Pocos trucos potenciarán tu tema de estilo trance, house o electro-clash tanto como el que te desvelamos a continuación: gruesas octavas para tus líneas de bajo, que conseguirán cimentar tu sonido y causarán que tus oyentes hagan cola para el baño…
El asunto de los bajos es algo peliagudo si te mueves en la esfera dance: deben ir filtrados, y eso afectará negativamente a su potencia. Con pulsos repentinos en graves (a semicorcheas, por ejemplo), en tu caso no habrá problema. Su timbre se percibe como más fino que el del propio bajo –que tiende a evolucionar más «a su bola»– por lo que contribuyen a un sonido mucho más ajustado y preciso. Tienes un ejemplo en el archivo de apoyo, donde un fragmento electro-house ejecuta un bajo ya de por sí potente sobre un par de loops. Por si acaso tanta «caña» llegase a cansarte, el filtro deja algo de espacio más adelante, escucha cómo la potencia se resiente al mover el filtro.
En el siguiente ejemplo, una secuencia pulsante se une al bajo. Aunque parece algo tímida, el caso es que provee el empuje adicional que necesitaba el tema: consigue que suene más compacto y definido. Usa un compresor para acentuar el efecto.
Para más ideas, inspírate en el álbum Confessions On A Dancefloor de Madonna.
Descarga el archivo de apoyo.