Quizá te cansen ya el MP3 y el streaming con pérdidas; un horizonte de esperanza es el dibujado por los formatos de audio de alta resolución –pero, ¿cuál es la realidad de este asunto?
Qué te contamos en este reportaje…
- Para expertos de nicho: El sonido con calidad audiófila
- Visitando el cielo de la audición: Las fortalezas del audio de alta resolución
- Un rápido vistazo a los formatos más populares de audio en alta resolución
- ¿Mejoran la calidad del sonido estos formatos de audio en alta resolución?
- ¿Qué géneros de música popular se benefician del audio de alta resolución?
- El disfrute del audio de alta resolución para los oídos más selectos
Hoy día, los formatos de audio de alta resolución como DSD, MQA, DXD, Blu-ray Audio y otros, representan las fronteras de la calidad y fidelidad auditiva. Estas tecnologías innovadoras prometen reproducir la música con una profundidad, complejidad y belleza sin precedentes, convirtiendo la experiencia de escucha musical en algo sorprendentemente nuevo.
Y cuando pensamos en audio de alta resolución y sus posibles formatos, tanto físicos como de archivo que garanticen el intercambio y la difusión, es inevitable pensar en la calidad audiófila del sonido.
Para expertos de nicho: El sonido con calidad audiófila
Un debate interminable tiene lugar cada día en los confines de la comunidad audiófila sobre los mejores formatos, equipos, grabaciones y méritos subjetivos de los diferentes enfoques del audio de altísima fidelidad. Y además, las opiniones tienden a variar ampliamente entre los audiófilos dedicados.
Pero entrar en ese mundo no es fácil ni barato. Por un lado, los formatos de audio de calidad audiófila, junto al contenido y el equipo necesarios para experimentarlos adecuadamente, representan el extremo superior del mercado y son vendidos a un precio premium. El equipo y los medios audiófilos suelen ser bastante caros debido a la electrónica avanzada que emplean y la ingeniería involucrada.
El equipo audiófilo –conversores Digitales-a-Analógicos (DAC) de alto rendimiento, amplificadores, auriculares y altavoces– es necesario para reproducir y apreciar adecuadamente el audio de alta resolución en calidad audiófila. Y al mismo tiempo, la súper alta fidelidad sólo es aprovechable mediante el uso de equipos de audición de altísima gama, con un coste de miles de euros (dejémoslo ahí).
Luego habría que identificar el ámbito, ponerle una cifra en cuanto a la aceptación universal. Y en este sentido, si bien la popularidad y la selección de contenido de formatos como MQA ahora es creciente, el audio de calidad audiófila continúa siendo un área de interés de nicho que, principalmente, apela a los entusiastas de la música muy dedicados y los audiófilos hardcore interesados en maximizar la fidelidad. Así las cosas, es posible asegurar que el mercado actual es todavía microscópico en comparación con el consumo de música generalizado.
Hay otra valoración notable, y es la de los beneficios marginales: Para muchos oyentes, la calidad audiófila del audio de alta resolución puede ser asombrosa; pero en último término, los beneficios sobre los formatos de alta calidad sujetos a pérdidas son marginales o insignificantes para la mayoría del contenido musical y los entornos de audición. Es por eso que los formatos audiófilos están dirigidos en realidad a aquellos oyentes altamente sensibles y que centran sus esfuerzos en optimizar la fidelidad auditiva, controlando todo su equipamiento.
Algunos formatos como DSD son valorados porque ciertos críticos influyentes les atribuyen una cualidad «analógico-perceptual«; así llegan a decir que suenan con más calidez, riqueza y naturalidad que el audio en calidad CD estándar…
Visitando el cielo de la audición: Las fortalezas del audio de alta resolución
El sonido de calidad audiófila utiliza formatos avanzados de audio en alta resolución como DSD (Direct Stream Digital), DXD, DFF, MQA, y otros, sobre los que más adelante os damos más información particular. Con el fin de obtener más detalles, profundidad y un rango dinámico ampliado. estos formatos proporcionan tasas o frecuencias de muestreo muchísimo más altas (de hasta 22.4MHz frente a los 44.1kHz del CD-Audio), y profundidades de bit o resolución de sampling mucho más grandes (hasta 32bit frente a los 16bit del CD).
Y cuando hablamos sobre la codificación y la compresión de datos sin pérdidas, nos referimos a que los formatos audiófilos con audio de alta resolución preservan la integridad total de los datos obtenidos durante el propio muestro empleado para la grabación. Como buena comparación (aunque horrible para tu oído), recordemos que formatos con pérdidas como el tan criticado aunque popular MP3, comprimen sobremanera los datos, y eso resulta en una importante pérdida de fidelidad. Algunos formatos populares sin pérdidas incluyen FLAC, WAV, AIFF, ALAC, DTS-HD, y MQA, por citar sólo unos dignos ejemplos.
Frente al apreciado «sonido analógico» que hoy mucha gente busca a través del vinilo y los sistemas equipados con previos y etapas de potencia basados en válvulas de vacío, algunos formatos como DSD son valorados porque ciertos críticos influyentes les atribuyen una cualidad de este tipo (analógico-perceptual); así llegan a decir que suenan con más calidez, riqueza y naturalidad que el audio en calidad CD estándar. Por su parte, el DSD en particular utiliza una profundidad o resolución de cuantización de 1bit, y eso resulta en un tono «analógico y tubular» muy distintivo.
Un rápido vistazo a los formatos más populares de audio en alta resolución
Continuando con el estándar Direct Stream Digital que Sony Corporation y Philips presentaron en 1997 –o sus siglas ya comentadas de DSD–, emplea frecuencias de muestreo de entre 2.8 a 22.4MHz en su codificación; y quedándonos muy cortos en esta comparación, ¡eso es muy superior al estándar CD-Audio Red Book de 44.1kHz! El formato de audio de alta resolución DSD usa la modulación delta-sigma y es empleado en los SACD (Súper-Audio CD), además de algunas descargas y/o streaming de audio de alta resolución (entre los pocos contenidos disponibles en comparación con otros formatos).
Por su parte, MQA (Master Quality Authenticated) es un formato híbrido de pérdida/ sin pérdidas que Meridian Audio presentó en 2014. Usa una compresión inteligente para proporcionar archivos de audio en calidad CD y alta resolución en tamaños más pequeños que los formatos competitivos. Y ganó el apoyo de Tidal, Qobuz, y otros servicios de música online. Tiene por objeto llevar la calidad de nivel de audiófilo a más oyentes y dispositivos, con la extensión de archivo «.mqa«.
Otras menciones ineludibles son para DTS y DTS-HD; desarrollados por Digital Theater Systems para el sonido envolvente y el audio de alta definición, hay que decir que DTS es un formato con pérdidas, mientras que DTS-HD incluye variantes sin pérdida. Ahora bien, su ámbito de compatibilidad es limitado, con usos extendidos en el parque instalado de receptores multicanal para Cine en Casa, y los equipamientos que bastantes audiófilos tienen en sus salas de escucha.
Entre los formatos de audio de alta resolución que calificamos de «esotéricos«, están DXD (Digital eXtreme Definition) y DFF (DSDIFF). El primero especifica tasas de muestreo razonablemente altas (hasta 384kHz, aunque lejos del alcance del productor musical medio), así como una resolución de hasta 24bit, en busca de una calidad teórica alta, aunque una distribución, compatibilidad y asequibilidad muy limitadas. En estos momentos, permanece sobre todo como un formato de «nicho obscuro», muy orientado a los audiófilos más dedicados.
Y por su parte, el segundo formato esotérico DFF es similar al anterior DXD, ya que asimismo especifica tasas de muestreo (hasta 768kHz) y profundidades de bit (hasta 32bit) ultra altas, pero con una relevancia práctica muy limitada más allá de la teoría; este formato soporta compresión con pérdidas, además, y es también un recurso para audiófilos aislados en su friquismo.
Por último, Blu-ray Audio (o High Fidelity Blu-ray Pure Audio, HFPA) utiliza discos Blu-ray estándar para brindar una calidad de estudio libre de compresión, a 96kHz/ 24bit o 192kHz/ 24bit, ideal incluso para la reproducción envolvente multicanal. El formato HFPA emplea audio de alta resolución lineal PCM, aunque de forma opcional también soporta compresión de datos con pérdidas en los formatos Dolby TrueHD y DTS-HD Master Audio. En cuanto a su reproducción, los discos HFPA son compatibles con cualquier reproductor estándar Blu-Ray, incluida una mísera consola Sony Playstation 3, por ejemplo.
¿Mejoran la calidad del sonido estos formatos de audio en alta resolución?
La respuesta a esta cuestión es… Depende. En realidad la calidad percibida depende de tu equipo y tus oídos. Los formatos de audio de alta resolución entregan un sonido más natural, detallado y dinámico que el CD, de eso no hay ninguna duda; pero esa experiencia es más perceptible para aquellos oyentes que tienen equipos y sistemas de audio de alta gama a su disposición. Sin embargo, la mayoría de gente notaría poca o ninguna diferencia en la práctica.
Respecto a su conveniencia de uso, radica en el propio formato empleado o elegido. DSD y MQA están disponibles en algunas de las principales plataformas de streaming, pero las otras opciones que hemos comentado tienen una distribución más limitada. Algunos formatos también requieren equipos de reproducción más complejos, como es el caso de los reproductores Blu-ray Audio.
¿Y cuáles son las opciones ideales? Para la mayoría de usuarios, MQA quizá sea la mejor opción, al proporcionar una excelente calidad de audio sin pérdidas a un precio asequible y con una amplia compatibilidad. Los audiófilos quizá prefieran DSD, mientras que High Fidelity Blu-ray Pure Audio es insuperable para la reproducción envolvente multicanal. En última instancia, la elección del formato perfecto depende de tus necesidades, equipo disponible, y gustos musicales.
¿Qué géneros de música popular se benefician del audio de alta resolución?
Son varios los géneros de música cuya escucha obtiene beneficios particulares al ser experimentada con formatos de audio de alta resolución. La música clásica, por ejemplo, y especialmente las obras orquestales, contiene una amplia gama de frecuencias que los formatos de alta resolución reproducen con una fidelidad asombrosa. Puedes escuchar sutilezas y matices que no son posibles a través de la calidad CD. Y muchos sellos audiófilos publican música clásica en DSD, MQA y otros formatos de alta resolución.
Al igual que la clásica, el jazz también despliega una amplia y compleja gama de sonidos que obtiene beneficios de las tasas de muestreo más altas y las profundidades de bit que soportan los formatos de audio de alta resolución. Así puedes escuchar instrumentos que florecen y respiran de una manera mucho más viva, multidimensional. Y son también muchos los artistas de jazz que ya están publicando su música en formatos como DSD y MQA.
Por otro lado, las grabaciones acústicas o «naturales» –que son realizadas principalmente con instrumentos acústicos o que capturan un sonido natural, crudo– tienden a brillar en los formatos de alta resolución. Es por tanto factible escuchar las cualidades acústicas de una manera mucho más auténtica, y menos comprimida. No es nada extraño, por tanto, que haya sellos centrados en música acústica y ambiental de alta resolución.
Todo cambió –en el mejor de los sentidos–, cuando Apple Music decidió abrir su compatibilidad en Junio de 2021 hacia el audio de calidad sin pérdidas (lossless), con soporte de Audio Espacial (Dolby Atmos)…
Las grabaciones de conciertos en vivo, especialmente las realizadas en una sala de calidad acústica, toman enormes beneficios de los formatos de alta resolución. Es así fácil sentirse sumergido en el espacio y escuchar todas las sutilezas de la actuación en directo de una forma mucho más realista y poderosa. Muchos conciertos en vivo ya están siendo reeditados o grabados por primera vez en formatos como DSD, MQA, y Blu-ray Audio –obviamente, la experiencia es mucho más intensa con una grabación directa que con un remástering.
Si bien la música pop y hip hop comprimida no obtiene grandes beneficios, el rock mezclado audiófilo de alta calidad grabado a través de equipos de muy alta fidelidad, puede sonar asombroso en Direct Stream Digital, Master Quality Authenticated, u otros formatos de audio de alta resolución. Y es así que resulta posible escuchar interacciones escondidas en la instrumentación, cualidades analógicas vibrantes, y una asombrosa profundidad de dinámica.
Algunos artistas audiófilos de rock y otros estilos alternativos ya están lanzando su música en formatos de audio en alta resolución a través de tiendas online especializadas como Bleep. Y esto podría ser como un tren que cada vez tome más velocidad… Con más usuarios sumándose a la experiencia.
El disfrute del audio de alta resolución para los oídos más selectos
En general, y también con referencias hacia la música electrónica y dance, cualquier producción que tenga mucha profundidad, detalle, matiz, dinámica, y rango de frecuencias, obtendrá beneficios de los formatos de audio de alta resolución. De hecho, las grabaciones de alta calidad de cualquier género musical pueden sonar increíblemente en DSD, MQA, DXD, o Blu-ray Audio.
La elección de un formato entre los que comentamos depende mucho de tus ambiciones, equipo y gustos musicales. Es por eso que cuando una propuesta tecnológica marca un antes y un después en la escena, merece ser muy tenida en cuenta por las audiencias… Desde Future Music creemos que todo cambió –en el mejor de los sentidos–, cuando Apple Music decidió abrir su compatibilidad en Junio de 2021 hacia el audio de calidad sin pérdidas (lossless), con soporte de Audio Espacial (Dolby Atmos), Y además lo ofreció a través de equipos asequibles como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores, y auriculares de consumo.
Aquello entonces era una novedad arrolladora, cuando hoy es ya algo cotidiano. Y fíjate que acaban de dar otro paso que conecta con audiencias exquisitas y, sí, ambiciones audiófilas: Desde el 28 de Marzo, Apple Music Clásico (Classical) ofrece la misma experiencia de riqueza audiófila con sonido de la máxima calidad a través de audio de alta resolución sin pérdidas en el ámbito rico y diverso de la música clásica, en su completa dimensión –como aquí te contamos.
Al final, lo que de verdad importa, es el disfrute amplio y conmovedor. Si estar al filo de la tecnología es el camino a seguir, pues mejor aún. Y si, además, es posible hacerlo de una forma directa y sin invertir demasiado dinero, pues… ¡Ahí está bien marcado el camino hacia el placer de nuestros oídos!
Quedaría por considerar el impacto que todo este asunto del audio de alta resolución pueda tener en tu audiencia de seguidores. ¿Y si lo aprovechases para encontrar una ventaja competitiva en la batalla por el tiempo de escucha que dedica tu público? ¿Y si eso, de alguna forma, generase una forma alternativa de fidelizar a una porción de seguidores que aún no tienes? Son opciones apasionantes, por descontado, pero mejor las dejamos para otro día…