El interés por cualquier detalle en la vida de Steve Jobs siempre es un hecho global: Fundó una de las compañías más importantes de la historia, y su técnica organizativa contribuyó al éxito…
Mucho han escrito ya sobre la genialidad de Steve Jobs, su vida, ideas y obra (aquí está nuestra contribución); pero es incluso en 2023, cuando ahora recordamos que llevamos más de 11 años sin su presencia, que la admiración por cualquier detalle de su acción nos lleva a cuestionarnos nuestros propios métodos, o tomar prestadas ideas de organización y técnica profesional cuyo éxito fue probado, quizá a modo de consejos nunca expresados.
Una inspección de cómo era la agenda diaria en el trabajo del gran Steve, por ejemplo, tiene entonces mucho valor. Fue el 18 de Octubre de 1999 cuando Steve Jobs reveló en una entrevista con Michael Krantz para TIME que era «una persona de buenos días», que acostumbraba a levantarse a las seis, «para empezar temprano en la mañana», decía, bajo el título Apple And Pixar: Steve’s Two Jobs.
Antes del milenio y trabajando en la nube, aún sin serlo
Diez años atrás, en 1989, Steve ya había instalado una línea T1 de 1,544Mbps en su casa. Y al tiempo de la entrevista, esa conectividad se le había quedado pequeña: Estaba preparándose para instalar fibra de 45Mbit, porque confesaba su curiosidad por una prestación que «todos tendrán algún día», comentaba.
Pero eran los detalles de su configuración, «bastante sofisticada», los que hoy ofrecen luz sobre su forma de trabajar: «Ya sea que esté en Apple, en Pixar o en mi casa, me conecto y todo mi mundo aparece en cualquiera de esos ordenadores. Almaceno todo en un servidor, de modo que no llevo nada de eso conmigo; y donde quiera que esté, aparece mi mundo al completo, todos mis archivos. Todo. Y tengo acceso de alta velocidad a todo ello. Así que mi oficina también está en casa». El trabajo en la nube había sido preconizado.
«Cuando no estoy en reuniones, mi trabajo es fundamentalmente vía correo electrónico. Así que trabajaré un poco antes de que los niños se levanten. Y luego todos disfrutamos de un pequeño desayuno y terminamos algunos deberes, y los vemos marchar hacia la escuela. Si tengo suerte, me quedo en casa y trabajo durante una hora porque así puedo hacer mucha tarea; pero a menudo, tengo que entrar aquí. Por lo general, llego aquí alrededor de las 8:45 o nueve, tras haber trabajado alrededor de hora y media, o dos horas en casa».
Ya por aquellos tiempos, casi en 2000, Steve Jobs dedicaba una parte importante de su tiempo a escribir y responder e-mail. Como explicaba a TIME, «Todos estos clientes me envían correos electrónicos con estas quejas y preguntas, que en realidad me han gustado. Es como tener un termómetro sobre cualquier tema. Si alguien no tira de la cadena por aquí, recibo un e-mail de Kansas al respecto. A veces recibo alrededor de 100 o más de esos al día de personas que nunca conoceré. Pero los comento, y es bueno que todos estemos en contacto«.
La Ley de Pareto y cómo el 80/20 también estaba en la mente de Steve Jobs
En una entrevista posterior con Fortune (intitulada The Trouble With Steve Jobs, y publicada el 17 de Marzo de 2008), Steve Jobs tuvo referencias hacia sus reuniones de los lunes: «Todos los lunes revisamos el negocio al completo. Miramos lo que vendimos la semana anterior… Observamos cada producto en desarrollo, productos con los que tenemos problemas, productos donde la demanda es mayor de lo que podemos fabricar. Todo lo que está en desarrollo, lo revisamos. Y lo hacemos todas las semanas. Anoté en mi agenda: ‘El 80% es igual que la semana pasada‘, y simplemente, lo repasamos todas las semanas. No tenemos mucho proceso en Apple, pero esa es una de las pocas cosas que hacemos para estar todos nosotros en la misma sintonía».
En aquella entrevista también declaraba que algunos miércoles había mantenido largas sesiones con su agencia de publicidad TBWAMedia Arts Lab, y con responsables de márketing de primer nivel, como el por entonces Vicepresidente Sénior Mundial de Márketing Phil Schiller.
La revisión tecnológica de las tardes junto a Jony Ive
El periodista, escritor y biógrafo estadounidense Walter Isaacson, autor del famoso libro biográfico de Steve Jobs en Editorial Debate que ha vendido millones de ejemplares, también menciona cómo Steve frecuentaba el laboratorio de Diseño Industrial de Apple por las tardes; allí, Jonathan Paul ‘Jony’ Ive y su equipo de diseñadores trabajaban en prototipos de futuros productos hardware…
«Cuando Steve entre, tomará asiento en una de estas mesas. Y si estuviésemos trabajando en un nuevo iPhone, por ejemplo, podría tomar un taburete y comenzar a jugar con diferentes modelos y sentirlos en sus manos, comentando cuáles le gustan más. Luego rozará las otras mesas, solo él y yo, para ver qué dirección toma el resto de todos los demás productos»
Así Steve Jobs conseguía una concepción del alcance de toda la empresa, que entonces ya incluía iPhone, iPod, iPad, iMac, iBook, PowerBook y otros Mac, además de «todo lo que estamos considerando», decía Jony Ive. Y no hay duda de que esta forma de afrontar su día a día, ayudaba a Jobs en su determinación por saber cómo estaban conectados los asuntos en Apple, y dónde estaban invirtiendo sus recursos.
La realidad actual de Apple es bien distinta, y aunque muchas de aquellas gamas de producto son mantenidas, la oferta de servicios con Apple Music, Apple TV+ y otras opciones, es hoy vital en su catálogo de productos.
Pero nadie duda que, ante el buen recuerdo y la admiración mundial hacia el trabajo de Steve Jobs, su presencia sigue viva, para siempre quizá. De aquella buena organización de tiempos y su afán por la conexión entre personas, agentes y equipos humanos, bien hablan hoy los productos y tecnologías que muchos amamos y usamos cada día, en nuestro trabajo y tiempo de vida.