Al parecer, las parejas lo hacen con más frecuencia si tienen gustos musicales en común
Esta sugerencia parece venir de una fuente informada y bien contrastada: Si quieres crear una canción o tema que provoque en la gente ánimos de ‘entrar en faena’, tienes que elegir un tempo de 119BPM para tu proyecto. Esto es lo que promulga un reciente estudio publicado en el sitio web Supplement Place, que además vislumbra una mayor probabilidad de sexo cuando la pareja mantiene preferencias musicales o gustos con similitudes.
Estas conclusiones en torno al valor promedio de 119BPM surgieron cuando los investigadores analizaron miles de referencias de temas musicales indicados por la gente como preferentes para mantener relaciones sexuales. Buscaron entre listas de reproducción creadas por los usuarios en Spotify que mostrasen las palabras clave ‘sexy’, ‘sexual’, ‘horny’, ‘erotic’, ‘freaky’, ‘turn on’, ‘seduction’. Y esa prospección les entregó 413 playlists que sumaban unas 60.000 canciones.
La popularidad de los 119BPM, o incluso menos
Una búsqueda rápida por ese valor de tempo nos devuelve algunos ejemplos de temas clásicos eternos, como The Logical Song de Supertramp, Smooth Operator de Sade, One Vision de Queen, o Don’t Stop Believin’ de Journey; aunque si nos movemos a territorios donde la tecnología este al menos más presente, encontraremos a Glory Box de Portishead, The Brainwasher, Nightvision, y Voyager de Daft Punk, All The Love In The World de Nine Inch Nails, y Computer Game ‘Theme From The Circus’ de Yellow Magic Orchestra (este último para auténticos friquis).
El mismo estudio sugiere que el BPM es algo menor (110BPM) cuando consideras las 20 mejores canciones sexy. En ese listado encontramos la enorme relevancia de The Weeknd (The Hills, Wicked Games, Acquainted), junto a Rihanna (Sex With Me, Needed Me), Jeremih (All The Time, Birthday Sex), o Trey Songz (Slow Motion). Aunque es cierto que algunas de las sugerencias que nos hacen –como el maravilloso Another One Bites The Dust (Queen)– parecen algo lejanas de la pura pasión sensual.
Para explicar la presencia absoluta de The Weeknd en ese listado, habría que poner en valor que su tema Earned It fue incluido en la banda sonora del éxito cinematográfico 50 Sombras De Grey –un filme que no va precisamente sobre carreras de coches… Curiosamente, ese tema opera a 120BPM, pero más de 568 millones de reproducciones en YouTube lo dicen todo.
La escucha de nuestros temas favoritos desencadena un fenómeno fisiológico de recompensa similar al de la comida, las drogas o el placer sexual…
Sexo y música no siempre van unidos: Sólo tienes que escuchar
Suponemos que en todo este embrollo habrá dos tipos de personas: Mientras que a unos les agradará (o incluso encantará) mantener relaciones sexuales con música de fondo, habrá otros escandalizados al verse bombardeados por tantos estímulos. Lo curioso, no obstante, es que haya gente que prepare listas musicales específicas para sus momentos más íntimos de pareja. «Recuerdo la primera vez que una amiga me contó que esa playlist era indispensable y que además, recibía el nombre de ‘momentitos’ «, comentan en el sitio web MujerHoy al tratar este asunto de la relación entre música y sexo.
Cuando tratamos de comprender por qué la música contribuye a entonar la disposición sexual de las personas, hay que pensar en que la simple escucha de nuestros temas favoritos desencadena un fenómeno fisiológico de recompensa similar al de la comida, las drogas o el placer sexual. Y esto fue demostrado tras un estudio dirigido por Daniel Levitin, neurocientífico, músico, productor musical y académico de la McGill University canadiense.
Para entenderlo, recordemos tan sólo que ciertos receptores de nuestro cerebro detectan sustancias opioides generadas por nuestro propio sistema nervioso, las cuales son vitales para percibir las sensaciones de placer y recompensa. Y dichas sustancias son, además, responsables en gran medida de que acabemos desarrollando adicciones.
Así las cosas, y ya que estamos de viernes, te dejamos con los sensuales 119BPM de Daft Punk en Nightvision (incluido en el álbum Discovery, 2001).