La escucha de diferentes monitores es vital para decidir el modelo ideal para tus necesidades, pero interpretar correctamente sus especificaciones te brindará una útil información de fondo…
La primera especificación que la mayoría de gente busca cuando está considerando la compra de un cierto modelo de monitor es la respuesta en frecuencia. Es un concepto que parece sencillo: Define el ancho de banda de un monitor, o dicho de otro modo, el rango de frecuencias de audio que el monitor es capaz de reproducir. Pero si profundizamos un poco más en la respuesta en frecuencia, encontraremos otros detalles.
A primera vista, los números más importantes en una especificación de respuesta en frecuencia parecerían ser el mínimo y el máximo; pero de hecho, los límites son bastante más significativos. Y es que los límites definen lo silencioso que el monitor será en sus frecuencias mínimas y máximas. Algunos fabricantes de monitores especifican un límite de -3dB, otros de -6dB, algunos de -10dB, e incluso los hay que no definen ningún límite, y eso significa que sus especificaciones de respuesta en frecuencia no tienen sentido.
Límites VS curvas de respuesta en frecuencia
En el caso de los modelos ADAM Audio T Series y AX Series, por ejemplo, los límites de respuesta en frecuencia están definidos en -10dB; es una elección que refleja que una disminución de 10dB en el nivel de volumen, sonará perceptualmente en torno a la mitad de alto.
Sin embargo, hay una alternativa a la especificación de límites de respuesta en frecuencia, y es la disponibilidad de una curva o gráfico donde es posible ver claramente el ancho de banda del monitor. Tomemos como ejemplo el monitor ADAM Audio T7V. Su especificación publicada de respuesta en frecuencia indica una excursión desde 39Hz a 25kHz, y su curva adjunta de respuesta en frecuencia ilustra que el nivel de volumen en los extremos de esas frecuencias ha disminuido aproximadamente en -10dB.
Sin embargo, si quisieras saber a qué valor de baja frecuencia la respuesta de T7V cae a -3dB, tal vez para compararlo con otro monitor, simplemente podrías leerlo en el gráfico. Para evitarte el trabajo con T7V, es -3dB a 50 Hz.
Cómo establecer comparaciones más certeras entre diferentes monitores
Una vez que que sabes la importancia de los límites en una especificación de respuesta en frecuencia, puedes hacer comparaciones más válidas entre diferentes modelos de monitores. Por ejemplo, cuando estés comparando las especificaciones de dos monitores, y así al enfrentar uno que trabaja, digamos, de 50Hz a 20kHz a -3dB, con otro que opera de 40Hz a 22kHz a -10dB, sabrás que el primero, a pesar de su rango aparentemente más estrecho, probablemente tenga una anchura de banda más amplia en -10dB.
Cuando aprecies la importancia de los límites de respuesta, también podrás identificar especificaciones de respuesta en frecuencia que quizá parezcan un poco ambiciosas. Por ejemplo, hay numerosas razones técnicas por las que es difícil ampliar el ancho de banda de baja frecuencia de los monitores compactos; de modo que si ves una especificación de respuesta en baja frecuencia de un monitor compacto que parece inusualmente competitiva, deberías echar mano de sus límites. Y si el fabricante no hace disponible esa información, probablemente puedas ignorar la especificación y crearte tu propio juicio de valor.
Por supuesto, una curva de respuesta en frecuencia como la que acompaña al T7V, puede brindarte más información sobre el monitor que sólo su ancho de banda general –pero ten cuidado, porque también es fácil suponer demasiados detalles sobre un monitor a partir de la forma de la curva. Eso se debe a que, si bien parece evidente que la respuesta en frecuencia de un monitor debería ser plana, la forma de la curva no sólo depende de la posición del micrófono de medición respecto a los transductores del monitor (los altavoces): Influye además la sala de escucha y la posición de los monitores en su interior, y esos detalles no están reflejados en la propia curva de respuesta en frecuencia.
¿Hay monitores con curvas totalmente planas de respuesta en frecuencia?
La respuesta práctica es no, y la razón integral para esta cuestión va mucho más allá del alcance de esta publicación; pero fundamentalmente, la razón queda reducida a la gran complejidad de convertir con precisión una señal electrónica de audio con, potencialmente, un ancho de banda de diez octavas (20Hz a 20kHz) en energía acústica audible. Damos por sentada la disponibilidad de buenos monitores y demás altavoces en estos días, pero su diseño y construcción siempre han presentado importantes desafíos de ingeniería en múltiples facetas. Y un desafío importante es la ciencia de los materiales.
Ese requisito para un ancho de banda de diez octavas significa que los diafragmas de los transductores han de ser lo suficientemente grandes y rígidos para mover volúmenes significativos de aire a bajas frecuencias, pero también deben ser lo suficientemente livianos y rígidos para rastrear con precisión señales musicales complejas que oscilan a veinte mil ciclos por segundo.
Y la realidad práctica es que están disponibles pocos materiales con la combinación adecuada de peso ligero y rigidez que puedan cumplir dicho papel, por lo que los fabricantes tienen que establecer compromisos; y éstos quedan reflejados en curvas de respuesta en frecuencia que casi nunca son perfectamente planas, con independencia de cuánto estés dispuesto a invertir en un par de monitores.