Antes de que pienses que firmando un contrato discográfico saldrás del binomio «sueldos bajos + hipoteca creciente», ¡párate a pensar! Se nos ocurren algunos factores a favor y en contra…
Muy lejos quedan ya los tiempos en los que, una inmensa cantidad de productores aficionados, se pensaba que conseguir un contrato discográfico estaba a su alcance -y lo más importante, aspiraba a ello con un total convencimiento de su éxito potencial. Si bien conocemos muchos casos de fracaso y desengaño, la posibilidad aún existe; y seguirá siendo una opción, de hecho, mientras haya compañías que hagan de la música un negocio.
Si te encuentras ante uno de esos momentos de oportunidad con una oferta para firmar un contrato discográfico, o lo sigues buscando después de todo, creemos que podría ser beneficiosa para ti una valoración de todo lo que podría estar envuelto, para bien o para mal. Por tanto, aquí llegamos con un resumen práctico de algunas ventajas e inconvenientes.
Cinco detalles a favor
Lo mejor de firmar un contrato discográfico es que, idealmente…
- La compañía suele entregarte un anticipo para llevar adelante tu proyecto
- Esa compañía te meterá en un estudio «pro», con un productor famosillo y lujosos racks
- La compañía te promocionará en varios sitios, medios y plataformas
- Te involucrará también en una gira, con lo que crecerá tu base de seguidores
- Adquirirás más confianza en tus posibilidades como creador y artista
Y cinco argumentos en contra
No merece la pena que firmes un contrato discográfico porque, entre otras cosas, …
- Sólo ganas pasta cuando las ventas amortizan los costes de grabación, publicación, márketing y difusión
- Creemos que es mejor grabar el disco en un estudio casero, conservando el copyright y la autenticidad de tu sonido
- Puedes auto-promocionarte sin límites a través de Internet y sus redes sociales
- También basta con Internet para el trabajo de márketing, distribución, anuncios de giras y el contacto con tus fans
- Eres bueno tocando, pero no te planteas / necesitas / puedes vivir de ello
La moraleja del contrato discográfico
Te interesa lanzarte a la piscina si piensas que un contrato potenciará las posibilidades de tu proyecto, y crees que cuentas con las habilidades para sobrevivir al juego mediático, artístico e interpersonal que supone vivir la mitad del tiempo en una cabina de grabación y el resto de gira en un bus.
¡El contrato discográfico sólo marca el inicio de todo eso!