Desde Beyonce o Alicia Keys a Drake y Action Bronson: Maschine y Komplete Kontrol modelan el arte en la producción de Noah ’40’ Shebib -así son sus conceptos musicales y el trabajo intensivo en el estudio…
El flujo creativo es la clave, al tiempo de ofrecer un máximo de autenticidad artística a través de una aparente simplicidad de métodos. Es el concepto y la filosofía del trabajo en el estudio de Noah ’40’ Shebib, el productor ganador del Grammy (2013, Mejor Álbum Rap) que está tras el sonido de las producciones innovadoras de Drake.
El detonante de este contenido es el nuevo vídeo oficial que Native Instruments acaba de presentar, y donde podemos ver al productor estelar de Toronto hablando sobre sus técnicas y trucos de producción, y de cómo los mágicos sistemas Maschine y Komplete Kontrol encajan a la perfección en su concepción creativa.
El bueno de ’40’ ha construido su estudio con miras hacia el derroche creativo, con una plataforma diseñada para soportar las inquietudes de la comunidad de productores de su zona. Una vez que los artirtas instalan el software necesario en sus portátiles, obtienen acceso a su configuración completa de estudio tras únicamente conectar un cable -este estudio es la casa natural de una nueva generación de creativos que incluye a Nineteen85 (Hotline Bling) y Majid Jordan.
El vídeo, que puedes ver sobre la imagen de apertura, presenta el empleo de Maschine y Komplete Kontrol en todas las fases del trabajo de Noah: desde la gestación de un proyecto en Maschine a la introducción de elementos melódicos desde un teclado S-Series; desde la elección de bits percusivos de librería, al esculpido de su sonido grabando automatización con efectos.
’40’ se sirve también de la funcionalidad ‘Arrastrar y Soltar’ de Maschine para grabar nuevos sonidos y ponerlos sobre el arreglo, ayudándole a crear su propia firma sonora. Mundialmente conocido por la sonoridad de Drake, Noah Shebib y su dominio se pueden escuchar en multitud de trabajos, como bien acreditan algunas producciones de Beyonce, Lil Wayne y Jamie Foxx, entre otros –escucha este playlist de Spotify como muestra de sus enormes capacidades como productor.
Te dejamos con la transcripción completa de la locución del vídeo, salpicada de técnicas y trucos de producción, visión artística y ardides para optimizar el trabajo creativo en el estudio…
«Ya se trate de diseño, artes visuales o música y composición: lograr simplicidad y autenticidad al mismo tiempo es una labor muy difícil…» -Noah Shebib
Búnker de guerra sonora para la incursión creativa
Aquí en Toronto estamos aislados, en nuestro propio mundo, y no viene mucha gente famosa. Es tranquilo y podemos centrarnos. Es como una base militar de ultramar en la que nos preparamos para la guerra. Cuando estamos listos, nos vamos a la guerra. Nadie lo ve venir porque no entrenamos a la vista de la gente.
Artísticamente, quería impresionar a cualquiera que entrase aquí, que se respirase la ciudad. Quería un ambiente muy creativo, de modo que nada más entrar percibas que puedes expresarte, que aquí aceptamos la creatividad. Y en lo técnico, es un lugar único porque lo construí con pasión. No lo monté con un plan de negocio. Lo creé para hacer historia, no para producir dinero. Hay que estar loco para hacer lo que he hecho aquí, salvo que quieras montar la sala de producción más brutal de la historia. Es justamente eso: una sala de producción.
La planteé en torno a Komplete Kontrol y Maschine de Native Instruments porque para eso está. Se viene a crear música. Puedes venir, traerte tu ordenador portátil y yo después enchufo un par de cables y ya estás conectado a Maschine, Komplete Kontrol, las pantallas, los teclados y la consola. No hay muchos estudios con tanta integración en los sistemas como este -porque soy productor. Así que lo monté pensando como productor.
Uno de mis objetivos al hacer música es que resulte fácil. Así surgió la música más alucinante que he hecho… La gente viene al estudio, se sienta y en los primeros diez minutos hacen esto y aquello… Y yo les digo: «¡Genial, ya está!». Ellos me miran en plan: «¿Cómo?» Les digo: «Ya está. Ya está, en serio, no hace falta más. Le daré forma y haré algo especial». Así ha salido la música más genial que he creado.
Con Drake, quiero que el músico sea la máxima prioridad a toda costa. Quiero que sean felices. Aunque desee mantener la integridad de mi trabajo, quiero darles a los músicos lo que quieren. Ellos son los que saldrán a escena a actuar. Son quienes tendrán ese álbum el resto de sus vidas y sus carreras.
Sonidos de firma personal sin prevalencia de agudos
Soy famoso por mi sonido subacuático de baja fidelidad: la gente cree que es un filtro paso-bajo, que sólo atenúo los agudos. Pero sobre todo, reduzco la frecuencia de muestreo y así quito agudos. Ni siquiera los muestreo. No existen. Cuando quitas esos agudos limpios y bajas la frecuencia de muestreo, queda casi más auténtico. Es diferente. Como si lo hubieras sampleado a partir de algo real.
Lo más importante era -volviendo a lo de centrarse en el músico y no en mí como productor- que en lugar de focalizar en mi música, quitaba todo un grupo de frecuencias para que el músico ocupe los agudos por completo, casi en exclusiva, mientras la música queda en la parte de graves, de un modo que nadie haría. La verdad es que muchos se quejarían: «No se puede hacer eso. Va contra las reglas, lo siento. No vamos a publicar esta canción, suena fatal… ¿Y los agudos?»
Fue cosa mía y de Drake. Queríamos algo distinto, un sonido que fuera único. Y tuvo éxito entre la gente. También es cosa de la coproducción de Drake, porque él es productor -es también responsable de esa simplicidad. Y es responsable de buena parte del sonido por el que se me conoce, aunque lo creásemos ambos.
Tengo muchas cosas. Muchísimos recursos, herramientas, sonidos y opciones. Puede resultar abrumador. Ahí es donde Maschine ayuda de verdad porque es como un punto de partida con todo muy bien organizado, pero básico en el proceso de trabajo. Sé dónde empezar y puedo seguir. No tengo que pensar mucho en el resto de cosas de la sala. Me sirve de inicio. Lo uso mucho, tanto al principio del proceso como al final.
Por ejemplo, en el tema final 30 For 30 Freestyle del álbum What A Time To Be Alive del proyecto Drake & Future, al final nos pareció que el álbum necesitaba algo más. Así que saqué Maschine, lo puse y… tac tac tac, acabado. Pienso que es genial para terminar cosas, pero también es un punto de partida.
Lo pongo con el metrónomo. Ese clic impulsa el tempo real de la sesión, y le añado acordes. Prefiero partir de la música más que programar la batería, que la música dicte cómo será la programación de la batería. Es muy poco habitual, sobre todo en hip hop. Cualquier productor partiría de la batería -yo lo hago al revés. Programo un clic al comienzo y empiezo a añadir cosas.
«Uno de mis objetivos al hacer música es que resulte fácil. Así surgió la música más alucinante que he hecho…»
Una cosa genial de Maschine y de mi proceso es que, tras programar algo, puedes cambiar los sonidos de batería tanto como quieras. Acabo haciendo buena parte de la edición con el propio Maschine. He publicado mezclas que aún contienen partes MIDI de Maschine. Ni siquiera he exportado el audio ni lo he sacado de Maschine.
Puede que sea una locura, seguramente tendría que exportarlo. Pero a veces he llegado lejos hasta el punto de decir: «La mezcla ya está. Suena bien». Eso sí, envío mis salidas de Maschine a faders independientes en Pro Tools. No viene de una mezcla estéreo -lo sitúo a mi gusto, y puedo manipular cada pista tras terminar con Maschine. Aún así, casi todo suena desde Maschine con mucha ecualización, filtros y efectos del propio sistema, con lo que logro un sonido distinto.
Recursos masivos bajo control para una mínima expresión auténtica
El año pasado, una de las mayores novedades fue Komplete Kontrol, porque en Komplete 10 tienes tantos instrumentos, sonidos, potencia, opciones… Resulta algo muy abrumador. Pero ahora de repente, pulsas un botón y ves todos tus sonidos, tus instrumentos. Cambias de patch con un clic. Un patch, otro, otro.
Puedo escribir «piano» y ver todos los pianos de todos los instrumentos. Cambio de patch con un botón. Es fácil de usar. Me da acceso a mi biblioteca, a mi arsenal. Ahora es mucho más sencillo, rápido e intuitivo. Me ayuda a crear mejor, y creo que es esencial para que avance el proceso de la creación musical.
Es lo más difícil de hacer música y de cualquier arte en general. Ya sea diseño, artes visuales o música y composición: lograr simplicidad y autenticidad al mismo tiempo es muy difícil. Así que hacer algo sencillo pero también bueno es dificilísimo.
Lo sencillo suele ser más real porque hay pocos elementos, no está recargado. La simplicidad es decir: «Esto es todo, desnudo mi corazón. No tengo más. Lo tomas o lo dejas. Así soy yo. Así somos».