Que las máquinas canten: La fascinante historia de Max Mathews, un pionero de la música con ordenador
Con las batutas aéreas de Radio-Baton / Radiodrum, un asombroso sistema para control musical que recibió numerosas aportaciones del genio Max Mathews

Que las máquinas canten: La fascinante historia de Max Mathews, un pionero de la música con ordenador

Descubre cómo Max Mathews transformó la música digital. Desde el primer software musical, hasta inspirar Max/MSP, su legado sigue vivo en cada nota y cada beat generado por tecnología…

Pionero de varias tecnologías determinantes, Max Vernon Mathews (13 de Noviembre de 1926) es hoy reconocido ampliamente como uno de los padres de la música por ordenador. Su trabajo pionero en los Bell Laboratories cambió para siempre la manera en que percibimos y producimos la música electrónica.

Tras graduarse en Ingeniería Eléctrica por el Instituto de Tecnología de California (Caltech), y concluir un máster en MIT (el famoso Instituto de Tecnología de Massachusetts), Max Mathews inició su trabajo en los Bell Labs de Nueva Jersey, donde comenzó a explorar las posibilidades de la música generada mediante ordenadores, permaneciendo allí durante 32 años.

Un presupuesto multimillonario sólo posible con la telefonía

Los actuales Nokia Bell Labs y que antes recibieron otros nombres como AT&T Bell Laboratories, Bell Telephone Laboratories y Bell Labs, permitieron que Max Mathews encontrase el ambiente perfecto para combinar sus habilidades exclusivas en ingeniería con su tremendo amor por la música.

Vista aérea de Bell Labs Holmdel Complex (Wikimedia Commons)
Vista aérea de Bell Labs Holmdel Complex (Wikimedia Commons)

Y fue justo allí donde comenzó a experimentar con la idea de utilizar ordenadores (computadoras entonces) para generar sonidos musicales. Fue un enfoque innovador que no sólo marcó el inicio de la música digital, sino que también abrió nuevas fronteras en la composición y la producción musical.

El bueno de Max estaba en el sitio adecuado: Durante años, los laboratorios manejaron uno de los presupuestos más elevados del mundo en su acción I+D a raíz del monopolio ejercido por AT&T en la industria telefónica estadounidense.

Así que nuestro protagonista fue un pionero en el verdadero sentido de la palabra; y sus primeros experimentos sentaron las bases para futuras investigaciones en la música electrónica y la tecnología del sonido.

Las innovaciones de Max Mathews en síntesis de sonido

En 1957, Mathews usó un sistema IBM 704 para desarrollar MUSIC I, el primer programa de ordenador diseñado para la generación de sonido digital. Y éste marcó el inicio de una serie de versiones del mismo software, de las que MUSIC V (1966) es una de las más célebres y ampliamente utilizadas. Dichos programas sentaron las bases para la síntesis digital de sonido y transformaron las formas de creación musical mediante el empleo de ordenadores.

Otra importante área de innovación de Max Mathews fue la síntesis de sonido y sus técnicas asociadas, que incluyeron las formas de síntesis aditiva y por Modulación de Frecuencia (FM).

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Su trabajo no sólo facilitó la creación de sonidos digitales realistas, sino que abrió también nuevas fronteras para la experimentación musical. Y sus contribuciones al Radio-Baton o Radiodrum de Bob Boie –un dispositivo para el control gestual de sonidos sintetizados a tiempo real– anticiparon los interfaces modernos entre músicos y máquinas que hoy podrían parecer algo nuevo, sin serlo en realidad.

Este instrumento, en particular, aporta un testimonio del enorme ingenio de Mathews: Permitía interactuar musicalmente con ordenadores de una manera muy intuitiva, utilizando batutas que transmitían datos de movimiento a un sistema de síntesis de sonido. Y no sólo posibilitó una mayor expresividad a la interpretación, sino que mostró el potencial de la tecnología interactiva en el arte, además.

Voces sintetizadas en el proyecto Alice

Uno de los proyectos más destacados de Max Mathews en los Laboratorios Bell fue Alles Machine o por su nombre coloquial, Alice, un sistema diseñado para demostrar las capacidades de la síntesis de voz mediante ordenador.

Este proyecto es famoso por la primera interpretación computerizada de Daisy Bell (Bicycle Built For Two), en 1961. La voz de la canción fue programada por Carol Lochbaum y John Kelly utilizando técnicas desarrolladas por el propio Mathews.

Y esta demostración no sólo anticipó el potencial de los ordenadores para hablar y cantar, sino que también inspiró una icónica escena en 2001: A Space Odyssey… ¿Recuerdas a HAL 9000 cantando Daisy Bell mientras lo desactivaban?

Tal elección no fue casual. La canción, con su melodía simple y letras claras, era ideal para mostrar las capacidades de la síntesis de voz de la época.

Y la demostración de Alice capturó la imaginación del público y de la comunidad científica, hasta demostrar que los ordenadores irían más allá de simples cálculos, hasta ser herramientas creativas y expresivas. Este hecho modeló la percepción de lo que un ordenador lograría en el ámbito artístico.

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Objeto de reconocimientos y un inspirador ‘contagioso’

A lo largo de su carrera, Max Mathews recibió numerosos premios, que incluyen la Medalla de Honor del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) en 1977, y la Medalla John Mauchly en 1987.

Es recordado como un visionario de enorme perspicacia, cuyo trabajo transformó la música contemporánea y la tecnología musical. Además de su trabajo en el área de la investigación, enseñó en universidades donde continuó forjando nuevas generaciones de músicos y científicos.

Durante la celebración de su 80 cumpleaños, Max Mathews docente sobre los ordenadores que usaba (Wikimedia Commons)
Durante la celebración de su 80 cumpleaños, Max Mathews docente sobre los ordenadores que usaba (Wikimedia Commons)

En Stanford, Max Mathews no sólo impartió sus conocimientos, sino que también inspiró a estudiantes a explorar nuevas fronteras en la música y la tecnología.

Su enfoque interdisciplinario y su pasión por la innovación fueron contagiosos, y muchos de sus alumnos siguieron sus pasos, contribuyendo significativamente al campo de la informática musical. Mathews no sólo dejó su huella a través de sus invenciones, sino también con las personas que motivó a lo largo de su vida.

Max/MSP: Un maravilloso legado de la vida de Max Mathews

La influencia del ingeniero llegó incluso al popular software Max/MSP, un entorno de programación gráfica para la creación de música y multimedia interactiva. Si bien no fue desarrollado directamente por Mathews, el poderoso software conserva su nombre de pila en honor a sus contribuciones pioneras.

Recordemos que Max/MSP fue originalmente creado por Miller Puckette en IRCAM, una institución de la que Mathews fue Asesor Científico desde 1974 a 1980. Comercializado posteriormente a través de Cycling ’74, Max/MSP refleja muchas de las ideas de Max Mathews sobre síntesis de sonido y control a tiempo real; e incluso en pleno Siglo XXI, es una herramienta de referencia para la comunidad mundial de músicos y artistas multimedia.

Max/MSP/Jitter expande sus dominios a todo el ámbito audiovisual
Max/MSP/Jitter expande sus dominios a todo el ámbito audiovisual

El panel de programación gráfica de Max/MSP permite crear complejas estructuras sonoras y visuales de una manera intuitiva. Y esto ha hecho accesible la tecnología frente a un amplio segmento de artistas y músicos, dejándoles explorar en nuevas formas de expresión creativa. Más allá de perpetuar las ideas de Mathews, Max/MSP las expande, adaptándolas a las necesidades y desafíos de la creación multimedia contemporánea.

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El complemento Max for Live es muy popular entre los usuarios de Ableton: Es una compilación especial de Max/MSP que opera en el omnipresente software DAW, a través de dispositivos virtuales plugin con la extensión .amxd.

Tras sufrir de complicaciones en un cuadro de neumonía, Mathews murió en la mañana del 21 de Abril de 2011. Tenía 84 años. Pero el suyo es el gran logro de quienes nunca mueren en realidad: Dado que abrió nuevas formas de creatividad y expresión artística, su espíritu innovador sigue vivo para siempre en el trabajo de artistas y científicos de todo el mundo.