El lanzamiento del sintetizador Korg Minilogue ocasiona una anecdótica coincidencia con el dúo sueco que porta ese mismo nombre y lleva creando música desde 1996… ¿un accidente feliz?
Reconocimiento, éxito -todo artista anhela conseguirlo. Y hablando de electrónica, hay pocas muestras mejores de reconocimiento que tener un instrumento signature. Contados bateristas, guitarristas y bajistas en el olimpo de los dioses, vieron cómo algunas marcas les dedicaban un modelo eterno de instrumento propio que, al igual que su música, transcendería a sus vidas.
Cuando en 2015, Novation dedicó el sinte MoroderNova a Giorgio -o algún tiempo después, Korg seguía un camino parecido con volca sample OK-Go Edition-, nuestras mentes electrónicas brillaron de alegría al ver que el fenómeno signature también era posible en las coordenadas de la alta tecnología.
Resulta aún más curiosa la coincidencia que se ha producido con el nuevo sintetizador de la nipona Korg. Preparado como su gran novedad para la inminente feria NAMM 2016 de Anaheim (California, EEUU), el polifónico Minilogue luce un nombre que la compañía registró a finales de Julio de 2015, aunque seguro su desarrollo se remonta muchos meses atrás entre los secretos de los cuarteles I+D de Korg Japan.
Pero hay algunos que, por derecho propio y cargados de razón, podrían alzar su voz, cargados de alegría o enfado. Ellos no son otros que los propios Minilogue, también conocidos como Marcus Henriksson y Sebastian Mullaert, que aparte de militar con otros alias como Son Kite o Trimatic, forman el dúo original progressive house & techno de Malmö, la tercera ciudad más poblada de Suecia.
El dúo Minilogue recobró cierta presencia cuando sus métodos creativos y herramientas, junto al entorno bucólico de su estudio, fueron destacados en el blog de Ableton…
Minilogue, el dúo sueco y la máquina japonesa
Procedentes de universos musicales diferentes, Henriksson y Mullaert se conocieron en 1996. El primero siguió estudios de piano, violín y órgano, que más tarde le llevarían a una breve labor docente de los mismos, hasta formar su propio grupo inicial de corte experimental. Por su parte, Sebastian había simpatizado desde muy joven con la música electrónica, una sensación que le llevó al abrazo de la escena techno en el arranque de los 90, convirtiéndose en uno de los DJs más populares en el panorama dance del sur de Suecia.
Juntos como Minilogue, han lanzado dos álbumes dobles (Animals, 2008, y BIomma, 2013), ambos desde el sello Cocoon, además de una larga lista de singles, EPs y remezclas. Sus trabajos más recientes demuestran influencias del sonido electrónico simplificado de los primeros años 90, emitiendo drones y texturas elásticas que nacen de sus procesamientos de warping con Ableton Live, siempre con una compostura de dúo, muy estética en sus directos.
De hecho, el nombre artístico Minilogue volvió a recobrar una cierta presencia entre los productores musicales cuando sus métodos creativos y herramientas, junto al entorno bucólico de su estudio, fueron destacados en sendos posts con vídeos del blog de Ableton (ambos sobre la foto de apertura de este texto y al final del mismo). Todo ello tenía lugar en 2014, mucho antes de la llegada del nuevo instrumento de Korg del que todo el mundo está hablando… Así las cosas, ¿qué fue antes, el sinte o los chicos con su proyecto? La respuesta es más que obvia, sin detrimento de los resultados.
La verdad es que ni uno ni otros verán que sus nombres se alteren o cambien. Resulta ser una coincidencia curiosa, surgida por accidente, y todo sugiere que su convivencia tendrá que ser armoniosa -de la misma forma que la visión creativa del dúo y las capacidades sonoras del dispositivo, persiguen un fin armonioso de los elementos musicales. Minilogue es su nombre, compartido y original en ambos bandos.
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