La beatmachine Behringer RD-6 es una compañera ideal para el sinte de bajo TD-3 lanzado a finales de 2019 –Roland lo hizo antes, sí, pero sólo Uli es capaz de reeditarlo…
Parece que Behringer vuelve a hacer de las suyas, con sus características maniobras de resurrección vintage para el clamor de las masas. Y esta vez cierran una semana de grandes novedades con Behringer RD-6, una versión clónica de la caja de ritmos clásica Roland TR-606. Su aprovechamiento de la atención mediática de Winter NAMM Show también ha incluido los lanzamientos de los conjuntos de módulos Eurorack System 100 y System 55, con otras referencias de Roland (y Moog) bajo su foco clonador-revivificador.
Y si hace sólo pocas semanas nos sorprendían con su propia bassline a lo TB-303 de nombre TD-3, lo apropiado era disponer también en su catálogo de la caja de ritmos de compañía en clave 606, que ahora ya sabemos que oficialmente recibe el nombre de RD-6. La habían agitado en teaser como adelanto, y bueno, sabíamos incluso que estaba formalizado un registro comercial del nombre –ahora Behringer RD-6 ya es toda una realidad.
Behringer RD-6 emana beats sabrosamente arcaicos
La estrategia y decisión de Behringer por ahondar en la vena analógica retro, continúa siendo uno de los temas candentes de este año recién inaugurado. También escuchábamos voces que ya pronosticaban la llegada del esperado clon de TR-909 por parte de Uli, que aún no ha visto la luz comercialmente (¿quién sabe si será mañana?).
Pero nosotros creímos estos días de atrás que todo apuntaba hacia TR-606: Una evidencia mayor de ello surgió por el hecho de que 606 estaba destinada a un empleo conjunto vis a vis con la línea de bajo TB-303 vía sincro DIN –vaya, sólo tienes que considerar el diseño similar de ambos productos. Así que a finales de 2019, TD-3 en clave TB-303 casi confirmaba la cercanía de Behringer RD-6.
Vista de un plumazo, Behringer RD-6
- Diseño de caja de ritmos completamente analógico
- Incluye ocho sonidos sintetizados de batería: Son los siete instrumentos originales de TR-606, más una palmada adicional tomada de Boss DR-110
- Salidas individuales para cada sonido sobre minijacks (tanto los platillos como los timbales comparten respectivas salidas agrupadas)
- Entrada de disparo ‘Start / Stop’, que incluso permite conectar un pedal de control a Behringer RD-6
- Entrada y salida de sincronización
- Dos salidas adicionales de disparo (trigger) que operan sobre los sonidos de timbal bajo y alto
- Salida global sobre jack mono de 1/4 de pulgada
- MIDI In y Out sobre conectores DIN de cinco puntas
- Secuenciador de 64 pasos
- Unidad de distorsión a bordo (un extra sobre la propuesta original de TR-606)
A pesar de ofrecer el listado anterior, aún no disponemos de las características técnicas confirmadas de Behringer RD-6 –aunque, bueno, sólo tienes que pensar en la clásica Roland TR-606 para hacerte una idea más que representativa. Ponle algunas mejoras en cuanto a MIDI, y ciertos matices exclusivos de sincro y trigger, para cuadrar la novedad.
En cuanto al precio, tampoco tenemos una comunicación oficial de Behringer, pero todo apunta a que igualará a la etiqueta de TD-3, en torno a 149€. En cualquier caso, no creemos que supere la frontera psicológica de los 199€.
Los beats añejos de Roland TR-606
Fabricada entre 1981 y 1984, la caja de ritmos Roland TR-606 es un fabuloso y mágico cerebro rítmico con tecnología analógica –aunque en detrimento de su valor, carece del factor retro de sus hermanas 808 y 909. El mencionado concepto de compañía para TB-303 hacía del dúo un sistema de acompañamiento básico para guitarristas en solitario, y mira qué fue una fortuna que éstos lo detestasen; al igual que otros equipos de Roland por la época, recibió cifras humildes de ventas, por no decir ridículas, que luego se multiplicaron sobremanera en el mercado de ocasión al convertirse en objetos de culto. Nosotros mismos vimos durante meses una TR-606 en el escaparate de una conocida cadena de tiendas musicales españolas, ¡por el ridículo precio de 59€!
La caja de ritmos original Roland TR-606 dispone de seis sonidos sintetizados, en la forma de bombo, caja, timbales alto y bajo, plato de corte, y platillos abiertos / cerrados (todos ellos están incorporados en Behringer RD-6). Provee además control sobre el nivel de acento para destacar ciertos golpes, y un conector de sincro para un sinte externo de bajo, sin rastro de MIDI. Tampoco hay control sobre el swing, y la salida es de lo más sencilla, en mono y sin canales individuales. Bueno, esto último no es del todo cierto, porque las pistas de timbales (‘Lo Tom’, ‘Hi Tom’) tienen salidas asociadas para el disparo de fuentes externas de sonido.
Un detalle curioso es que cuando tocas los platillos abiertos y cerrados al mismo tiempo, surge un tercer sonido diferente de charles. Es una ocurrencia feliz y acertada, en vista de que un baterista real nunca sería capaz de hacer ese tipo de disparo. También hay que decir que cuanto la salida de disparo o trigger está en uso, el sonido interno correspondiente sigue sonando con normalidad.