Una buena iluminación para tu estudio es un aspecto de vital importancia. Su correcta elección e instalaciónn influirá en tu confort, por extensión modificará tu productividad y creatividad, pero sobre todo, contribuirá o afectará a tu salud. Y debes saber que por «buena iluminación» no aludimos a estilo o diseño, sino a la cantidad idónea para tu entorno de trabajo musical…
Piensa que una iluminación insuficiente hará que tu vista trabaje de una forma incómoda, provocando fatiga visual, y posibles consecuencias en forma de dolores de cabeza y diversas irritaciones. Además, un exceso de iluminación artificial produce deslumbramientos, posibles reflejos en pantallas incidentes, por no hablar de un incremento en el consumo y en la factura del suministro eléctrico.
El deslumbramiento -es decir, la molestia que percibimos cuando la luz de un objeto es mucho mayor que la de su entorno- puede ser clasificado en dos tipos: perturbador, cuando una fuente intensa de luz resta claridad y contraste a tu visión; y molesto, caracterizado porque tus ojos reciben un exceso de luz que genera fatiga visual en pocos minutos.
Ponte en plan zen en cuanto al entorno de tu estudio y te imaginarás que todos estos inconvenientes acabarán por reducir tu capacidad creativa en el plano musical.
Niveles, lux y lúmenes
El lux (lx) es la unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades para la iluminancia o nivel de iluminación. 1lux equivale a un lumen por metro cuadrado. Así las cosas, si las fuentes de luz en tu sala o habitación suman 800 lúmenes, y ésta tiene una superficie de ocho metros cuadrados, la cantidad de iluminación expresada en lux será de 100lx.
La cuestión que nos importa ahora es saber si tal cantidad de iluminación sería la adecuada para evitar los problemas que hemos comentado y sus consecuencias. Los expertos recomiendan un nivel de iluminación general comprendido entre 200 y 300lx, aunque para una zona específica de trabajo (como una mesa donde tengas un mezclador, quizá un controlador hardware o un teclado MIDI), la iluminación ha de ser localizada con un nivel que llegue hasta los 500lx.
Cómo determinar la cantidad adecuada de luz para tu estudio
El gran problema es que las bombillas y demás elementos emisores de luz se comercializan con valores de potencia (vatios o Watios) y no con medidas de su flujo luminoso. Y lo que aún es peor, no hay una forma directa de realizar conversiones entre ambos valores, pues el flujo luminoso medido en lux depende de la potencia y de otros factores. Entre éstos figuran el tipo de bombilla, su temperatura de color, la focalización o reflexión, etc.
La siguiente fórmula te permite saber la potencia de una fuente de luz para conseguir una cantidad de iluminación expresada en lux, tras introducir la superficie en metros cuadrados de una determinada área de tu estudio y un valor de eficiencia luminosa según el tipo de bombilla que emplees.
Ten en cuenta que el tipo de bombilla que emplees impondrá un valor diferente de eficiencia en lúmenes por cada vatio consumido. Las bombillas incandescentes de tugsteno -cuya venta ya está prohibida en la UE- tienen una eficiencia de 12 a 18 lm/W. Las lámparas halógenas entregan más luz por cada vatio que consumen, y así su eficiencia está entre los 16 y 24 lm/W. La iluminación con lámparas fluorescentes es aún más eficiente, con valores comprendidos entre 45 y 75 lm/W (promedio de 60 lm/W). Por su parte, las lámparasLED son las más rentables, dados sus valores de eficiencia entre 30 y 90 lm/W.
Imagina que tu área principal de trabajo será iluminada por dos flexolámparas con bombillas de bajo consumo (fluorescentes), para conseguir una cantidad recomendada de 450lux en una superficie total de cuatro metros cuadrados. Aplicando la fórmula anterior obtendríamos el siguiente resultado:
Es decir, dado que tendríamos dos lámparas en el ejemplo que estamos comentando, cada una debería llevar una bombilla de bajo consumo de 15w.
Algunas recomendaciones adicionales
La luz directa aprovecha casi toda la iluminación de una lámpara, aunque puede resultar muy molesta para la vista y generar una mayor fatiga visual. En cuanto a la luz indirecta mediante reflexión, su empleo conlleva un mayor consumo de energía, pero la posible fatiga visual que se genera es menor.
Nuestra última recomendación es que intentes saber el valor del flujo luminoso en lux de tus fuentes de luz, y que elijas el tipo más apropiado según la superficie de tu estudio y el método de iluminación que tengas (directo o indirecto).
El rendimiento de tu sistema de iluminación tendrá una repercusión directa en tu confort creativo, en la factura de suministro y, lo más importante, tu salud visual.