La elección del micrófono es un factor vital para capturar un buen sonido cuando te dispones a grabar voces
Hay dos tipos principales de micrófonos: dinámico y de condensador. Los micros dinámicos son ideales para soportar altos niveles de presión como amplis de guitarra y baterías, tanto en el estudio como en directo. Los micros de condensador suelen tener una mayor sensibilidad, y por tanto son a menudo los preferidos al grabar voces en el estudio. Permiten capturar de forma fiel el amplio abanico entre un ligero susurro y un grito de rock.
El músico de ordenador tiene que tomar, además, una segunda decisión a la hora de grabar voces: si usará una cadena de señal tradicional (micro analógico, previo e interface), o hará uso de la comodidad «conectar y listo» que brinda un micrófono USB. Éstos cuentan con su propio convertidor analógico-digital, lo que permite conectarlos directamente a un puerto USB.
Como ocurre con casi todo, la regla rápida es usar el mejor método que te permita tu presupuesto. Pese a que un micro USB ofrece gratificación instantánea con poca complicación, la calidad puede ser menor si se compara con la de un buen micro XLR conectado a un interface decente, con buenos conversores A/D.
Están disponibles en el mercado muchos micrófonos de buena calidad a precios asequibles, de compañías como sE Electronics o Røde. Si al final tomas el camino USB, se consiguen resultados decentes con micros que cuestan menos de 150 euros.
Extras especiales
Para obtener los mejores resultados, necesitarás algún elemento extra. Un soporte anti-vibraciones te ayudará a reducir el ruido causado por las vibraciones del pie de micro. Y al igual que el filtro anti-pop, los auriculares son esenciales, a ser posible de tipo cerrado (closed-back) para reducir el ruido que se puede colar en el micro -cuando el micrófono captura el sonido procedente de los auriculares.
En la actualidad hay varios tipos de «reflexion filters» disponibles, diseñados para el músico con poco espacio. Se trata de pantallas acústicas semi-circulares portátiles, que se colocan en el soporte de micrófono y envuelven al micro para reducir las reflexiones no deseadas.
Encontramos este tipo de filtros muy beneficiosos para la voz, pues permiten capturar un sonido más natural, íntimo y enfocado –merece la pena hacerte con una de esas pantallas. Si esto cae fuera de tu presupuesto, puedes obtener resultados parecidos usando mantas y colchas gruesas, para construir una pantalla acústica improvisada alrededor del micro.