Al parecer, la situación generada hacía recomendable alguna aclaración oficial…
Más declaraciones oficiales: Frédéric Brun (Arturia CEO) y Axel Hartmann (diseñador)
Opinión: El turno de réplica para Behringer –¿»en serio», tienen algo de razón?
Que de la noche a la mañana, una marca aparezca copiando tu producto musical, uno además de cierto éxito y reconocimiento en la escena, no debe ser algo fácil de asimilar. Eso es lo que ha debido ocurrir en Arturia durante las últimas horas, cuando Behringer Swing ha sido agitado en las redes con su presencia objetiva de ser una copia directa y sin escrúpulos sobre el popular miniteclado controlador KeyStep de Arturia.
Y tanto es así que mucha gente ha tenido que frotarse los ojos para creer la situación generada: Es prácticamente el mismo producto, cambiado de nombre y color. En consecuencia, las redes se han visto inundadas con todo tipo de comentarios, en pro y en contra (muchos más quizá hacia esta segunda opción); por no decir que, además, mucha gente expresa un simple icono de sonrisa que evidencia lo gracioso de la situación. Y es que ¿a qué marca se le ocurre hacer prácticamente una copia 1:1 de un producto conocido, cuando además, éste ya se encuentra al fin de su vida comercial? Bien, pues parece que Behringer entraría en ese grupo, porque ha hecho la copia.
Arturia publica comentarios oficiales sobre Behringer Swing
Quizá añadiendo fuerza de marca a Behringer, alguna gente ha llegado a preguntarse si esta acción podría ser la consecuencia de cierto acuerdo de mercado con Arturia. Y en tal caso, podemos entender el primer comentario público de los franceses en respuesta al usuario Paul Baraka en Facebook, que precisaba «Honestamente, pensaba que era un acuerdo de colaboración con vosotros… Si no sería inaceptable. Todo el mundo debería entonces ir a la página de Behringer y hacérselo saber».
En respuesta, Arturia ha escrito «No es acuerdo de colaboración y pensamos que es inaceptable», en línea con el mensaje que exhiben en la imagen de su post acerca de Behringer Swing, donde se lee un irónico y gracioso «¿En serio?». Desde Future Music España percibimos ambos comentarios más en el ánimo de desvincularse como marca ante cualquier relación con el movimiento de Behringer, que sobre cualquier otra intencionalidad.
Que Behringer y la ética no suelen ir de la mano, no es algo que nosotros estemos inventando ahora: Consulta sólo la historia para tener más información. Pero definitivamente, nos agrada mucho más la imagen y acciones de esa compañía en el frente de la innovación, o incluso en la resurrección de máquinas imposibles de rematerializar desde sus fuentes originales, que firmando movimientos como el que nos ocupa, rayando en comportamientos absurdos y pueriles.
En cualquier caso, Arturia se esfuerza por dejar claro que no hay ningún acuerdo entre marcas que haya posibilitado la presentación de Behringer Swing: «No estamos en absoluto de acuerdo con ellos, y esperamos que este producto no llegue al mercado», añaden, en respuesta a Fabio Cuccu, quien sugiere la existencia de «alguna clase de estrategia en márketing».
Publicado por Arturia en Lunes, 23 de noviembre de 2020
KeyStep está yendo mucho más allá sobre la idea original
Lejos de palabrería y escritos sociales que se pierden en segundos, Arturia demuestra su valor de innovación con hechos. No sólo firmaron la unidad original KeyStep que ha servido como objeto de copia para Behringer Swing, sino que además amplían su propio concepto lanzando Arturia KeyStep 37, una versión más grande y mejorada; y en la cúspide de la gama tienen a KeyStep Pro, al que no dudamos en dedicar una sesión en vídeo.
Al final pudiera ser que Behringer haya perdido el control de una situación que planteaba inicialmente como beneficiosa para sí misma: Y es que hoy muchos creadores musicales tienen una conciencia global que les lleva a seleccionar equipos de muchas marcas para sus estudios, valorando sus prestaciones y procedencia. Ante una marca como Arturia, que quizá goza de uno de los niveles más saludables en cuanto a satisfacción de los usuarios por cada moneda de presupuesto que han invertido, lo último que debes hacer es agitar la escena con movimientos absurdos y carentes de ética.