Consejos para insonorizar estudios caseros invirtiendo poco dinero, con un énfasis especial en la grabación de baterías y otros instrumentos acústicos en directo…
Los desafíos que puedes encontrarte al tratar de insonorizar la sala o habitación que dediques a tu estudio de grabación pueden ser muy variopintos. Quizá dispongas de una habitación libre o vacía en tu casa, o puede que desees moverte a otro espacio más grande. Hay gente que incluso tiene un jardín grande y la posibilidad de construir un cobertizo, lo cual es una de las mejores opciones. Pero en cualquier caso, los problemas de ruido surgen cuando te dispones a grabar en directo baterías y otros instrumentos acústicos, y alguna de las paredes de tu sala es compartida, y en ese caso pueden surgir serias molestias de ruido con tus familiares o, lo que es peor, tus vecinos colindantes.
En ese caso, sería genial tener algunos consejos sobre cómo insonorizar estos espacios, y lo más importante, a cambio de poco dinero. Por suerte para ti, aquí llegamos con algo de ayuda e ideas…
Insonorizar tu estudio musical casero no es sencillo, pero es posible hacer grandes logros
La insonorización realiza una doble función, porque aísla tanto el espacio de grabación del ruido exterior como el espacio exterior del ruido que nosotros ocasionemos. Pero no nos engañemos: Eliminar todo el ruido que se escapa de tu estudio no está al alcance de un presupuesto con recortes. Aún así, es posible conseguir grandes logros en este sentido, aunque los resultados dependen de lo que desees complicarte la vida, y por extensión, del dinero que inviertas en materiales y procesos.
Primero vamos con las noticias más malas: Resulta muy difícil eliminar del todo el ruido de baja frecuencia, y hagas lo que hagas, tus vecinos escucharán cómo retumba el bombo en sus paredes. Así que con independencia del aislamiento, la diplomacia siempre es una buena estrategia. Habla con tus vecinos y/o familiares, y acordad algunas horas adecuadas siempre que el entendimiento sea una opción.
Rollo Matrioshka: La técnica de construir una sala dentro de otra
El sonido puede transmitirse por las estructuras, además de hacerlo por el aire, así que debes tener en cuenta ambas situaciones cada vez que diseñes tu aislamiento acústico. Por ejemplo, la técnica constructiva de insonorización de «sala dentro de una sala» es bastante popular y atenuará una gran cantidad de sonido. La idea consiste en crear una auténtica «concha» dentro del espacio, que esté lo más aislada posible de las paredes circundantes –en realidad, el objetivo es minimizar la vibración de las estructuras arquitectónicas. Su disposición puede incluir además una tarima «flotante», aunque este tipo de materiales es muy complejo y poco práctico para el alcance típico de un estudio casero.
Sólo con aplicar estos remedios de trasdosado sobre paredes y techos, ya habrás ganado suficiente. Para ello, pega o atornilla listones de madera a la pared, rellena los espacios intersticiales con un material aislante tipo Rockwool (la famosa lana de roca), y fija una o dos capas de paneles de yeso por encima (sí, el también popular Pladur). Un buen detalle es que si optas por dos capas de Pladur, las pongas de diferentes espesores, 12,5 y 15mm, por ejemplo.
La importancia de desacoplar las estructuras
Si bien nosotros no lo recomendamos, es también posible sustituir el soporte de los listones de madera por la propia estructura metálica ligera típica de las instalaciones de Pladur. Pero en cualquier caso, ya sea que emplees listones de madera o los perfiles metálicos montantes para el trasdosado, es también importante aislar las superficies de contacto de la estructura respecto a las paredes laterales y traseras, el suelo y el techo. Esto se llama «desacoplar» la estructura con el fin de evitar los «puentes acústicos» y eliminar al máximo la transmisión y resonancia por vibraciones.
Lo mejor para desacoplar los trasdosados de insonorización es pegar bandas de goma en las superficies de contacto (paredes, suelo y techo) con los listones y perfiles montantes de pladur, antes de fijar y sellar la instalación. En ese momento conviene también que utilices masilla para cubrir cualquier hueco existente entre las placas de yeso y el resto de superficies coincidentes.
Sin meternos en demasiado lío con el aislamiento del suelo, que de verdad puede complicarse mucho, podrías lograr cierto grado de aislamiento frente a la vibración estructural gracias a un principio similar al de la tarima flotante. Éste pasa por construir una «balsa» de madera sobre goma o bloques de espuma, y más adelante montar la batería encima de dicha superficie. De una forma parecida, también puedes colocar los amplis de guitarra sobre una alfombrilla de espuma.
Piensa también que si no te apetece hacer un montaje permanente, podrías comprar una cabina de aislamiento comercial de piezas desmontables. Suelen ser caras, aunque todo depende de su tamaño. En cualquier caso, están disponibles otras cabinas de aislamiento con alfombrillas antivibratorias de Rockwool.
¿Tienes tú otras ideas o técnicas para aislamiento sonoro? Escribe más abajo tus comentarios…