¿Cómo salir de una rutina creativa? Veamos junto a los expertos de Waves cómo puedes comenzar a usar tus herramientas de formas nuevas, emocionantes e inspiradoras…
Conseguir inspiración y pensar creativamente, a veces implica pensar «fuera de la caja». Cuando la mayoría de creativos musicales cae en una rutina creativa, siente que puede encontrar inspiración al conseguir una nueva pieza de equipo que añada algo diferente sobre las herramientas que ya tiene.
No nos veas en plan cenizo, porque si bien hay algo de cierto en dicho enfoque de echar mano a nuevas herramientas y dispositivos, muchas veces es posible descubrir ideas y pensamientos creativos usando las herramientas disponibles… ¡Sólo hace falta que pienses en ellas desde un ángulo nuevo y refrescante!
Saliendo de la rutina
A menudo la creatividad se cae cuando te sientes demasiado cómodo o atascado en una determinada rutina o método de trabajo. Y ya sabes, empiezas siguiendo ciclos que conducen por caminos que ya has recorrido, haciéndote sentir como si estuvieras «atascado» o sin inspiración. Si bien introducir algo nuevo en ese flujo de trabajo puede ser el antídoto perfecto contra esa rutina, a veces resulta más beneficioso recurrir de una manera innovadora e interesante a las herramientas que ya existen en tu método operativo. ¿Y qué tal si hacemos eso en formas para las que normalmente dichas herramientas no habían sido concebidas?
Una gran cantidad de usos creativos para nuestro equipamiento procede de épocas anteriores de las unidades hardware, cuando las personas se limitaban a lo que ya poseían. La compra de nuevos equipos para incluirlos en su método de trabajo no era una opción financiera tan viable como ahora sí ocurre con los plugins, por lo que no quedaba más remedio que ser creativo con lo que ya tenías.
Una de las unidades más comunes en la mayoría de técnicas de producción, tanto dentro como fuera de la caja, es el compresor dinámico. Lo bueno de un compresor es su increíble flexibilidad y capacidades sonoras. Y si bien la mayoría de gente conoce el compresor como una herramienta para nivelar el rango dinámico, es cierto que debido a su propia naturaleza, podemos usarlo fácilmente para mucho más.
¿Qué tal hacer de la compresión un efecto de distorsión?
Los componentes FET (de Field Effect Transistor) dentro del famoso compresor 1176 –que le permiten responder tan rápido a los transitorios–, se asemejan a la tecnología utilizada en muchos pedales de distorsión y unidades modernas de saturación. Y hacer que un 1176 (ya sea el virtual Waves CLA-76 u otra unidad hardware) se comporte como una unidad de distorsión es algo increíblemente fácil, además de resultar divertida al extremo la experimentación con su sonido.
Lleva el ratio de compresión hasta 20: 1 y haz que el ataque sea lo más rápido posible. Dependiendo de la fuente sonora, es probable que esto comience a causar cierta distorsión de inmediato, puesto que el ataque es tan rápido que cuadra con los transitorios y origina distorsión. Si eso no fuese suficiente para tu gusto o el efecto que buscas, carga la entrada hasta que sobresature y literalmente se rompa. Tira entonces hacia abajo del nivelador de salida para mantener un nivel estable, y monitoriza los cambios que tengan lugar. Con la entrada elevada tan fuerte como desees, el knob de liberación se prestará para conseguir el efecto deseado.
Con una liberación rápida, puedes obtener sonidos que son similares a lo que la mayoría de productores consideraría una configuración de «compresión paralela», donde el ataque y la liberación son tan rápidos que causan un efecto de bombeo (aquí tienes un extenso tutorial de compresión paralela con Ableton Live). Esta técnica es una favorita sobre micrófonos de batería o voces mezcladas en paralelo con la señal seca (es decir, la original que no lleva procesamiento).
Al estilo de los pedales de guitarra
Para recrear los efectos de una auténtica unidad de distorsión, desacelera la liberación de 1176 con el fin de eliminar el bombeo, y entonces deja que las cosas se transformen en un desorden sucio y distorsionado. Prueba esto con una fuente original de guitarra eléctrica, sintetizador o bajo, y tendrás en tus manos un efecto único que seguramente te inspire nuevas ideas y sorpresas creativas.
Fíjate en los siguientes ejemplos con estas técnicas, donde hemos empleado un compresor plugin Waves CLA-76 sobre fuentes de batería y bajo…
Las bellas válvulas ya tardaban en aparecer
Si continuamos con la amplia gama de capacidades sónicas de un compresor dinámico, otras unidades populares como LA2A (su homónimo virtual es Waves CLA-2A) o Fairchild (el émulo es PuigChild Compressor) son famosas por su circuitería a valvulas. Y aunque las válvulas pueden estrujarse como un 1176 para obtener algunos tonos divertidos de distorsión, también son muy codiciadas por su calidez sutil sin necesidad de saturarlas en exceso. El simple hecho de encaminar audio a través de una unidad como LA2A o Fairchild, tiene un efecto casi de ecualización, debido a los armónicos que se generan desde las válvulas y otros circuitos.
La parte divertida comienza cuando conduces tu señal de audio a través de múltiples instancias de un plugin de emulación basado en válvulas, como PuigChild Compressor. Una sola instancia del procesador virtual puede ser sutil, pero intenta duplicar o incluso triplicar las instancias y la saturación comenzará a aumentar y engrosar tus fuentes. Sentirás que tus pistas suenen ecualizadas de una manera nueva e inspiradora que quizá nunca antes habría estado entre tus opciones.
Bueno, tan sólo son dos ejemplos rápidos de este enfoque, pero las posibilidades creativas parecen realmente infinitas. Pruébalo tú mismo, explora los límites de las herramientas que ya posees, y piensa «fuera de la caja» para así obtener una nueva perspectiva del proceso.
¡Déjanos abajo un comentario y cuéntanos cómo usas los plugins de Waves y otras marcas para tareas fuera de la norma!
La compañía Waves crea algunos de los mejores efectos plugin del mercado. Mantente al tanto de sus últimos lanzamientos y desarrollos en su canal de noticias. Texto original de Josh Bonanno, adaptado al español con aportaciones por Jalvac.