Echa mano de convolución, feedback, distorsión, reverb y sintes con ondas de usuario para alcanzar cotas desconocidas en tu diseño sonoro llevado hasta los extremos…
Ya sabes eso que siempre se ha dicho de romper las reglas… Hay que conocerlas bien para que, cuando no las respetes, obtengas resultados valiosos. Pero muchas veces, siguiendo ese proceder, el empleo de recursos geniales en la forma incorrecta, puede llevarte también a puertos desconocidos.
Esta vez te invitamos a una serie de tácticas de índole creativa para obtener resultados sorprendentes y siempre en el lado de la experimentación. Si quieres llevar tu diseño sonoro al límite, puede que nuestras recomendaciones te marquen un camino interesante por el que tú puedas progresar en tu investigación sonora en el mismo borde exterior del procesamiento alternativo.
Efectos de convolución, sólo que como nunca quisieron que los usaras
1. La tecnología de convolución trata sobre el modelado de las respuestas de un sistema a partir de una pequeña huella de su salida. Ha sido muy empleada en los plugins de reverb convolutiva, sirviéndose de respuestas impulsionales (IR) que fueron registradas previamente en una variedad de entornos reales. La idea aquí es obtener una escala extra de realismo, sólo que a diferencia de las unidades de procesamiento algorítmico (aquellas antiguas reverbs en rack), el procesamiento intensivo DSP gana aquí por goleada, realizando millones de cálculos por segundo.
La moraleja práctica es que cargas esas IR en tu plugin de efectos, y ahí es donde está el truco: ¿Qué tal si cargamos sonidos poco ortodoxos de usuario con la intención de conseguir finalidades diferentes, creativas y elocuentes?
Manos a la obra, sólo carga efectos sonoros de la naturaleza, el sonido de un trueno, por ejemplo, o un canto de ranas africanas grabadas allí mismo. El procesamiento convolutivo aplicará ciertos matices de esos sonidos o IRs fuente sobre aquello que tú metas; no esperes encontrarte oro a primeras de cambio, pero algunos errores y aciertos te darán al final algo que no tenías de antemano.
Rompiendo conexiones, o cómo sacar provecho de cuando algo no funciona
2. Cuando un equipo tiene una avería y, de repente, suena mal, mucho más allá de un problema ¡lo que obtienes es una ventaja frente a otros usuarios! La idea es que durante el tiempo que lo tengas averiado, nadie o muy poca gente más tendrá ese sonido. Así las cosas, aprovecha lo que tengas de ese modo, o sírvete de algún equipo que aún estando estropeado, todavía sea capaz de emitir algún sonido que puedas capturar.
Esto te resultará mucho más práctico y gráfico si piensas en conexiones que fallen, tengan problemas de masa, o emitan ruidos. Cualquier sinte antiguo que tenga problemas en uno de sus módulos, será capaz de darte una exclusiva fuente de sampling. La gente lleva años haciendo esto, y el circuit bending no hace otra cosa que profundizar en ese intento de hallar exclusividad, por muy mal que suenen las modificaciones. Y los instrumentos acústicos o electroacústicos averiados, rotos, o defectuosos volverán a ser un oasis para tu creatividad inesperada.
Realimentando efectos en una locura sin fin
3. Trayendo ahora sobre la mesa un clásico de los sistemas realimentados, el feedback es un recurso habitual en los efectos de retardo o delay. Ahondemos entonces en esa táctica básica de aprovechar lo que, de por sí, ya es considerado como un resultado –la realimentación consiste en tomar una salida y volver a usarla como entrada.
¿Y cómo puedes hacer esas maniobras de realimentación? Bueno, dispones de la mejor de las herramientas del mundo para lograrlo: Tu DAW con sus posibilidades de grabación y encaminamiento de audio (o routing). Sólo tienes que pasar tu audio –el que sea– por un efecto plugin, encaminar la salida del efecto hacia una nueva pista de audio, y encaminar ésta de nuevo hacia el mismo envío. Pruébalo, es demasiado fácil para todo lo que puedes obtener.
Las modulaciones o las sabrosas distorsiones te brindarán salvajes sonidos cuyo nivel puede quedar sin control rápidamente. Echa mano de un seguro dinámico como puede ser un limitador para que tú seas quien mande, y sírvete de un controlador hardware o de una macro en tu DAW para que siempre tengas la realimentación en los niveles que desees.
Distorsiones encadenadas, combinadas, y revueltas
4. Junto a delays o reverbs, la distorsión quizá sea el efecto que más empleos y variaciones ha experimentado a lo largo de la historia. De hecho, la distorsión está ligada a cada tipo de música moderna abierta a la creatividad, con estilos, niveles o métodos, tanto suaves como salvajes. La buena idea que te aportamos aquí es que tienes toda la libertad para investigar los resultados que surgen al aplicar varios tipos de distorsión.
Piensa en el encadenamiento combinatorio: Resulta difícil que ante una combinación de tu cosecha, alguien más acabe dando con la misma disposición –y esta puede ser una buena forma de lograr nuevos tonos, alternativos al menos. Imagina que combinas la reducción digital en el número de bits con una saturación de modelado analógico, por citar un ejemplo. Y siempre dispondrás además de los parámetros de cada efecto para ajustarlos de forma individual, incluso automatizando su evolución a lo largo del tiempo.
Cuando la reverb no siempre viene al final
5. Otra regla habitual en la producción musical es que usamos la reverberación para generar un espacio donde ubicamos nuestros sonidos, siendo así capaces de emplazarlos más adelante o más atrás según el nivel de reverb que les apliquemos. Y tanto es así que la reverb suele ser considerada como un efecto de finalización, y empleada como procesamiento de envío en cada pista –en casi todas las situaciones, suele ocupar la posición final en una cadena. Mucha gente te dirá que debe ser de ese modo, porque otros efectos aplicados sobre la reverb al final sonarán extraños, y serán inutilizables…
Ya ves, ahí tenemos otro hueco de expansión hacia el procesamiento extremo: Echa mano de lo que antes decíamos sobre la distorsión, o incluso una compresión dinámica con bombeo vía sidechain también podría sorprenderte; los efectos de modulación como chorus, flanging y phasing, aplicados sobre el sonido ya reverberado, también suenan con poca naturalidad, sobre todo si además llevas sus parámetros al extremo. Y veamos, es que en este campo que nos aplica, «poca naturalidad» es lo que ciertamente andamos buscando.
Diseño sonoro al límite usando sintetizadores
6. Llegado este punto, no todo consiste en dar vueltas al procesamiento, al menos no sólo como única opción. Y es así porque hablando de sintetizadores, otra vía muy creativa consiste en tomar sonidos fuertemente procesados (con las técnicas que comentamos u otras), y emplearlos como base para formas de onda en osciladores de usuario.
Son muchos los sintetizadores modernos que te permiten importar formas de onda y usarlas como base de sus osciladores. De ese modo, máquinas como Novation Peak o Summit, o Waldorf Quantum e Iridium, te permitirán convertir sus corazones en una fuente natural de sonidos extremos que luego hagas pasar por sus rutas de señales (ya hicimos esto con el material de NASA). E incluso el software se enfila hacia este mismo destino, con dignos exponentes que podrás aprovechar para la tarea, como Arturia Pigments, Kilohearts Phase Plant, Steinberg Padshop, Xfer Serum, NI Massive X, y otros muchos.
Empezando por sonidos que ya eran especiales como base operativa, los resultados pueden ser más que sorprendentes –y casi siempre exclusivos.
¿Se te ocurren otros caminos creativos que nos lleven hacia el diseño sonoro más allá de los límites? Escribe tus comentarios…