¡Bienvenido a la plaga de muchos estudios domésticos! Por desgracia, la mayoría están montados en salas poco adecuadas, cuya acústica compromete una monitorización detallada y precisa…
Si tienes instalado tu estudio en un pequeño cuarto, quizá rectangular y con paredes de poco grosor, eres un candidato ideal para esta guía. Incluso podría ser que ya hayas notado divergencias importantes entre tu sonido, masterizado y aprobado, y el que escuchas finalmente en otros sistemas de audio (equipos de coche, cadenas hi-fi de amigos, incluso sistemas PA de clubes).
En tales casos, podría ser que estuvieses compensando la absorción de bajas frecuencias en la monitorización de tu habitación, añadiendo más graves sin darte cuenta. Para remediarlo, sigue estos cinco consejos…
Las frecuencias inferiores a 100Hz son problemáticas
Las habitaciones no tratadas acústicamente suelen tener serios problemas con las frecuencias por debajo de 100Hz, debido sobre todo a los modos resonantes de la sala y a la escasa absorción de graves que presenta la mayoría de materiales que suele haber en dichas salas (identifica otros problemas habituales en Acondicionamiento acústico de estudios de Florian Meindl).
Podrías mitigar ese efecto si colocas absorbentes de baja frecuencia o trampas de graves en las esquinas. Asegúrate también de que los monitores no estén demasiado cerca de las esquinas ni de las paredes. Las ventanas y las paredes finas ayudan porque suelen permitir que los graves las atraviesen -aunque eso moleste a tus vecinos.
Instalación de materiales absorbentes
Si no cuentas con la asistencia de un experto en acústica y su equipamiento especializado, el proceso de montar paneles absorbentes suele convertirse en un proceso de ensayo y error. Reproduce distintas ondas sinusoidales de baja frecuencia, con picos y valles de volumen, mientras caminas por la sala, e intenta colocar los paneles y las trampas de graves para igualar las cosas lo mejor que puedas, prestando especial atención a tu posición de escucha principal.
También se da el caso de ciertos problemas de alta frecuencia, quizás debidos al «filtrado en peine» que provocan las superficies que hay debajo de los monitores, como un mezclador de gran tamaño o la propia mesa de trabajo. Por desgracia, lo único que se nos ocurre para compensar dicho efecto de atenuación es que evites tener una gran superficie diáfana de trabajo. Esto demuestra los compromisos de monitorización que son inherentes a muchos estudios personales. Debes intentar conseguir la mejor acústica posible, pero está claro que siempre habrá límites para las mejoras.
Monitorización: aprovecha lo que tienes y conoces
En la practica, tienes que aprender a trabajar con lo que tienes. Analiza cómo suenan los CDs y archivos musicales digitales que más te gustan cuando los reproduces a través de tu sistema de monitorización, en tu estudio y en varios sistemas diferentes. Eso te ayudará a entender cómo cambia una mezcla según dónde sea reproducida.
Analiza tus propias mezclas sonando por los mismos sistemas y anota los cambios que harías para mejorar su sonido de forma notable. Así aprenderás las idiosincrasias de tu monitorización y podrás adaptar tu mezcla sobre la marcha. Te recomendamos que leas también nuestra guía rápida Sonido nivelado entre diferentes salas, para conocer técnicas que te vendrán bien a la hora de conseguir una traducción perfecta de tus mezclas.
No dejes de comentarnos tus recomendaciones y trucos para ampliar esta información… ¡gracias!