El concepto parece sencillo cuando se trata de un estudio en casa: La ruta de señal, cuanto más corta sea, ¡mucho mejor! Discutimos el asunto y lo matizamos contigo…
Digamos que una cierta coherencia entre los distintos equipos que integran una cadena de audio es una premisa vital cuando te dispones a configurar un estudio. Y bien, ciertamente hay otras valoraciones, pero de hecho ese factor de coherencia que comentamos siempre fue determinante.
Dicho de otro modo, la ruta de señal que siga tu audio entre los diferentes elementos que conforman tu estudio, debería mantenerse en todo momento dentro de las mejores condiciones. Y en ese sentido, es fundamental que despliegues un diseño preciso, inteligente y funcional, amén de disponer de un equipamiento que reúna unos mínimos atributos de calidad.
Dicho esto, verás más que evidente el compromiso directo que existe entre el número de equipos en tu estudio y la complejidad y coste que una integración coherente de los mismos acabará exigiéndote.
La ruta de señal en el home studio y en el estudio de proyectos
Llegados a este punto, merece la pena señalar que este análisis lo hemos enfocado sobre un contexto de estudio casero (u home studio como lo llaman los guiris); ahí por regla general, tanto la inversión como la exigencia de un proyecto o su enfoque, distan sobremanera de las ambiciones y la normalidad de un gran estudio de grabación.
Así que por centrarnos en lo concreto, si nuestro paradigma es el del home studio o estudio de proyectos, la famosa máxima atribuida al arquitecto Ludwig Mies Van der Rohe –aquella del «Cuando menos es más»– resultará ser muy importante en nuestro caso.
Recordemos que tan sabia frase, relacionada estrechamente con las normas fundamentales del movimiento artístico minimalista, aboga por reducir la obra a lo esencial, despojándola de cualesquiera elementos sobrantes. Y por asegurar más el contexto para quienes no lo sepan, un estudio de proyectos es el calificativo que damos a cualquier instalación casera, básica o avanzada, que nos permite facturar por nuestros servicios de producción musical a un cliente.
Si nos permites tal paralelismo entre ingeniería de estudio y arquitectura, creemos que tal sobriedad es el detalle que deberíamos perseguir a la hora de diseñar el equipamiento y su ruta de señal derivada en los términos de un estudio casero.
La ruta de señal, desde la fuente al destino, de entradas hacia salidas
Cuando hablamos del flujo de una señal de audio, o la ruta de señal, nos referimos al camino que ésta recorre, desde la fuente hasta un destino, que es en realidad la salida. De esta forma, los elementos que dicha señal encuentre a lo largo de su recorrido, podrán favorecer su correcta transmisión o ir en su detrimento; y entendemos por ‘correcta’ una transmisión en las mejores condiciones de calidad. En este trámite influye entonces la calidad, la configuración y el manejo que hagamos de nuestros sistemas.
No nos cansaremos de repetirlo: El camino que siga la señal de audio en tu estudio, deberá mantener en todo momento las mejores condiciones posibles. Y cuando se trata de un estudio casero, cuanto más corta sea tu ruta de señal , ¡mucho mejor!
Si disponemos de una ruta de señal que sea acortada, simplificada y funcional, obtendremos un buen sonido de nuestra instalación. Pero lo más importante es que, además, nos ahorraremos tiempo y frustraciones cuando configuremos el sistema o tengamos la necesidad de solventar problemas técnicos.
Ejemplos de configuraciones de estudio y su ruta de señal
A continuación citaremos un esquema sencillo de una breve ruta de señal, la cual incluye los elementos esenciales para la grabación de voces (es el ejemplo que hemos elegido…
Micrófono → Interface de audio (entrada) → PC o Mac → Software DAW → Interface de audio (salida) → Altavoces o auriculares
Miremos ahora lo que podría ser el mismo esquema, sólo que ampliado y lógicamente, con una ruta de señal más enrevesada…
Micrófono → Previo a válvulas → Interface de audio (entrada) → PC o Mac → Software DAW → Interface de audio (envío) → Compresor dinámico hardware (externo) → Interface de audio (retorno) → Los mismos PC o Mac → Software DAW → Interface de audio (salida) → Controlador de monitores → Monitores de estudio o auriculares
Ambos esquemas son válidos, eso está claro, sólo que debemos precisar que la gestión del sistema resulta ser mucho más compleja tras introducir más elementos. En primer lugar eso exige mayores conocimientos, destreza y experiencia; y lo peor, la inversión de dinero crece, exponiéndonos de paso a invertir en artículos superfluos que podrían ser innecesarios para nuestro objetivo.
Esto nos lleva a identificar una realidad práctica en cuanto a las compras de estudio. Y es que de cara a mantener las mejores condiciones en nuestra ruta de señal, no es ventajoso invertir una suma considerable de dinero en un buen micrófono de estudio –por ejemplo– para después pincharlo en un mediocre interface de audio. Cae por su propio peso que, en tal caso, estarías desperdiciando toda la calidad potencial de tu micro.
Ajusta tu diseño de estudio y estarás mimando tu ruta de señal
Casi ya estamos acabando cuando nos acordamos de otra frase conocida y certera (en realidad ilustra de maravilla lo que acabamos de comentar): «La calidad de toda nuestra cadena de audio será equivalente a la del peor eslabón que tengamos dentro de la misma«.
Entendámonos sin que nadie nos tache de retrógrados: No te decimos que des la espalda a las numerosas posibilidades que ofrece la tecnología, ahorrándote complicaciones de vida, no; más bien te sugerimos una optimización de tu diseño de estudio, tus herramientas, recomendándote que emplees los dispositivos estrictamente necesarios y de la forma correcta. Todo esto persigue el ahorro y la precisión de una inversión en configuraciones de estudio cuyos propietarios suelen estar restringidos por unos recursos ajustados.
Bien sabemos que este post considera desde un prisma generalista un asunto que es complejo, sujeto a muchas variables y matices. Pero más allá de que estos argumentos puedan ser contrarrestados con otros, el concepto subyacente es aportar una perspectiva… Después de todo, en el mundo del audio no todo acaba siendo blanco o negro necesariamente.
Queremos transmitir una idea de comportamiento práctico, de que precises justo lo que necesitas, y de cómo debes usar eso para alcanzar tus propósitos. En cualquier caso, el objetivo parece claro: Ocúpate de mantener la ruta de señal original con la mayor pureza posible. Y sin lugar a dudas, ese objetivo será más sencillo cuanto más reducido sea el número de dispositivos y elementos que tengas en tu configuración de estudio.