Quizá influidos por ACME de Looney Tunes, pero estos equipos de audio son una cosa muy seria
Viendo el nombre y la grafía de esta marca, te perdonaríamos si te pusieses a pensar en la corporación ACME del universo Looney Tunes. Pero fuera de las gracias y parecidos obvios, las unidades de ACME Audio despliegan una total seriedad junto a un empaque militar, que destaca por «su robusta y concienzuda construcción y su fabricación punto-a-punto, que huye de placas PCB», nos señalan desde Funky Junk, distrobuidores de la marca para España.
La nave estelar del fabricante es el opto-compresor/limitador monofónico a válvulas Opticom XLA-3 MKII, equipado «con una célula óptica ultra-rápida que acelera de una forma drástica la respuesta del sensor óptico».
Dispone de tres modalidades de respuesta -‘fast’, ‘normal’ y ‘slow’-, que tienen una correspondencia directa con los tonos que es posible conseguir, a saber de resultados «más limpios», «de mayor riqueza armónica» o «más sucios». Se trata de un equipo con electrónica basada al cien por cien en válvulas, en concreto con las referencias 12AT7 (x2), 12AX7 (x2) y 12BH7.
ACME Audio, también en formato Series 500
Por su parte, la unidad Opticom XLA-500 es la variedad para la exitosa Serie 500 de Opticom XLA-3 MKII: en su caso brinda el comportamiento de su hermano mayor desde la comodidad y aprovechamiento espacial que facilita un minirack que sólo ocupa dos unidades 500.
Para acabar, la caja de inyección Motown DI WB-3 es la guinda para esta gama de equipos selectos en el catálogo de ACME Audio. Y no es de extrañar su provisión, porque se trata de accesorio imprescindible en cualquier estudio de grabación. A la postre «una recreación de la mítica DI utilizada en los 60 por la Motown para obtener su característico ‘sonido Detroit’ «, esta unidad WB-3 destaca por una distorsión clara que imprime un color mundialmente reconocido a todo lo que pases por su circuitería. Y por descontado, «aporta el carácter exacto de la caja de inyección original» si es lo que al final te importa.