Producir bien un tema es como cocinar un buen filete: si te pasas en su cocción, lo arruinarás. Por eso te damos consejos para reducir tu perfeccionismo y saber cuándo un proyecto está acabado…
En la época de la grabación digital -caracterizada por una expansión exponencial de las opciones de procesamiento-, la decisión sobre el momento en que algo está terminado puede suponer un reto considerable. Pero también está la libertad de sentir que el espacio en el disco duro es relativamente infinito y que cada software de grabación multipista ahora tiene múltiples capas de la opción «deshacer» (UnDo), por lo que todo es relativo.
Si eres de los que prueba segundas opciones de continuo, no puedes dejar de ajustar todo lo ajustable, o tienes dificultades para finalizar algo con esa sensación permanente de ansiedad por dejarse algo a medias, quizá te beneficies un poco con la simpleza que rezuman en general nuestros mantras sobre mezcla y mastering que compartiremos contigo a continuación.
Conócete a ti mismo
Algunos productores vienen de las escuelas hip-hop, EDM o electro-pop donde los sonidos y ritmos que utilizan son de hecho los instrumentos, y una buena configuración de parámetros y tonos se considera como la puesta a punto para empezar con un sonido correcto. Si tu enfoque se dirige en esta dirección, sería bueno que te adentrases en los detalles sobre cómo suena cada elemento -y puede que seas mejor en esto que la mayoría.
Sin embargo, si existe algún obstáculo para terminar tus trabajos, quizá falles en algún paso inicial. Puede que seas muy rápido en la fase de procesamiento, pero tal vez pierdas mucho tiempo en la elección del material que encaje bien al principio. Limitarte a una sola librería de beats y un par de sintetizadores software fiables por proyecto, puede que reduzca ese tiempo.
Por otro lado, quizá seas un productor del tipo cantautor que generalmente prefiere procesar mientras escribe y termina partes de un todo en su trabajo. El proceso de grabación puede ser duro a veces, incluso para el más veterano. A menudo se hace pesado acertar características tonales que son importantes y requieren paciencia y experiencia para lograrlas. No te preocupes demasiado si tienes que utilizar ajustes de fábrica (los manidos presets) –tras ellos hay ingenieros y profesionales bien pagados que han invertido tiempo en crearlos. Generalmente, brindan muy buenos resultados y te ahorrarán mucho tiempo si además haces una búsqueda que se ajuste al sonido o estilo que buscas.
El proceso de grabación puede ser duro a veces, incluso para el más veterano. A menudo se hace pesado acertar características tonales que son importantes y requieren paciencia y experiencia para lograrlas…
Mantén la orquestación a raya
El arreglo consiste, como mínimo, en hallar un balance entre el perfeccionismo y un sentido práctico, así como demostrar tu originalidad y perspicacia en tu faceta musical. Mientras que los arreglos tonales pueden sin duda crear «ganchos» memorables (o hooks), usar demasiadas frases de transición, acompañamientos melódicos de refuerzo y añadidos precipitados son casi siempre contraproducentes.
Igualmente, el uso hoy día de pistas casi ilimitadas para construir o disminuir secciones de una composición, presenta una tentación constante ante los productores modernos. Pero los buenos productores saben cuando y cómo frenar sus tendencias a lo Phil Spector en sus proyectos de mezcla y mastering. Siempre puedes añadir un marcado efecto Leslie de órgano Hammond para enfatizar un crescendo… pero, ¿resulta conveniente?
Utiliza un número aceptable de pistas
Desde que la grabación digital ha expandido radicalmente las opciones de capas y pistas, también ha desatado las tendencias de algunos productores a la masificación de pistas en sus proyectos de mezcla y mastering. Mientras que, técnicamente, casi no hay limite sobre el número de pistas que puede manejar tu software de audio (o DAW), hay limites impuestos por el oído humano, y en algún punto, la escucha se vuelve confusa y emborronada.
Los productores más exigentes se preguntarán, pista por pista, si cada elemento proporciona una contribución esencial al conjunto total de la composición. Si no lo es, no dudarán en eliminarlo en favor de más espacio vacío. Si dispones de tiempo y presupuesto, no significa que debas limitarte en tus opciones. Algunos ingenieros hablan de colocar 30 micrófonos en un kit de batería para luego reducir los resultados y utilizar tan sólo cuatro o cinco para sus capturas, pero el resultado será el mejor y el más refinado. Debes tratar tu producto final como un plato de alta cocina, el cual se beneficia de los ingredientes correctos en lugar de sufrir un exceso de muchos sabores o demasiado de uno solo.
El doblado de pistas también es un viejo truco que, a menudo, marca la diferencia cuando grabas voces, guitarras o elementos a los que quieres enfatizar y dar una presencia ultra-estéreo. También permite que los productores ejerzan control sobre una pista sin procesar que es mezclada con una versión que atravesó diferentes efectos, dinámica y ecualizaciones.
El double tracking o doblado de pistas es un valioso recurso que puede incrementar en gran medida la obtención de diferentes resultados en tu sonido final. Pero recuerda que esto es tan sólo una herramienta entre tantas; a veces, simplemente una pista limpia sin procesar puede tener mejor cabida y resaltar en una mezcla de múltiples pistas procesadas.
Comprime con pies de plomo
Los compresores dinámicos son increíblemente tentadores de utilizar, especialmente cuando se aplican sobre elementos como bombos, baterías o voces que tienden a tener picos extremos de dinámica en su volumen. Cuando se combinan perfectamente en cadenas de mastering con maximizadores, limitadores, EQs y puertas de ruido, ayudan a crear increíbles y poderosas mezclas con mucha presencia, capaces de reventar los altavoces de tu coche y estallar en los oídos de la audiencia.
Pero es recomendable tener mucha cautela con la sobre-compresión: resulta fácil pasarse y, a menudo, convierte la mezcla en algo plano y sin vida -justo lo opuesto a lo que la mayoría de gente intenta conseguir al aplicarla.
Una cadena de procesamiento dinámico ayuda a crear increíbles y poderosas mezclas de gran presencia -pero ten mucha cautela con la sobre-compresión…
Toma perspectiva en tu labor de mezcla y mastering
Es importante dar un paso atrás de tu trabajo y mirarlo con objetividad. Casi todo el mundo del negocio creativo se ha encontrado con una buena parte de su material rechazado por parte de gente que sólo interactuó con el mismo por un momento: críticos, editores, ejecutivos de entretenimiento, etc… Incluso si no sabían de lo que estaban hablando, su punto de vista es importante, porque sólo ven/ escuchan/ leen el producto final y lo juzgan como un todo.
Si puedes abstraerte de todo el proceso de vez en cuando y echarle un vistazo desde un punto de vista externo para saber qué estás haciendo, conseguirás marcarte una gran diferencia.
Guarda múltiples versiones
Una forma de darte opciones y tiempo para decidir si un tema está terminado es guardar múltiples versiones. Del mismo modo que las cámaras digitales han hecho económico tomar cientos de fotografías en vez de unas pocas, la era digital otorga a la grabación ese mismo grado de libertad. Si estás grabando en discos duros no tienes por qué preocuparte sobre el coste de las cintas analógicas, y por tanto no hay razón para crear una sola mezcla de un tema -haz el número que desees y te convenza.
Intenta tener varias versiones, con y sin efectos, dejando pistas dobladas o quitando partes para tener una sensación menos cargada. Mantén o elimina partes vocales adicionales o arreglos instrumentales para contrastar un rango sonoro repleto con algo más espaciado y abierto. Pero tampoco guardes demasiadas versiones -no vayas a agobiarte de nuevo en la elección del tema final definitivo. Con cuatro o cinco versiones donde elegir, te será más fácil determinar el producto final.
Crea distintas versiones máster para elegir
Una vez que ya tengas decididos los arreglos, pistas finales, niveles y efectos que utilizarás en tu mezcla, recuerda hacer algunas versiones máster diferentes para elegir. La cadena de mastering era un proceso largo en décadas pasadas, y gracias a la tecnología actual y la cantidad de valiosos presets de fábrica programados por los profesionales, esta tarea consume mucho menos tiempo.
Si quieres tener la posibilidad de sentirte satisfecho con el producto final (tanto tú como tus clientes, si es que trabajas bajo contrato), toma la ventaja que te brinda el audio digital y guarda dos o tres versiones de tu trabajo utilizando diferentes variaciones de compresión y curvas de EQ.
Confía en la opinión de otras personas
Los ingenieros de estudio normalmente trabajan con cientos de artistas brillantes de cada estilo musical. A pesar de que podrías sospechar que su trabajo se verá influenciado por el montante del presupuesto que van a cobrar, en el momento de precisar cuándo el proyecto está o no terminado, la mayoría de ingenieros invertirá el suficiente tiempo y escucha para darte una respuesta honesta sobre si tu trabajo ya está terminado.
Si tienes la suficiente confianza con un ingeniero para grabar en su estudio o llevarle los temas grabados en tu casa para la etapa de mezcla y mastering, también deberías confiar en que te aportará esa dosis final para dar por terminado tu trabajo. Incluso puede que proporcione una perspectiva más objetiva a tu proyecto, o tenga a mano proyectos similares en los que haya trabajado para hacer una comparativa.
Haz las comprobaciones finales adecuadas
Antes de comprometerte con la versión de tu tema que será la definitiva, reprodúcela en todos los sistemas de audio que puedas encontrar: en el equipo hi-fi de tu casa, el coche, tu ordenador, a través de tus auriculares, altavoces Bluetooth, tu teléfono móvil. Esto el equivalente del diseñador web que se asegura de que su sitio se ve igual de bien en diferentes monitores de ordenador, pantallas de TV y dispositivos móviles.
No olvides que es una fase de incalculable valor que te ayudará a decidir la clase de retoques finales de mezcla y mastering que redundarán en los mejores resultados para la mayoría de plataformas de escucha. Una vez encuentres la mezcla que te guste durante este test final de sonido, el resultado convencerá y agradará hasta al más quisquilloso de los productores en su decisión final.
Mantén tus mantras y deja que la mezcla final fluya
Un mantra está pensado para concentrarse y relajarse: mantén ese murmullo como un fondo en tu cabeza mientras trabajas, procesas, mezclas. En definitiva, dale a tu proyecto el amor que necesita, pero aprende a sentir cuando ya tiene el suficiente cariño para empezar a sonar por sí mismo…
Recuerda: Una pieza musical es algo que a lo que tú das vida, que ayudas a prosperar proporcionándole aspectos para que fascine y brille, pero es tu deber preservar lo que hace que sea bella (o terrible) en primera instancia, y , quizá lo más importante, que sea escuchada por miles de oídos -mejor aún si son millones.