IBM PC Model 5150 lo empezó todo: Hay que remontarse muchos años atrás para comprender cómo es posible que hoy podamos hacer música con ordenadores…
El 12 de Agosto de 1981, IBM presentaba su primera computadora personal, con la referencia oficial IBM PC Model 5150. Hoy los llamamos ordenadores, aunque en ese momento en IBM pretendían que este modelo fuera una «computadora provisional» que les permitiera acceder rápidamente al mercado emergente de sistemas personales mientras se tomaban el tiempo necesario para desarrollar un PC «real».
Lo cierto es que IBM PC fue desarrollado a toda prisa y en menos de un año por un equipo de 12 ingenieros y técnicos, con la meta de lanzarlo rápidamente al mercado. Así las cosas, dicho equipo tuvo las atribuciones y permisos para trabajar fuera del proceso habitual de desarrollo propio de IBM; también les permitieron utilizar cualquier componente ‘estándar’ que permitiese un desarrollo más rápido. Y ahora sabemos, transcurridos 39 años desde entonces, que este objetivo primordial por desarrollar algo lo más rápido posible, tendría unas consecuencias monumentales y no deseadas para IBM y la industria informática en su conjunto, que modelarían para siempre el transcurso de los acontecimientos. Es uno de esos cambios determinantes, cuyos efectos aún los sentimos hasta hoy.
En aquel diseño que se vendía por menos de 1.600$ de la época, tuvo un papel fundamental el empleo del microprocesador Intel 8088, que funcionaba a unos míseros 4,77MHz. Y de hecho, cualquiera podía comprar ese chip y desarrollar un sistema completo usándolo.
IBM PC fue decepcionante en sus comienzos
Al comprometer la calidad por la rapidez, el diseño de IBM PC obligó a los programadores de software a recurrir a métodos poco elegantes de desarrollo –eso obstaculizó la fiabilidad y compatibilidad de su software. Y tal situación acabó por sentar las bases para una mala reputación inicial del PC, como propenso a errores y frustrante en el uso (bueno, Apple supo sacar buen provecho de aquello).
El uso de componentes electrónicos e informáticos comunes y la elección de Microsoft DOS como sistema operativo, permitió a otras empresas clonar rápidamente el modelo IBM PC. Recordemos que aquello también permitió a Microsoft licenciar su DOS a otras compañías, de modo que Microsoft acabó por lograr un control absoluto del mercado de los sistemas operativos (la trama sobre cómo Bill Gates lo consiguió y su forma de negociarlo, forma parte de la historia mágica de la informática).
IBM claramente no ganó, pero su propia creación sobre la que perdieron el control fue la clara ganadora de este juego durante los siguientes 20 años…
En última instancia, estas elecciones condujeron a IBM a la pérdida de control de la plataforma. Y ciertamente, IBM nunca acertó a crear su PC «real». Dado que ‘el rey azul’ era la empresa de referencia por entonces en este mercado, lo que habría de ser una «computadora provisional» acabo convirtiéndose en el estándar omnipresente que barrería a cualquier otro sistema emergente de aquellos años.
Una época oscura… abundante de luz en evolución
Compaq Computer Corporation fue, en 1983, la primera compañía en clonar el sistema IBM PC, copiando toda su arquitectura, ya que de hecho IBM la hizo disponible públicamente. La arquitectura PC basada en las directrices originales de la familia Intel x86, sigue siendo dominante en el mercado, con el uso de microprocesadores derivados en más del 85 por ciento de PCs.
En aquellas circunstancias, Apple, Commodore, Atari y muchos otros, lograrían grandes hazañas con sus ordenadores; pero la cifra combinada de ventas de todos ellos frente al concepto de IBM PC y sus clónicos, sencillamente llevaba a una comparación absurda.
Durante una entrevista de 1985, un visionario y joven Steve Jobs declaró «Si IBM gana, mi sensación personal es que entraremos en una especie de Edad Media de los ordenadores durante unos 20 años». Y bueno, aunque es cierto que IBM claramente no ganó, su propia creación sobre la que perdieron el control fue la clara ganadora de este juego durante los siguientes 20 años. Muchos hoy dirían que este tiempo de verdad fue una época oscura para la informática, pero ¿quién lo habría predicho en 1981?
Gracias a IBM PC y su arquitectura, hoy tenemos sistemas musicales accesibles
Este enfoque abierto, producto del descuido de unos y la sagacidad de otros, permitió que la existencia de millones de máquinas en funcionamiento hiciese que el desarrollo de cualquier software y hardware para IBM PC fuese un auténtico negocio beneficioso. Y dicha idea no sólo sustentó el desarrollo de los primeros secuenciadores MIDI (el propio sistema MIDI data de 1983), sino que más tarde compañías como Steinberg y C-Lab vieron rentable desarrollar software musical para el mercado millonario de los PCs compatibles.
A finales de los 80 llegarían las primeras tarjetas de sonido, y poco después, ya en los primeros 90, los avances en potencia y prestaciones de los ordenadores empezaron a crear un sustrato fértil para la propuesta del estudio musical virtual por software. Eso sería en 1995, y el resto es una trepidante historia que nos lleva hasta hoy.