Todo en su exterior recuerda al clásico polisinte Juno-106, pero Roland Juno-X persigue otras metas en su dotación de síntesis mediante modelado analógico de alta calidad…
Por un momento estaríamos pensando que habíamos saltado en el dominio continuo del espacio-tiempo, como ya dibujamos en Facebook hace unos años. Y es que al ver el nuevo sintetizador Roland Juno-X, parece como si la multinacional japonesa hubiese resucitado una mezcla de Juno-106 y Juno-60 –sin lugar a dudas, Juno-X destila una pinta muy de la vieja escuela, en sus formas y colores. Pero, ¿qué hay en su interior?
Las cosas en lo que más nos importa, en cuanto a la arquitectura de síntesis, corren por caminos diferentes a lo que podría parecer en un primer momento: Es así porque Roland Juno-X incorpora un sistema completo del poderoso generador Zen-Core, que es digital en toda su complexión; eso le permite ofrecer buenísimas emulaciones de los dos sintes Juno de los años 80 (si no son las mejores que hoy es posible tocar), además de otras máquinas añejas de Roland. Y es incluso posible añadir más Model Expansions desde Roland Cloud para así ampliar el repertorio de unidades virtuales.
La síntesis avanzada del Siglo XXI, también en Roland Juno-X
Si alguien está apesadumbrado por la naturaleza digital de esta unidad (en los tiempos actuales de bestias analógicas, híbridas, y el humo de otros), que no turbe demasiado su mente: Nosotros fuimos de los primeros en gritar de horror cuando vimos Jupiter-X; pero hoy nos confesamos unos absolutos enamorados de Zen-Core, sus propuestas y métodos (y lo tenemos en nuestro estudio). Así las cosas, el generador totalmente renovado de Juno-X estará a la altura, de eso no albergamos la más mínima duda.
Detalles familiares se dan cita en la unidad, como la clásica forma de onda supersierra (‘Super Saw’) propietaria de Roland, y los dos modos originales de chorus de Juno –más una modalidad extra que anuncia más grosor y movimiento. Y no faltan decenas de controles y knobs que piden ser pellizcados.
Parece que los modos de chorus son una parte importante de nuevo (ya lo eran y son en Juno-60): La idea es que puedes combinarlos para obtener hasta siete procesamientos diferentes, que puedes aplicar sobre cualquier parte de Juno-X.
No se vayan todavía, aún hay más (en Juno-X queremos decir, superratones)
Pero las montañas de lo analógico no son las únicas que pretende escalar este súper-emulador: El paquete incluye modelos del ROMpler rack XV-5080, pianos acústicos de la serie RD, e incluso un vocoder, que tanto gustan en Roland. Y los usuarios tienen acceso opcional a otros modelos virtuales, que incluyen a los míticos Jupiter-8, SH-101, JD-800, y el sistema Vocal Designer.
No falta la posibilidad de incorporar todas las maravillas de Roland Cloud Connect, a través del adaptador inalámbrico WC-1 que ya comentábamos en esta noticia dedicada; todo es fácil, porque la suscripción de un año a Roland Cloud Pro está incluida, lo que te deja navegar, escuchar y cargar esas Model Expansions ya comentadas, así como acceder a miles de patches (¡literalmente!) y otros contenidos útiles y excitantes, sin quitar tus manos de Juno-X.
Una puerta de lujo hacia Zen-Core
La teoría es que Roland está facilitando diversas puertas para entrar en el bien diseñado y masivo universo de Zen-Core. Y como es fácil prever, Juno-X hace justo eso por medio de los familiares paneles de unos más que dignos ‘primos hermanos mayores’. En la práctica, eso facilita las tareas de diseño sonoro, basado en cuatro capas muy complejas, junto a un sistema masivo para efectos.
El teclado de cinco octavas (61 notas) soporta postpulsación; y las opciones de conexionado incluyen entradas de pedal, auxiliar y micrófono, puertos MIDI In/Out sobre DIN (¡pentapolares!), además de conectividad USB para audio y MIDI. Vemos también la operación de I-Arpeggio basado en Inteligencia Artificial, que ya tuvo su estreno en Jupiter-X: Su finalidad es lanzar patrones de arpegio tanto de corte tradicional como otros potenciados mediante algoritmos neuronales –sí, otra vez los vericuetos de la IA alcanzan la música, para buenos resultados.
Quizá como un guiño a aquella versión HS-60 de Juno-106 con altavoces, la conectividad Bluetooth en el nuevo Roland Juno-X implica que es posible hacer streaming de audio a un dispositivo móvil o altavoces externos; pero resulta ser más práctico en nuestra opinión que hayan provisto el software editor Juno-X Editor, ejecutable sobre Windows y macOS.
Anunciado en su llegada para el mes de Mayo, Roland Juno-X tendrá un precio recomendado de 1.895€ (2.000$), que traducido a precios de calle debería dejarlo en niveles cercanos a los 1.695€, eso creemos.