Está ahí, acompañándote cada día. En las entrañas de tus máquinas, en las salidas de tu mezclador, en las fichas técnicas de todos los bichos que tienes en el estudio, en el mismísimo aire… Pero por más que intentas profundizar y saber algo más de él, se cierra en paso-banda y no hay forma de aclararse. Una de las primeras incógnitas que se ciernen cuando se empieza en este mundillo es el significado de sus iniciales mágicas: dB. Suena muy profesional. Y si pronuncias la palabra completa ‘decibelio’ casi parece dar sentido a todo.
Pero igual que vino la claridad, se va de vacaciones… Los problemas surgen cuando descubres que no sólo hay un decibelio: -70dBu, 105dB SPL, +30dBV, 3dBv, 90dBA con ponderación A… Pero ¿qué narices significa la dichosa magnitud y por qué tiene tantos apellidos?
Vayamos a preguntarle a él directamente. No hay nada como conocer a alguien de primera mano, sin intermediarios.No te vuelvas loc@. La dificultad que tiene la comprensión del decibelio es sin duda el concepto matemático esencial que lo define: el logaritmo. ¡Buf! Esto es una verdadera regresión al instituto, aunque no tiene por qué ser traumático sino todo lo contrario. Si consigues interpretarlo bien no tendrás problemas para conocer a nuestro querido amigo desconocido y su definición:
dB = 10 log (p1/pref)
El logaritmo en base diez de una relación. De acuerdo, muy bonito, pero ¿por qué se usa esta fórmula y no otra más simple? Se trata básicamente de una cuestión práctica. Nuestro oído no es lineal: si tomas el nivel de presión sonora – presión del aire medida instantáneamente en un punto – que se mide en el umbral de audición de 0,000020 Pascales y el nivel máximo del dolor 20 Pascales, la diferencia es enoooooorme. Manejar unas cifras a esta escala es un handicap ciertamente incómodo. Desde luego es un problema de dimensiones ‘decibélicas’.
La solución: tomar el logaritmo de la relación entre dos cantidades, la que mides p1 y otra de referencia pref. Y ahí es de donde toma el apellido el decibelio. Si la referencia es 1 V, será dBV, es decir que a 0 dBV no significa que no hay señal sino que se puede medir 1 voltio; si la referencia es 0,775 voltios se le llama dBv ó dBu; con referencia a 1 milivatio tenemos el dBm; la denominación dBA se refiere a una curva denominada A de ponderación para medir el ruido acústico.
Fíjate en el típico gráfico de curvas isofónicas Fletcher-Munson. La división vertical de las frecuencias del espectro sonoro no es lineal. Es una representación logarítmica.
Las medidas acústicas – presiones (Pa/m2) e intensidades (W/m2) – normalmente se realizan con un sonómetro. Son mediciones sobre el espacio acústico: el aire. Las medidas eléctricas – potencia (W) y voltaje (V) – sin embargo se realizan en las máquinas con un polímetro, en las salidas, las entradas o en los circuitos internos, para conocer las variaciones reales de voltaje o potencia de un sistema. Así podremos conocer de un modo estandarizado las prestaciones de las máquinas que usamos en el estudio. Por ejemplo, si un mezclador indica: Máximo a la salida XLR balanceada = +28dBu, puedes calcular la equis de la ecuación 28dBu = 20 log (x/0,775) y extraer que en la salida hay 19,46 voltios. Y viceversa, si conocemos los voltajes, podemos calcular el incremento en decibelios.
Quizás desde ahora cada vez que veas escrito dB en cualquier lugar saques lápiz y papel y te pongas a hacer logaritmos como un obseso… No vayas al psiquiatra. Por fin conocerás de una vez por todas al amigo desconocido.
Hasta el próximo Nivel.