Ya es oficial: Roland anuncia que no planean lanzamientos de reediciones analógicas del polisinte clásico Jupiter-8 y la caja de ritmos fetiche TR-808 porque difieren de su filosofía…
Quizá hoy sea un día triste para los seguidores más friquis de Roland y muchos entusiastas de lo analógico… El pasado Septiembre, Roland presentaba sus modelos Jupiter-Xm y Jupiter-X, dos nuevos sintetizadores que refuerzan su línea de instrumentos. Y a pesar del uso del nombre «Jupiter», legítimo sí aunque inapropiado, las críticas en las redes no se hicieron esperar: Una vez más, se trata de tecnología puramente digital que juega con el sólido nombre de una fiera analógica.
Más allá de las críticas desaforadas de algunos por el tipo de tecnología, lo cierto es que hay una demanda enorme de sintetizadores analógicos polifónicos. Y obviamente, Roland es una de las marcas en la liza popular, atendiendo a su historia y a su peso en la industria. Pero más allá del ineficaz esbozo de Roland JD-XA, con cuatro voces analógicas en su arquitectura, la marca nipona nunca más ha movido ficha en este sentido. Ni siquiera el valor artesanal de Boutique SE-02 fue suficiente para calmar los ánimos.
Pero el motivo de lástima, enfado y puede que rebeldía para muchos, es que en una entrevista reciente de la propia marca Roland con su CEO y Director Representativo Jun-ichi-Miki, se ha confirmado lo peor: Roland no tiene planes y de hecho los detesta, de lanzar reediciones analógicas del adulado sintetizador Jupiter-8 o la venerada caja de ritmos TR-808, ambos instrumentos legendarios y piezas clave en la historia de la música electrónica.
Entre fantasmas anda la cosa, y da miedo
El Director Jun-ichi-Miki justifica la decisión de la compañía en la frase «Nunca persigas a un fantasma», original al parecer del fundador de Roland, Mr. Ikutaro Kakehashi; también asegura que nunca serían capaces de atrapar el espíritu ancestral de Jupiter-8 y TR-808, y que «ese esfuerzo no se alinearía con nuestra visión para el futuro». Obviamente, toda la atención de esa entrevista se erige en torno a los nuevos sintes Jupiter-X…
«Roland ha dado el nombre JUPITER a su principal sintetizador de interpretación profesional de todas las épocas; si contamos a JP-8000 y JP-8080, hubo siete modelos JUPITER anteriores. Con esto en mente, en realidad nos pareció muy natural llamar a estos nuevos instrumentos JUPITER».
«Somos muy conscientes de la gran pasión que los fans de los sintetizadores sienten por JUPITER-8, y algunos continúan esperando que presentemos una auténtica versión analógica. Esto es algo que no planeamos hacer. Nuestro fundador, el Sr. Kakehashi, siempre decía: «Nunca persigas a un fantasma», y realmente entiendo su significado. «Perseguir al fantasma» original de JUPITER-8 o TR-808 no tiene sentido ya que nunca los atraparemos, y este esfuerzo no se alinearía con nuestra visión para el futuro. Roland ha desarrollado muchos productos legendarios a lo largo de nuestra historia que surgieron de nuestro impulso por diseñar siempre el futuro mediante la aplicación de la última tecnología y nuestro conocimiento único de cada época. Este es nuestro ADN que nunca cambiará».
Una inspección de la historia reciente arroja ciertas dudas
Una confrontación directa de esas declaraciones y las gamas de producto recientes lanzadas por Roland, evidencian ciertas lagunas en el anunciado concepto. ¿No hay cierta búsqueda de ‘esos fantasmas’ en los instrumentos Boutique, la táctica Plug-Out de System-1 y System-8, o la inspiración completa, incluso al nivel de diseño, de los nuevos Jupiter-X? Al final lo que vemos por doquier en su catálogo son tramas de réplica DSP sin abordar con seriedad la tecnología analógica. Y todo esto lo decimos con el sentir de la escena, los músicos y nuestros lectores en el mismísimo corazón.
Todo esto tendría una mejor orientación de márketing y cabida en el mercado si tratase sobre una auténtica innovación en cuanto a sintetizadores, sin apoyos en el pasado. Puede que, después de todo, Roland incluso esté viviendo con sus propios fantasmas, sin haber llegado a dominar sus miedos.
Atención marcas clonadoras: La gente sí quiere fantasmas
Definitivamente, estas declaraciones no parecen afortunadas, así lo creemos si tenemos en cuenta todas las sensaciones. Y quizá servirán para acrecentar los ánimos de aquellas marcas que sí son cazadoras de oportunidades. Tras sus tácticas recientes por resucitar SH-101 y TR-808 en la forma de MS-1 y RD-8, Behringer seguro tendrá sus deseos bien cifrados en una potencial reedición incluso mejorada del fastuoso Jupiter-8. Parece un negocio redondo, aunque nada fácil de acometer, y mucho menos de ubicar en el mercado.
Pero entendemos los deseos de clonación por parte de las compañías que disponen de los medios necesarios de fabricación. Desde mi humilde posición, creo que Roland podría haber perdido una oportunidad de oro desde que lanzó sus primeras réplicas con gran esfuerzo de modelado analógico, en su era del Analog Circuit Behavior (2014), o incluso antes, en los tiempos de VariOS Variphrase (2003). Al contrario, los JP fueron diferentes.
Puesto que los planes ya han sido revelados –en este caso la inexistencia de ellos–, será divertido asistir a cómo se desarrollarán las cosas en los próximos meses con esta información ya en poder de todo el mundo.
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