«No basta con ser un gran músico para triunfar» -también hay que cuidar otros aspectos…
La investigadora y pianista Chia-Jung Tsay de la University College de Londres, afirma que se juzgan primero los matices visuales antes que los auditivos en los juicios de valor sobre las interpretaciones musicales. Es lo que viene a demostrar su estudio donde compara las influencias visual y auditiva que una interpretación musical ocasiona sobre los espectadores.
Para realizar su investigación, Chia-Jung solicitó a 1.164 músicos nóveles y profesionales que identificasen a los ganadores de diez prestigiosos certámenes internacionales de música clásica, fijándose en tres aspectos: sólo por su música, contemplando un vídeo sin audio de su actuación, o tras ver un vídeo normal con sonido. El resultado fue asombroso: el índice de acierto era muy superior cuando los músicos de la prueba sólo contemplaban las imágenes de la puesta en escena.
Los participantes fueron divididos en tres grupos con el fin de identificar a los los tres finalistas de cada competición: en un alto porcentaje, tanto los profesionales como los novatos lograron reconocer a los ganadores de los certámenes tras ver el vídeo sin sonido -el índice de acierto de los aficionados fue de un 47% frente al 46,4% de los profesionales. Sin embargo, pocos participantes pudieron identificarlos escuchando sólo el audio o viendo los vídeos con sonido.
Los músicos noveles acertaron un 28,8% de las veces escuchando sólo el audio, y sus aciertos alcanzaron un 35,4% con los vídeos íntegros. Por su parte, los músicos experimentados fueron incluso menos precisos: acertaron un 25,7% de las veces con el audio y un 29,5% con los vídeos que incluían audio.
La vista es determinante sobre el oído
Estos resultados llevaron a la investigadora Chia-Jung a determinar que la pasión que demuestra visualmente el artista, tiene una mayor relevancia en su actuación, pues entran en juego factores como la motivación, la creatividad y la singularidad. «El experimento arroja pruebas determinantes sobre la primacía de la información visual sobre la auditiva como base para la música», apunta Jung Tsay.
Según su opinión, estos resultados también sugieren que tanto aprendices como profesionales son capaces de juzgar la música de una forma rápida, confiriendo un valor primordial al componente de información visual. Estos mismos comportamientos serían aplicables a otros ámbitos, según la investigadora.