¿Se merece tu atención esta app que emula un sinte clásico y aporta un sistema de producción?
1. Emulación sintética
La mayor parte de polisintes de los años 80 no podía ofrecerte lujos tales como la modulación cruzada, envolventes de filtro, e incluso ese anhelado segundo oscilador (reemplazado por elementos como sub-osciladores y arpegiadores). Polysix poseía mucho de eso, junto a empalagosos efectos chorus/ phaser/ ensemble con los que engrosar el sonido.
iPolysix está equipado de forma muy parecida, aunque el usuario moderno disfruta de extras adicionales. Por ejemplo, puedes cambiar el filtro de un tipo paso-bajo de 24dB a otro paso-alto. Sin embargo, aún mantiene un único generador de envolventes de cuatro etapas, compartido entre el filtro, ampli, y VCO –este último destino es un añadido a esta emulación virtual. El LFO (aquí llamado MG) es igual de espartano, con una única forma de onda sinusoidal. Puedes enviar el MG a un VCO, VCA, o VCF.
Esas escasas posibilidades de modulación quizá parezcan pobres a la luz de las modernas «máquinas milagrosas», pero de hecho, las limitaciones tanto del original como de su progenie son parte del atractivo de estos instrumentos. Cualquiera puede usarlas y crear sonidos pasables e incluso de gran calidad con sólo ajustar unos knobs.
iPolysix suena muy auténtico, con la riqueza sonora típica en los graves-medios de un sintetizador analógico clásico. El sub-oscilador añade la cantidad justa de gruñido donde es requerida y contribuye a olvidar la carencia del segundo oscilador. El oscilador implementado es muy agradable y posee ondas triangular, sierra, pulso y PWM, junto a ruido. Los apartados básicos están cubiertos.
2. Secuenciador por pasos
Si has usado el secuenciador de la app Korg iMS-20, tendrás idea de lo que iPolysix incluye. Como la versión iMS, iPolysix ofrece una combinación de pistas de batería y sinte –las de batería se basan en muestras generadas por el sinte que estés usando (aquí, una sutil variante del propio iPolysix).
La versión del sinte de batería rechaza el arpegiador y se decanta por un procesador adicional para efectos con controles de sensibilidad y ataque. La idea es crear partes rítmicas, pero puedes usar los sintes de batería para crear sonidos sintéticos afinados y construir grupos sintetizados de ocho pistas. Puedes tener hasta seis pistas de batería en una secuencia y dos pistas sintéticas completas.
Los sintes y los generadores de batería incluyen sonidos de fábrica para que empieces a trabajar desde ya. El secuenciador se basa en patrones/ canciones, y cada patrón almacena hasta 64 pasos. Puedes tocar el patrón hacia adelante/ atrás, sólo las notas pares/ impares, cada tres notas, o de forma aleatoria. Cada canción tiene hasta 32 patrones diferentes (unos 100 compases de longitud): suficiente para una producción electrónica completa.
Puedes automatizar los parámetros del sinte (pero no los del sinte de batería). Si pulsas y sostienes un parámetro, abres una rejilla de automatización de hasta 64 pasos de longitud en la que dibujas tus valores de parámetro en cada paso. Eso se aplica a cualquier parámetro, e incluso a detalles como la sincronización del MG y la selección de onda. Aún mejor, se aplica a los efectos, tanto del sinte como de la sección del mezclador… ¡Genial!
3. Control
Tocar un teclado en la pantalla táctil de un iPad siempre es algo arriesgado. Esas teclas sin separación hacen que, a menos que seas muy habilidoso, puedas equivocar las notas o incluso tocarlas más de una vez.
Korg ha hecho un gran esfuerzo por asegurar una agradable experiencia de ejecución musical. Su teclado de tres octavas da lugar a una versión que el usuario puede redimensionar con opciones para teclas finas, normales, y anchas. Un slider y botones para octavas te permiten subir o bajar por el rango de notas.
Además, hay dos KAOSS Pad y uno dispara notas o acordes en una de las 35 escalas disponibles ajustadas a una de sus doce tonalidades. En otras palabras, no necesitas tener dedos pequeños ni, de hecho, mucha habilidad musical para sacar buenos resultados con iPolysix.
Los usuarios de iPad 1, 2, y 3 podrán, claro está, tocar este instrumento a partir de un controlador MIDI conectado a ellos, ya sea por USB vía Camera Connection Kit, o con un dispositivo dedicado como IK Multimedia iRig Keys o Akai Synthstation 49 (aunque iPolysix no está diseñado de forma específica para compatibilidad con Synthstation como sí lo están otros sintes).
4. Producción musical con iPolysix
Cuando logres manejar los secuenciadores y sonidos, los mezclarás con su mixer de estilo retro. Tienes el equipo básico con sus dos canales para sinte, y seis más para la caja de ritmos: botones ‘solo’ y ‘mute’, y knobs para panorama, ganancia, y efectos, junto a un deslizador de volumen para cada canal. Hay un botón para el nivel máster y ‘solo’/ ‘mute’, junto con un botón para activar/ desactivar el efecto elegido.
Hay 28 tipos diferentes de efectos, que incluyen los típicos knobs para reverb, delay, y distorsión (también hay filtros y dinámica). El filtro en peine es un extra inesperado, pero se agradece. Editas los efectos con dos knobs en el canal máster, y sus papeles varían en base al efecto que elijas.
Al acabar un tema, compártelo con otras aplicaciones a través de AudioCopy, iTunes, o usa Korg Polystage, un servicio comunitario para compartir archivos basado en SoundCloud.
Soporta el formato WIST y aunque Korg no lo menciona, puedes tocar un iPolysix a través de MIDI virtual a partir de la aplicación para secuenciación Little MIDI Machine ejecutada en el mismo iPad.
Escucha iPolysix en acción
5. Nuestra valoración inicial
Con iPolysix, Korg vuelve a demostrar toda su valía como compañía. Al unir un sencillo producto clásico con un secuenciador multipista y buenos efectos, KAOSS Pads, y automatización, Korg pone en tus manos un miniestudio de música electrónica que satisfará a sintetistas expertos y a los músicos iOS más recientes.
La calidad sonora es muy buena y su panel bastante fácil de comprender. Si te quedas atascado, puedes consultar no sólo el manual incluido de iPolysix, sino además los documentos del Polysix original.