Sonorización portátil sin renunciar a la calidad de sonido, la flexibilidad de conexionado o el lujo del procesamiento de efectos DSP: Mackie FreePlay ofrece todo eso y más -Álex Martín opera con sus mandos…
Mackie es un fabricante estadounidense de relevancia internacional, reconocido por sus excelentes productos profesionales de alta gama para estudio, producción musical y audio profesional, tales como mesas de grabación y directo o sus monitores de campo cercano.
En esta ocasión, recibí desde Letusa -importador y distribuidor de Mackie para España- una propuesta diferente: probar y escribiros mis conclusiones sobre Mackie FreePlay, un equipo de sonido portátil y estéreo destinado a convertirse en una especie de navaja suiza en el mundo de los equipos personales de PA. Pero tratándose de Mackie, esta navaja seguro sería una de las más originales y versátiles…
Tecnología coaxial en un diseño espectacular
La primera impresión es de sorpresa, ojos como platos (FreePlay tiene un bonito y moderno diseño…) y oídos muy atentos en un placentero baño acústico al minuto de probar este altavoz con tecnología coaxial de Celestion -ofrece un rango de frecuencias excelente para un equipo tan compacto, que cubre desde 65Hz a 20kHz.
Es justo remarcar, además, la potencia que brindan sus amplificadores de 75 y 37W para el woofer y los dos tweeters, respectivamente. Este «ocho pulgadas» ostenta una pegada increíble y las altas frecuencias son escupidas con tal definición que parecemos estar ante un equipo de un rango de precio muy superior -recordemos que Mackie FreePlay se vende, en estos momentos, por el ajustado precio de 449€.
El diseño exterior y los materiales empleados son excelentes, además de ser los propios de un fabricante puntero en el sector del audio profesional: todo ello da forma a un equipo robusto, provisto de conectores y controles de alta calidad y fácil uso. Los detalles han sido cuidados hasta el punto de ofrecer una barra LED en el panel posterior que nos asiste visualmente a la hora de ajustar nuestras señales de entrada y salida.
Mezcla digital con DSP
Mackie FreePlay ofrece un mezclador interno de cuatro canales, funcionalidad ésta que da al equipo una versatilidad muy amplia en su rango de aplicaciones. Así las cosas, puedes usarlo en un sinfín de situaciones a un nivel de volumen más que respetable. Se encontrarían como en su casa, por ejemplo, un dúo formado por instrumentista y vocalista, pues la definición de este equipo es buenísima, y FreePlay sacará a la luz cualquier detalle, por pequeño que sea.
Una fiesta con DJ, base musical para ejercicios en gimnasios, cumpleaños en un parque, clases de baile, una habitación de hotel, la barbacoa del domingo, actuaciones urbanas… Las aplicaciones son muy variadas, y FreePlay es capaz de amoldarse con toda su versatilidad y gran sonido. Durante mis pruebas pude comprobar incluso que la unidad se comporta excelentemente como monitor de referencia, incluso en una aplicación de grabación o producción de audio o música -lo cual ofrece una buena referencia de su calidad, aunque no sea esa su finalidad más obvia, o aquella que muchos usuarios acabarán dándole.
Este «ocho pulgadas» ostenta una pegada increíble y las altas frecuencias son escupidas con tal definición que parecemos estar ante un equipo de un rango de precio muy superior
Conexiones y protocolos
En su panel posterior, encontramos las conexiones para las cuatro entradas que soporta el equipo: son dos conectores XLR/ TRS/ TR que aceptan señales balanceadas, más un conector estéreo sobre minijack como entrada de línea, que se combina con un receptor Bluetooth para una fácil conexión con tabletas y móviles.
Dicha conexión inalámbrica Bluetooth nos permitirá controlar el equipo a distancia a través de la aplicación gratuita Connect para Apple iOS y Android que Mackie pone a disposición de los usuarios. Este software permite el ajuste de parámetros que no están disponibles en el panel de controles de Mackie FreePlay, como la ecualización sobre tres bandas por canal o el acceso a los 16 efectos incluidos en su DSP. En un alarde de versatilidad, se ofrece incluso una salida para un monitor externo, en caso de que necesitemos usarlo para una configuración determinada.
DSP, el «extra» que marca la diferencia
Comprobada la esencia y los componentes base de Mackie FreePlay, me encuentro con que incluye un procesador DSP que implementa un montón de posibilidades para modificar el sonido a nuestro gusto o añadir efectos a las señales de audio, usando envíos para tener un amplio control sobre la cantidad de efecto que deseemos aplicar a cada canal.
Los 16 efectos son combinaciones de reverberaciones y delays que cubren una amplia gama de procesamientos de sonido muy correctos, redondeando el resultado final y de gran utilidad para los usuarios que conecten sus instrumentos a este maravilloso sistema. El nivel de detalle y cuidado que ha puesto Mackie en su producto se refleja en joyas como el pulsador ‘Feedback Destroyer’, que elimina realimentaciones peligrosas vía DSP, evitando de ese modo los molestos resultados que ya te imaginas y que pueden aparecer en ciertas situaciones que entrañan el empleo de micrófonos, por ejemplo.
La versatilidad de los efectos incorporados se torna en una gran herramienta para añadir una nueva dimensión a todo tipo de fuentes, sobre todo voces e instrumentos…
Mackie FreePlay en la práctica
Durante mis diversas pruebas -de las mas agradecidas que he hecho, por el placer de escuchar este equipo de fabuloso sonido- conecté un teléfono móvil vía Bluetooth para escuchar algo de música, mientras usaba Apple iPad para ejecutar la aplicación Connect y controlar niveles de ganancias, los efectos y el ecualizador. También probé la reproducción de algunos vinilos, conectando mi Vestax Handy Trax a la entrada de línea estéreo sobre minijack: en todos los casos, disfruté de reproducciones abundantes en detalles y amplia dinámica, en todo el rango de niveles de volumen.
La versatilidad de los efectos incorporados se torna en una gran herramienta para añadir una nueva dimensión a todo tipo de fuentes, sobre todo voces e instrumentos: conecté mi diminuto sintetizador Korg Monotribe a una de las entradas sobre XLR/TRS de Mackie FreePlay, y las señales de esta pequeña bestia analógica alcanzaron otra esfera de disfrute.
Mackie ofrece un conjunto diverso de accesorios que incluye una batería opcional de iones de Litio para diez horas de autonomía (FreePlay también funciona a pilas, ocho), un soporte de suelo muy práctico para empleos habituales de PA, y una bolsa de transporte semirrígida para llevarse Freeplay en movilidad sin renunciar a la comodidad y la seguridad.
No puedo acabar esta prueba sin comentar que es sorprendente disponer de un compacto y muy versátil equipo PA -incluso útil para pequeñas actuaciones- en el salón de mi casa, y todo ello con el tamaño de un «radiocassette» de los de antaño…