Desde la composición musical hasta mástering, analizamos el impacto, las ventajas y los límites entre IA y Música. Empezamos con el papel de la Inteligencia Artificial en la composición musical
Ya no es cuestión de que guste más o menos: Lo cierto es que la Inteligencia Artificial está transformando la composición musical, desde la generación de melodías y armonías, hasta la creación de piezas completas en segundos.
Lo primero ya es visto por muchos productores musicales como una posible fuente de inspiración creativa; mientras que lo segundo, abre las puertas a diversas consideraciones, y casi todas de matizaciones oscuras, por decirlo así.
Surge entonces la crítica objetiva contra quienes siguen un camino demasiado fácil para crear música con algoritmos de IA, incluso con el fantasma de los posibles plagios ya atribuidos a los modelos generativos de IA en su entrenamiento…
¿Es la Inteligencia Artificial una herramienta para potenciar la creatividad, o al contrario, es más bien una amenaza para la originalidad del artista? Esta es la primera entrega de una serie en la que exploraremos cómo la Inteligencia Artificial está transformando cada etapa de la producción musical.
Creatividad, IA y música: ¿Un aliado o un adversario frente al compositor?
La Inteligencia Artificial ha alcanzado un nivel de sofisticación que le permite generar música de cierta coherencia y en diversos estilos, ofreciendo así lo que podríamos considerar como nuevas herramientas para la experimentación sonora.
Buenos ejemplos son los de aplicaciones como AIVA, Amper Music, y OpenAI Jukebox, que analizan estructuras musicales complejas y generan composiciones originales a partir de unos pocos parámetros definidos por el usuario.
Una valoración amplia inicial es que, lejos de sustituir al músico, estas plataformas servirían como fuentes de inspiración: ¿Crees que eso podría darte ideas frescas para luego desarrollar nuevas piezas siguiendo métodos tradicionales de autoría? ¿Sería eso legítimo sin menoscabo de la originalidad?
La originalidad musical está en entredicho con las herramientas de IA
En cualquier caso, el debate sigue abierto sobre el impacto creativo del binomio IA y Música. Y es que si bien puede agilizar el proceso de composición y ayudar a superar bloqueos creativos, muchos de nuestros lectores critican abiertamente que la dependencia de estos sistemas reduce la originalidad en la música.
Una clave interesante radicaría en un uso inteligente de la IA (valga la redundancia) como una extensión de la creatividad humana, permitiéndonos la exploración de territorios sonoros inéditos sin perder nuestra identidad artística.
Así funcionan los sistemas de IA en la composición musical
Los algoritmos de Inteligencia Artificial utilizados en la música se basan en redes neuronales y modelos de aprendizaje profundo (deep learning).
Estos sistemas analizan grandes volúmenes de datos musicales para identificar patrones, estructuras armónicas, y estilos. Y a partir de esta información, son capaces de generar nuevas piezas que mantienen coherencia con los géneros musicales preexistentes. Pero, ¿son «nuevas piezas», o sólo «piezas a lo frankenstein», carentes de vida, sentimiento o profundidad?
Amper Music te permite definir aspectos como el tempo, la tonalidad, y el estado de ánimo de una composición, por ejemplo, y devuelve piezas estructuradas en cuestión de segundos. Y otras herramientas, como Google Magenta Studio (Tensor Flow), exploran la improvisación algorítmica, para ofrecer secuencias armónicas que podrían integrarse en producciones más amplias.
Un hecho es más que relevante: Estas tecnologías están demostrando su utilidad en la producción de música de stock, y en mensajes y contenidos publicitarios, donde la rapidez en la generación de contenido es un factor clave…
Algunos casos reales de uso en la escena musical
Así las cosas, no son pocos los artistas que han comenzado a integrar la Inteligencia Artificial en sus procesos creativos. Un ejemplo notable es el trabajo técnico y musical de Holly Herndon, una artista que desarrolló un sistema de IA llamado Spawn para generar texturas vocales y armonías corales en sus pistas.
Y de una forma similar, artistas como Taryn Southern han utilizado plataformas basadas en IA para componer álbumes completos –podría decirse que con el ánimo de explorar nuevas formas de interacción entre humanos y máquinas; aunque esto vuelve a ser un hecho para diana de nuestras críticas.
En el ámbito comercial, Sony desarrolla el sistema Flow Machines, por ejemplo, que es capaz de generar canciones basadas en estilos específicos.
Esta tecnología fue utilizada para la producción de Daddy’s Car, una pieza inspirada en The Beatles que imita su estilo armónico con sorprendente precisión…
Si bien estos experimentos han generado fascinación, también han planteado preguntas sobre la autoría y el papel de la combinación IA y música.
El papel vital del productor musical en la era de la IA
Si hacemos prevalecer una mentalidad abierta y constructiva, mirando hacia adelante, la Inteligencia Artificial debería ser entendida quizá como una herramienta que amplía el espectro de posibilidades creativas.
Así que la idea de una sustitución del trabajo de composición quedaría descartada; y lo más importante, deberíamos detectar la toxicidad de cualquier herramienta potencial de IA que atente contra esa parcela santa –la creatividad humana ha de estar siempre por encima.
Por tanto, un productor de sólidos conocimientos podría valerse de la IA generativa para obtener ideas, pero el pensamiento objetivo generalizado es que el criterio artístico debería ser el que determine el resultado final. La sensibilidad, la intención emocional, y la capacidad de innovar siguen siendo aspectos que ninguna máquina puede replicar con autenticidad.
Elemento alternativo para una inspiración del momento
De este modo, la combinación de IA y música más talento humano permite experimentar con estructuras musicales poco convencionales, explorar fusiones de géneros, y automatizar tareas repetitivas sin perder la esencia artística. Y en este sentido, la Inteligencia Artificial se convertirá en una aliada poderosa para los músicos que buscan expandir sus horizontes creativos sin comprometer su identidad.
Al igual que tenemos en cuenta para nuestra creatividad cualquier estímulo, hecho momentáneo, un estado de ánimo, o sugerencia al vuelo –entre muchas otras fuentes–, la IA también tendría su valor, al menos operativo.
Grandes ideas y valoraciones de nuestra comunidad sobre este asunto
En nuestra comunidad de Futuristas en Facebook, Alfrodo Bolson alinea su posición con esta idea de obtención inspiradora inicial, aunque afirma que «de momento no uso IA en mis producciones porque me basta con las herramientas de aleatoriedad de Ableton«.
Y el productor y músico chileno Janomix, destaca que «la Inteligencia Artificial es una herramienta», vindicando la acción del creador –»lo más importante es quién está detrás de esa herramienta«, añade.
Al mismo tiempo, aquella vieja máxima en Future Music de «todo creador ya triunfa por el hecho de serlo», ha vuelto a nuestras mentes al leer los comentarios de nuestra amigo Catarina Tentoumushi (El Mago Merli)…
«Toda creación es Ex Nihilo!!! […] ‘La Nada’ siempre esta parida de nuestra sintonía con ese ADN cultural; pero al nacer, lo hace ‘de la nada’ –y la IA es una herramienta, NO una conciencia. Cuando lo sea, estaremos en problemas. Por ahora, no»
La fusión de IA y Música sirve de catarsis creativa, nunca como reemplazo
Un modelo de Inteligencia Artificial generativa, aprovechado en la composición musical, ofrecerá herramientas fascinantes para potenciar la creatividad; pero nunca reemplazará la visión artística de los compositores.
El valor del binomio IA y Música radica en la capacidad de inspirar nuevas ideas, agilizar procesos menores, y abrir puertas a la innovación sonora. Y a medida que la tecnología avanza, la clave estará en integrarla de manera inteligente, asegurandonos siempre de que «la esencia y lo auténtico» de la música [sic, Javier Cotroneo aka Slidedream -ed] continúe siendo una manifestación genuina del ser humano.
Libre de la acusación de amenaza, nuestra propuesta es ver la IA como un catalizador de la imaginación. Después de todo y como siempre ocurre con la irrupción de cualquier tecnología en la música, el futuro de la composición musical dependerá de cómo los artistas y productores utilicen estas herramientas.
La finalidad última es enriquecer nuestra expresión sin perder jamás el control sobre nuestro propio arte…
En la próxima entrega de esta nueva serie, profundizaremos en la asistencia de la Inteligencia Artificial para las tareas de Síntesis y Diseño de sonido.
Y exploraremos cómo estas herramientas son capaces de optimizar los procesos sin llegar a reemplazar la sensibilidad humana y el oído entrenado del productor musical… ¡No te lo pierdas!
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