Producciones FutureMusic.es se enorgullece de presentarte la primera entrega de una agitada aventura de amor, muerte y osciladores a lo largo de mil años de Música Electrónica… Hoy, Elisha Gray o El hombre que siempre se arrepintió por levantarse demasiado tarde…
Nuestra visión sobre la historia de la Música Electrónica comienza el 1 de Enero del año 1.000DC. La monarquía gobernaba, los campesinos araban y los monjes rezaban. Los 100 años anteriores habían sido tranquilos, pero la Música Electrónica aún estaba muy verde.
En parte se debía a la falta de sintes, secuenciadores y amplificadores, claro está, aunque el motivo principal era que nadie había inventado la electricidad. Así, los primeros ocho siglos y medio de nuestra historia fueron un miserable catálogo de fallos y desesperación, con innumerables generaciones desperdiciadas de Jarres, Daft Punks y Aviciis potenciales por no tener a mano un decente Moog a pedales o un Mac propulsado por caballos.
Así que saltamos hasta finales del siglo XIX, una época de ciencia e invenciones sin parangón. Los trenes ya cruzaban los continentes, los barcos a vapor surcaban los mares y, sobre todo, el mundo ya sabía lo buena que podía ser la electricidad. Ya sólo quedaba esperar hasta escuchar los primeros «pitidos»…
Gray al aparato: primeros esbozos de Música Electrónica
El primer instrumento electrónico reconocible fue Musical Telegraph, diseñado en 1876 por «quien hubiera sido el inventor del teléfono», Elisha Gray. En realidad, Gray estuvo a punto de patentar ideas parecidas a las que hicieron famoso a Alexander Graham Bell pero, por desgracia, el listo de Alexander fue un poco más madrugador y registró sus planos una hora antes que Gray… ¡el mismo día!
Con su gran ambición frustrada, Gray se dedicó a las otras ideas que le mantenían entretenido (incluyendo experimentos relacionados con una bañera llena de agua y un violín sin cuerdas), y con el tiempo acabó produciendo el primer instrumento eléctrico basado en un oscilador. Consistía en un sencillo teclado como el de un piano que disparaba los osciladores, un concepto que sigue siendo la base de todos los sintes actuales. Desafortunadamente, las complicaciones del control variable del tono disuadieron a Elisha, que sólo fue capaz de afinar cada oscilador a un tono fijo.
Los problemas de polifonía de Musical Telegraph
El resultado final fue que, como muchos de los primitivos instrumentos electrónicos, Musical Telegraph (patentado como Electro-Harmonic Telegraph) fue construido con un oscilador independiente para cada nota de su teclado, que ofrecía algo más de dos octavas. Sin embargo, la solución sencilla para el problema de la polifonía -y que teóricamente ofrecía un rico sonido- de asignar osciladores individuales a cada nota implicaba que tales instrumentos estuvieran limitados a un pequeño teclado para reducir su tamaño (y coste). Es curioso, pues los pioneros del sinte de los años 60 se enfrentaron al mismo problema cuando fueron a diseñar los primeros sintes polifónicos.
Aunque Musical Telegraph no consiguió inmortalizar el nombre de Gray, constituyó un instrumento increíblemente importante para los anales de la Música Electrónica. Todos los elementos clásicos del diseño del sintetizador (teclas, osciladores y una completa carcasa de madera) quedaron establecidos casi 100 años antes de la era del propio sinte.
Elisha Gray se llevó de gira su Musical Telegraph por los EEUU durante 1876 y 1877, convocando interesadas multitudes allá por donde pasaba. Sólo hubo una cosa que le impidió lanzar un álbum de sintes asesinos y arrasar en las listas de ventas: todavía no se había inventado un soporte decente de grabación y los Top-40 no existían, ya que nadie intuía que la música podría ser difundida, replicada, vendida y comprada. Pero esto ya será otra historia para nuestra siguiente entrega…
Biografía resumida de Elisha Gray con notas técnicas en el Museo Virtual de la OEPM