Los reproductores de música MP3 prometen ser uno de los regalos más sonados de la próxima navidad. De hecho, la fiebre del iPod, extendida por Apple en todo el planeta, ha causado que sean numerosos los usuarios que desean «vestir» su colección de música para escucharla en cualquier lugar.
Estos dispositivos ya han sido bautizados como los «walkman del siglo 21», sustituyendo al famoso dispositivo al que robaron su apodo popular. La pena es que, esta vez, Sony ha llegado tarde… Las arrolladoras ventas de iPod en todo el mundo, parece que noquearon la tradicional innovación de Sony –la inventora del concepto Walkman aún no dispone en su catálogo de un reproductor digital que haya logrado ventas masivas.
Por otro lado, las tiendas de descargas musicales online atraen la atención de los compradores de música –una precisión necesaria sobre la condición de consumidores–, que hasta ahora compraban su música en tiendas físicas o a través de tiendas virtuales de CDs. En este sentido, Apple volvió a marcar la pauta tras rebasar en Julio el horizonte de los 200 millones de temas descargados desde su tienda europea iTunes Music Store.
Así las cosas, no es de extrañar que compañías como Microsoft estén a la caza de este fenómeno que está demoliendo la industria del CD. De hecho, Microsoft pretende lanzar en Diciembre su propio reproductor. Se llamará Zune, y su comercialización se iniciará en Estados Unidos.
Las tiendas de descargas musicales han dado un giro de tuerca a los métodos de compra, aportando comodidad y flexibilidad para los amantes de la música, a quienes se ofrece la posibilidad de confeccionar su menú sonoro a razón de unos 99cents por canción. Sin embargo, cualquier poseedor de una conexión ADSL sabe que hay numerosas formas de escuchar música en la Red. Los canales temáticos de Shoutcast ofrecen música gratis, 24 horas al día. Y no hablemos de los sistemas P2P para intercambio de archivos o de los portales promocionales, o de…
En fin, la abundancia de música en la Red es casi un estorbo, y en comparación, el ofrecimiento de 74 minutos de pistas en un CD parece ahora un esfuerzo mínimo por parte de los sellos y los artistas. Esta realidad nos obliga a ser innovadores como creadores. Extendamos el arte al uso generoso de los formatos, o al empleo mismo de toda esta tecnología para difundir nuestra música, pero sin morirnos de hambre en el intento.
José Antonio Álvarez dirige las revistas Future Music y Computer Music.
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