¿Te gustó el truco de ayer? Pues agárrate: con este otro alcanzamos un nivel extra de complejidad…
Volvemos a emplear una entrada de disparo por audio, pero en vez de limitar su aplicación a la frecuencia de corte del filtro, tiramos la casa por la ventana –haciendo que controle el corte, la resonancia, el panorámico, el volumen y el tono, ¡todo a la vez!
La elección de fuentes sidechain resulta crucial para que prosperen tus jugueteos. En nuestro caso, como la señal que hace de “gatillo” presenta un ataque corto e incisivo, con cada disparo el sampler tarda un poco en recuperarse –es decir, los parámetros mantienen cierta inercia en el regreso a sus valores por defecto. Escucha el efecto sobre el tono, donde esa inercia crea una fluctuación muy parecida a la que obtienes cuando arrancas o detienes un viejo reproductor de cinta.
Sería una pena que limitases esta clase de trucos a las locuras sobre loops de ritmo –aplícalos a texturas de evolución progresiva, o sobre el propio sonido del viento, y las promesas de modulación dirigida por el audio llegarán mucho más allá de las cuatro tonterías obvias a las que incluso recurren los productores de flamenco.
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