envolvente, filtro, LFO, VCA) esto no significa un impedimento para explorar nuevas formas de reproducir más notas recurriendo a una única voz.
Como ejemplo, traigamos a la mesa el sintetizador Novation Circuit Mono Station. Es un perfecto ejemplo de cómo jugar con dos osciladores en una arquitectura de una voz y del término sintetizador parafónico que nos ocupa. Circuit Mono Station comparte VCA, envolvente e incluso filtro, pero a su vez el tono de cada oscilador puede secuenciarse de forma independiente, y aquí es donde radica su sonido parafónico.
A través de la matriz de teclas iluminadas RGB de Circuit Mono Station, podemos secuenciar por separado el tono de cada uno de sus dos osciladores, y así tocar melodías más complejas –es decir con más de una nota. Pero al mismo tiempo, se comparten elementos comunes: una misma ruta de envolvente, filtro y demás. Para entrar en dicho modo hay que pulsar la combinación de teclas [Shift] + [Scales / Paraphonic] del propio sintetizador Mono Station.
Ambos osciladores de Mono Station son disparados desde la misma VCA (Amplificador Controlado por Tensión), e incluso el ‘oscilador 2’ está sometido al ‘oscilador 1’ que actúa como maestro. En conclusión, sigue siendo una sola voz (monofónico), pero su complejidad lo lleva más allá de las dos notas (duofónico) sin llegar al nivel de la polifonía, ni tampoco a sus precios emparejados. De este modo conseguimos un sintetizador parafónico. Pero la maniobra resulta ser muy interesante, ¿verdad?