Cómo saber si tu estudio tiene problemas acústicos, y dos remedios rápidos y sencillos como solución

Ya sabes que una buena acústica es clave en tu entorno de producción, pero ¿cómo puedes estar seguro de que deberías mejorarla y, en tal caso, qué podrías hacer sin complicarte demasiado?

Lo hemos dicho hasta la saciedad: La acústica de tu estudio puede comprometer o favorecer la calidad de tus producciones musicales y de audio. Y es que las decisiones creativas que tomes, ya sean de mezcla y producción, o incluso de mástering, siempre estarán condicionadas por lo que escuches y cómo lo escuches.

Antes de escribirte sobre este asunto en este post, numerosas cuestiones surgieron en nuestro reciente clínic de monitorización junto a Zígor López y ADAM Audio, cuyo vídeo tenemos incrustado a continuación…

Identifica problemas acústicos de estas dos maneras, y adopta soluciones

En esa situación particular de FutureMusic media[LAB] hablábamos sobre posicionamiento, ajuste y calibración de monitores, con algunas nociones sobre mejora y acondicionamiento acústico, de paso. Y es sobre este asunto en particular, que vamos a mencionar información práctica importante para la detección y la corrección rápidas, sin complicarte demasiado. Vamos allá…

La prueba de la palmada

1. Cuando das una palmada, notas una molesta «resonancia» de alta frecuencia, causada por una onda densa de rápidas reflexiones que impide mezclar los agudos en buenas condiciones. ¿Tus charles y platos no suenan tan crujientes como deberían? Ahí tienes el motivo.

La prueba de la silla (o sillón)

2. Siéntate en la posición de escucha habitual y ajusta los graves a tu gusto. Luego aléjate de los altavoces, ¿percibes una cola de graves más cálida y más profunda? En tal caso, las bajas frecuencias se acumulan en las esquinas y regresan reflejadas hacia la sala.

Si tus mezclas andan cortas de graves cuando las reproduces en otro sitio, es que trabajas en una burbuja artificial que realza las bajas frecuencias –sin saberlo, cortas graves para compensar las deficiencias de la sala.

Del mismo modo, si tus mezclas suenan cargadas de graves en otros sistemas, la posición de escucha no refleja muy bien el contenido en bajas frecuencias de tus temas –lo cual te anima a enfatizar en exceso la cola de graves para recuperar las frecuencias que se «traga» la sala.

El remedio

3. ¡Cancela las reflexiones de alta frecuencia y el realce de graves mediante la aplicación de un tratamiento acústico! Elige una solución de índole profesional como las que ofrecen nuestros amigos de Reflexion Arts, especialistas en acondicionamiento acústico; o si los problemas de tu sala fuesen más fáciles de atajar, aplica alguna de las correcciones más rápidas y sencillas que comentamos en el siguiente apartado.

Alternativas – Dos remedios rápidos y sencillos para mejorar tu acústica

En aquellos casos de salas de producción musical que no presenten grandes problemas (domésticas sobre todo), estas recomendaciones podrían darte remedios fáciles y económicos que cambiarán tus producciones para siempre…

Soluciones vocales

A. Cuando sólo vas a grabar voces en directo, te sugerimos que utilices un filtro reflector como los que en su día popularizó sE Electronics. Su modelo popular y patentado Reflexion Pro (de nombre comercial RF Pro, 219€), adopta la forma de una pantalla curvada que rodea al micrófono, evita que las reflexiones de la sala se cuelen por el micro y aporta un sonido de «cabina vocal» profesional.

Colócalo sobre un soporte, pon alguna mampara (una cortina, por ejemplo) detrás de ti, y listo. Por cierto, el paquete sE X1 S incluye un micrófono de voz X1, un panel Project Studio Reflexion, y un cable de tres metros por 259€.

Mobiliario

B. Los paneles acústicos quedan genial, ofrecen protección frente a incendios (son ignífugos) y salen baratos, aunque también serás capaz de corregir muchos problemas sin gastarte ni un euro.

Cuelga cortinas (y mantas) de bastante grosor en todas las superficies planas para mitigar las reflexiones. Además, es posible improvisar una cabina vocal con tres colchones (colocados de pie), y pegar otros cuantos de gomaespuma en las esquinas a modo de trampas de graves. Por último, coloca un sofá delante de la pared que tienes a tu espalda para atenuar la reflexión de las bajas frecuencias.

Lo que aquí comentamos está más en el lado de la sencillez y la practicidad operativa, pero te dejamos más información relacionada para que leas mucho más sobre este asunto. Piensa que nos referimos a un tema enciclopédico, así que todo lo que puedas saber, te vendrá muy bien sobre este asunto…