Waldorf KYRA ya no será más, como anunciaba Waldorf Music en Agosto –pero un grupo de usuarios se ha organizado para solicitar la liberación del firmware y proseguir su desarrollo…
Los alemanes Waldorf Music adquirieron el proyecto Valkyrie de manos del ingeniero y diseñador Manuel Caballero (Exodus Digital) allá por 2018 (según la crónica que relatábamos en su momento, aquí). Y tras un rápido cambio estético, lo sacaron al mercado con el nombre de Waldorf KYRA.
Hace unas semanas desde la fecha de nuestra noticia, los alemanes decidieron descontinuar la producción de Waldorf KYRA; y lo que aún suena mucho peor, cualquier iteración adicional en el desarrollo del mismo. Así que eso borra, por completo y de cara al futuro, las opciones de soporte para los usuarios existentes, al menos en lo que toca a nuevas funcionalidades en el sintetizador.
Ahora, surge el recuerdo de un grupo de usuarios comandado por Fabio Montarsolo, que lleva meses organizándose en change.org para hacer llegar a Waldorf Music una petición de liberación del firmware, con el propósito de continuar su desarrollo, utilizando sus propios medios y esfuerzos.
«A pesar de las fuertes solicitudes de la comunidad de usuarios, no lanzaron ninguna actualización significativa de firmware. [Y] ahora, en 2023, declararon que no se esperan más actualizaciones del firmware» –declaraciones del grupo de usuarios en change.org
El corazón (y todo el cuerpo) de Waldorf KYRA es puro software
«Valkyrie/ KYRA es una implementación FPGA, por lo que en la práctica es un sintetizador diseñado por software, con límites mucho más bajos que los del hardware«, escribe Fabio Montarsolo en la petición abierta. «Y nosotros, como usuarios, solicitamos a Waldorf que publique el código del firmware de KYRA en [modalidad de] código abierto para que la comunidad tome cargo de su trabajo inacabado», añade.
Habida cuenta de que Future Music España ha sumado su apoyo a la iniciativa (como usuarios que somos de Waldorf KYRA), también nos gustaría añadir algunos detalles sobre este asunto; y lo haremos desde la pasión y el conocimiento, ya que vivimos su desarrollo prácticamente desde el principio, cuando Manuel Caballero era un desconocido que sólo buscaba una compañía que convirtiese su diseño en una realidad comercial (un desconocido, sí, pero con un gran proyecto de su mente y en sus manos, habría que puntualizar).
Manuel VS Waldorf, quien sabrá lo que pactaron o firmaron
En primer lugar, nadie aparte de Manuel, sus representantes y la Dirección de Waldorf, conoce los detalles del acuerdo que puso a Valkyrie en manos de la compañía alemana para convertirlo en Waldorf KYRA. Y eso parece ser importante porque, en último término, implica quién es el dueño del firmware (software completo en este caso, más que sólo el firmware).
Si la propiedad intelectual siguiese perteneciendo a Caballero, el diseñador tendría la última palabra en cuanto a una potencial decisión para liberar el núcleo de Waldorf KYRA. Y si el proyecto es una propiedad completa de Waldorf Music, fruto de un acuerdo comercial, compra del diseño original o cualesquiera otras patentes industriales, la decisión de liberación sólo podría venir de la marca alemana.
Cualquier intención de desarrollo a futuro comandado desde terceras partes, debería estar basada en el código integral del sintetizador, y no sólo en su firmware…
Y decíamos ‘software completo‘ porque cae por su propio peso que cualquier intención de desarrollo a futuro comandado desde terceras partes, debería estar basada en el código integral del sintetizador, y no sólo en su firmware, el cual supone una mínima parte del código. Y es que el firmware es aquel código de bajo nivel que permite un control –entendimiento– entre hardware, electrónica, y software (como aplicación).
El futuro de Waldorf KYRA está en el aire, pero el sinte suena espectacular
Hay que señalar, además, que algunas críticas de usuarios no tienen un fundamento realista u objetivo. «Kyra es un sintetizador superior inacabado», escribe Alex Goemans; «Y queremos poder llevarlo al siguiente nivel, teniendo acceso al código fuente». Esa parece ser una misión lícita y aplaudida por el resto de usuarios, no lo negamos; pero es que, hablando con justicia, la máquina sí era un sintetizador cuando Waldorf Music se ocupó de lanzarla al mercado, fortalecida además con una interesante colección de patches.
Otro asunto es que, aprovechando su naturaleza FPGA y la mencionada opción de código ampliable, actualizable, reescribible, los usuarios más activos e involucrados pretendan llevarla hacia otra dimensión de uso y aprovechamiento. Y en realidad, ni siquiera sabemos si eso es completamente posible desde el punto de vista de su propio diseño.
Preguntaremos a nuestras fuentes en cuanto tengamos la más ligera oportunidad, pero mucho nos tememos que, en estos momentos, esta reivindicación está en tierra de nadie, máxime cuando ahora alcanza a sumar a poco más de 225 apoyadores. Ojalá que acabe bien y KYRA no acabe aquí como una máquina olvidada en manos de unos pocos, y todo sea «en beneficio de la comunidad de sintetizadores», como escribe Devendu Sawant.
Dicho todo esto, hay que recordar que aún no es tarde para la compra de Waldorf KYRA: El mercado aún dispone de unidades nuevas muy contadas en algunas tiendas, e incluso la edición limitada SE Seablue es realmente apetecible. Lo importante es que este sintetizador suena espectacular y tiene unas posibilidades impresionantes para su combinación con DAW, dicho sea de paso.