Esos inteligentes «cerebritos» científicos vuelven a sorprendernos: esta vez, en lo que parece ser el primer estudio realizado en este campo, los genetistas han descubierto que la habilidad musical está relacionada con los genes.
Un equipo de investigación compuesto por genetistas americanos y finlandeses estudió a un grupo de 234 individuos, correspondientes a diferentes generaciones de 15 familias. En concreto, probaron su habilidad musical con un test que medía sus capacidades para mantener un ritmo y medir el tono. Lee más sobre sus curiosos resultados tras el salto…
La facción americana de dicho equipo investigador comentó sobre sus descubrimientos: «Las regiones cromosómicas que encontramos conectadas con la actividad musical, también están relacionadas con la migración de neuronas durante el desarrollo adolescente. Y nuestro estudio también desveló que tal ADN ‘musical’ se solapa con una región que, a su vez, sabemos que está asociada con la dislexia. Ese hallazgo nos sugiere que el lenguaje y la música tienen en común un trasfondo evolutivo».
En fin, para entendernos entre gente que sabe de creación musical y poco de ciencia… Lo que este estudio realmente viene a decirnos es que nuestra destreza musical (o la falta de la misma) es otra de las cosas por las que tenemos que agradecer (o culpabilizar) a nuestros queridos papis. Vaya, alguien me contó una vez que Jean-Michel Jarre tenía serios problemas de entendimiento con su padre, Maurice Jarre. Pero ya vemos que la herencia genética no entiende de malos rollos