La evolución de Factorsynth 3 queda materializada ahora en una poderosa herramienta creativa para la consecución de texturas sonoras, ritmos fuera de lo común, y mucho más…
Esta misma semana, presentábamos la evolución de Factorsynth 3 y su paso desde dispositivo de efectos M4L (Max for Live) en Ableton Live, hacia un instrumento plugin en formatos VST/ AU y como sintetizador autónomo. Y es un instrumento/ procesador visionario que llega del estudio parisino Anemond, con el intrépido desarrollador independiente J.J. Burred al mando.
Así que hechas las presentaciones (o el recuerdo de hechos y personas), llega el momento de ponerlo a prueba y ver si realmente cumple las expectativas que promete. Y la verdad es que con sólo ver los vídeos promocionales y escuchar algunas demos que tenemos incrustados en la noticia, ciertamente nos vienen a la mente muchas situaciones creativas con este inusual instrumento y efecto.
De efecto a instrumento independiente: La evolución de Factorsynth 3
Como decíamos, esta tercera versión de Factorsynth es presentada en los formatos plugin VST3 y AUv2; pero también llega ahora como instrumento independiente de funcionamiento autónomo. Así que optamos primero por esta opción para ver cómo responde.
La configuración de nuestro teclado MIDI resulta sencilla e inmediata, y de esta manera, Factorsynth 3 es también un inusual sampler. Con el accesible botón ‘Audio/MIDI Settings’ nos disponemos a lanzar notas a nuestro antojo.
Tras el primer contacto visual, Factorsynth 3 parece un poco enrevesado. Y no lo decimos por su panel de control. En ese aspecto, la distribución de los elementos parece correcta y cada sección junto a sus elementos está muy bien definida. Su tamaño reescalable ayuda mucho también cuando trabajas sobre grandes pantallas o tu vista anda algo resentida… ¡No hemos podido calcular el máximo zoom, pero su panel gráfico creemos que tiende a infinito!
Un sampler que en realidad no es un sampler
La sección principal de Factorsynth es el corazón de este instrumento/ sampler/ procesador de efectos. El panel ‘Main‘ es dónde arrastraremos o exploraremos nuestras muestras de audio WAV, AIFF, MP3, e incluso OGG. A efectos prácticos, puedes considerar esta ranura ‘Main‘ como tu sonido y ‘portador’ principales.
‘X-Syn‘ a su derecha provee el audio que será combinado con el de ‘Main‘, y de hecho resulta ser dependiente de éste. No podemos cargar ningún sample, sin cargarlo previamente en ‘Main’. Y una vez seleccionados nuestros sonidos a combinar, empieza la magia, o lo que Factorsynth 3 llama «factorización».
El orden de los factores sí altera este resultado
El proceso de «factorización», deconstruye las muestras de audio en elementos espectrales y temporales utilizando un algoritmo basado en métodos de Machine Learning (Aprendizaje Automático), un campo destacado en la tecnología de Inteligencia Artificial.
Siendo más claros y para entendernos, si cargamos un bucle de batería, por ejemplo, muy posiblemente lo descomponga en elementos simplificados (como bombo, caja, hihats y demás), siempre y cuando los parámetros ajustados vayan en esa línea. Y aún así, desde Anemond destacan que Factosynth no es un generador de stems a partir de archivos estéreo, dejemos eso bien claro.
Si nos da por cargar un pad multitonal o una secuencia de voces, posiblemente consigamos una colección de texturas y tonalidades independientes que suenan muy interesantes por sí solas. O si la muestra sonora de origen es pobre en elementos, quizá escuches añadidos en forma de ruidos o frecuencias extras.
Dependeremos de los parámetros que asignemos en las secciones de Factorsynth 3, aunque sí es cierto (y esto es soberbio y mágico) que casi siempre conseguiremos resultados tan sorprendentes como inesperados…
Elementos espectrales con Factorsynth –tú decides su número
El elemento ‘Components‘ es otro factor clave. Básicamente, determina el número de líneas y columnas de la matriz, y por tanto, en cuántos elementos espectrales van a ser descompuestos nuestros samples.
Teniendo en cuenta que dichos elementos pueden ser desde dos hasta 30, la complejidad o sencillez del sonido final radica en tus elecciones. Y hay que tener precaución con los ordenadores y dispositivos más ajustados en cuanto a hardware, porque a mayor número de «factorización», más consumo de memoria ocasionarás. Lo bueno es que Factorsynth 3 siempre mostrará un aviso al respecto cuando empecemos a exigir un mayor número de componentes de análisis.
Lo de los stems lo decíamos porque, a priori, alguien pensará que Factorsynth 3 podría separar en elementos una muestra de audio compleja (como una canción) y darnos voz, bajo, batería, y demás como elementos aislados… Eso no es así, ya que en la práctica dependeremos de los parámetros que asignemos en las diferentes secciones de Factorsynth 3, aunque sí es cierto (y esto es soberbio y mágico) que casi siempre conseguiremos resultados tan sorprendentes como inesperados.
Elementos espectrales en el tiempo
Una vez analizadas las dos muestras sonoras, aparecen las columnas de elementos en el tiempo ‘T-Shapes‘ o ‘Time-Shapes‘; por su parte, los elementos espectrales son definidos como ‘Spectral Shapes‘ o ‘S-Shapes‘, y las correspondientes matrices de puntos nos permiten combinar las formas T y S, o dibujar patrones con cualquier propósito musical. E incluso disponemos de una opción para bloquear esos puntos, hacer solo o echar mano de seis presets habituales para las matrices.
Cada elemento dispone de control de volumen y, en el caso de los elementos temporales, también incluyen control de panorama y flechas para generar un offset –es decir, un desplazamiento en el tiempo de la forma de onda de ese espectro. Puedes ver estas opciones como una sencilla forma de generar nuevos ritmos, melodías y modificar aún más la muestra original.
Desde la sección ‘Main‘ accedemos a la vista de la forma de onda de entrada y de salida (combinación de los dos samples), así como a controles para la cuantización y aleatorización de parámetros sobre los elementos temporales.
Entra en la matriz de Factorsynth
Una opción más y también otra agradable sorpresa, es la de poder dibujar con un puntero en forma de lápiz sobre la forma de onda de cada elemento. En este momento es cuando el potencial para el diseño sonoro es multiplicado en Factorsynth 3. Y es que al dibujar sobre ese elemento espectral o temporal, modificamos de una forma profunda el audio original y logramos resultados deliciosamente extraños.
Pero tranquilo, porque si la cosa se desmadra, cada elemento dispone de su botón ‘Reset’ para volver a la normalidad, y entonces es como si nada hubiese pasado. Borrón y cuenta nueva, como suele decirse.
Las dos matrices de Factorsynth 3, ‘Main’ y ‘X-Syn’, serán nuestro lienzo de composición. Ahí dibujamos patrones para crear ritmos, secuencias de texturas o, simplemente, jugaremos aleatoriamente hasta conseguir resultados satisfactorios.
Y es aquí donde descubrimos la grandeza de Factorsynth 3 como herramienta para diseño sonoro. La forma más directa de comprobarlo es cargar en ‘Main‘ un loop rítmico, y en ‘X-Syn‘ un colchón o pad, una muestra vocal sostenida, o cualquier elemento melódico con muchas tonalidades y una larga duración.
Cada muestra cargada es descompuesta en sonidos sobre el espectro de frecuencias, que luego son mezclados delicadamente entre sí –así que el resultado está más cerca de la síntesis hibrida que de los caminos de un sampler al uso…
Así quedamos sorprendidos con los resultados obtenidos
En este ejemplo, utilizamos sólo la matriz de ‘X-Syn‘ y sus elementos espectrales. Y de forma automática, nuestro bucle de batería cambia su sonoridad por otra totalmente diferente. El bombo, la caja, y el resto de elementos percusivos, ahora son un conjunto de chops vocales (o sintéticos) que están generando un bucle melódico al ritmo de la batería aplicada. Si a ello añadimos la matriz de ‘Main’, obtenemos un refuerzo percusivo más contundente.
Suponemos que la anterior situación ya te da una idea de a qué nos referimos. Si activamos la opción ‘Sampler‘ en ‘Main’ o ‘S-Syn’ (o sobre ambos), tocaremos cada uno de los puntos de la matriz con las notas de nuestro teclado MIDI. Y de nuevo podremos volver a recomponer ese patrón sonoro y tocarlo a tiempo real.
Lo maravilloso de Factosynth 3 es que puedes crear secuencias, drones o bucles rítmicos de una manera orgánica y fluida. Pero ojo, no hablamos de un sampler que lanza sonidos rebanados de manera abrupta. Y es que aquí cada muestra cargada es descompuesta en sonidos sobre el espectro de frecuencias, que luego son mezclados delicadamente entre sí. Así que el resultado está más cerca de la síntesis hibrida que de los caminos de un sampler al uso.
El panel de control ‘Master’
Sobre las columnas de los elementos espectrales ‘S-Shapes’, tenemos el panel maestro de volumen, carga y guardado de presets, así como los parámetros de análisis para el momento de la «factorización». Y es muy interesante la sección ‘Export‘.
Desde ‘Export‘, como sugiere su nombre, exportamos el resultado de nuestros experimentos sonoros, obviamente. Y lo hacemos en una de tres formas muy prácticas: ‘Selected‘, ‘All‘, y ‘Bounce‘. En esta última obtenemos un archivo WAV cuya duración está definida por la del sample ‘Main‘.
Con las opciones de ‘Selected‘ y ‘All‘, el asunto es un poco más avanzado. Factorsynth 3 creará una carpeta con la fecha y hora de la exportación, más la terminación ‘.components’ con los elementos seleccionados en la matriz como audios separados; y en el caso de ‘All’, serán todos los puntos de ambas matrices.
Es mejor tener cuidado con esto, porque si eliges exportar todo y tu matriz, por ejemplo, es de 8×8 (multiplicado por dos matrices), acabarás con una carpeta llena de 128 muestras de audio. Y quizá no necesites la mayoría de ellas. Es por eso que te recomendamos mucho más el empleo de la opción ‘Selected‘; o bien la más sencilla y menos problemática, ‘Bounce‘.
De hecho, nos parece fabuloso que sea posible exportar de forma aislada cada sonido de la matriz. Y es que en pocos segundos, tendrás una nueva colección de sonidos de corta duración, perfectos para cargar en cualquier sampler de baterías, o incluso en sintetizadores de tipo wavetable (tabla de ondas) –la verdad es que un sueño para cualquier diseñador sonoro.
Factorsynth 3: Buenas sensaciones y mucho que contar
A grandes rasgos, este es el satisfactorio potencial de Factorsynth 3, y bueno, si nos dejamos algo por repasar, no afecta a su idea general y cometido. Queda claro que estamos ante una impresionante herramienta creativa. Cumple su función y lo hace de forma excelente.
La posibilidad de generar tus sonidos únicos y originales a partir de la inteligente mezcla entre ambos, es una fuente de inspiración constante. Y la verdad es que durante nuestra prueba, cuanto más utilizábamos Factorsynth 3, más ideas nos generaban sus resultados.
Tenemos que decir que esta primera toma de contacto ha sido algo dura. Y es que comprender qué hace cada parámetro y qué significan, lleva su tiempo; pero en cuanto aprendes esos pocos conceptos y entiendes cómo funciona, te vuelves más avispado en la selección de qué samples vas a combinar. Y es cuando los resultados saltan como nuevas ideas para empezar un tema o mejorar los elementos de otro que tenías a medias…
Además, no tenemos la más remota duda de que Factorsynth 3 es un soplo de aire fresco para las labores de diseño sonoro. Y es así por su forma de hacerlo y los resultados que ofrece. Por su fabuloso modo ‘Export‘, por su edición libre dibujando ondas, y por el novedoso análisis de «factorización».
Si disfrutas del diseño sonoro y de crear tus propios sonidos, si lo tuyo no son los presets y los bancos prefabricados de sonidos, este puede ser tu sintetizador-sampler y herramienta de recursos originales y diferentes.
Prueba la demo para terminar de convencerte (aunque limitada a 20 minutos), o bien hazte con una copia directamente en el sitio web de Anemond. Su precio es de 80€ / 86$ para nuevos usuarios, o bien de sólo 20€ si ya eras usuarios de la versión 1/ 2 de Max For Live para Ableton.