Saltamos hasta 1974, y con su millón de copias vendidas entonces, encontramos a Rock The Boat como el tema que incendió las listas de éxito en la música disco –el primero, de hecho…
La música disco es un género musical de baile con orígenes en Rhythm & Blues (R’n’B), aunque combinaba elementos tomados de géneros previos, como funk y soul. Con algunos toques de origen latino, consiguió volverse tremendamente popular a mediados de los 70 del pasado siglo, con las «discotecas» como lugar natural (un nombre que permaneció en la escena hasta mediados de los años 90, dando paso a la palabra que hoy manejamos, y que ciertamente, es mucho más bella –el club, y su cultura.
Hoy Google destaca la música disco como tendencia de búsqueda en todo el mundo, así que nos ha parecido un momento interesante para destacar algunos hitos y detalles sobre su concepto y estructura. Después de todo, en los últimos diez años, hemos visto como quizá más que nunca, nuevos éxitos conseguían copar las listas tomando elementos de la propuesta original, o incluso siendo cien por cien disco y casi copiados de aquellos tiempos.
Algunos detalles característicos de la música disco
Incluso hasta el mismo comienzo de los años 90, cuando Hip Hop y dance en general marcaban lo más escuchado, la música disco desplegaba éxito, influjo, e influencias; pero su momento de esplendor ocupó unos diez años, estando fijado desde 1973 hasta 1983.
Los temas disco más populares desarrollaban su estructura sobre repetitivos beats a cuatro, desplegando un dibujo de platos a ocho o dieciséis tiempos, con el hit-hat abierto cayendo en los tiempos libres, y una línea de bajo sincopado en predominancia, con voces que habitualmente estaban empapadas en reverberación.
Los tempos solían circular en el rango de los 110 a 136BPM, y mucha de su magia en cuanto a impacto, gancho y retentiva, procedía de las réplicas e influencias de beats que fueron tomados de la música latina, con estilos como samba, rumba, merengue y más como principales fuentes.
Respecto al sonido predominante (o sonido disco como ha llegado a ser conocido en todo el mundo), introducía secciones de cuerda y metales que seguían frases lineales al unísono, aunque una sólida plataforma instrumental de guitarra y piano eléctrico no podían faltar en la combinación, lo cual denota sus raíces funky. En cuanto a las seis cuerdas, los fragmentos solistas no forman parte del género, a pesar de que es posible escuchar algún tema con ciertas licencias.
Todo eso generaba un muro sonoro, dinámico, cautivador, brillante, y con flow: Las secciones orquestales (reales o sintéticas) adoptaban el papel fundamental, incluso solista. Y mientras tanto, un trasfondo armónico empleaba progresiones de acordes bien definidas (menor/ séptima/ menor), aunque el balance estaba inclinado hacia la predominancia de acordes en séptima mayor.
Orígenes, historia, y ejemplos de música disco
El soul de finales de los 60 es el género que fundamenta la eclosión de la música disco, unos cuatro o cinco años más tarde. En ese momento, podemos ver en la figura de Barry White a uno de los eslabones vitales entre el viejo soul y el nacimiento del nuevo género: La razón es que White destacó la importancia del ritmo frente a las melodías y los arreglos orquestales.
Otros autores, no obstante, ven en el tema Only The Strong Survive (Jerry Butler, 1969), el primer momento combinatorio de los elementos que más tarde acabarían definiendo la música disco. Su analítica parece ser bastante clarificadora, pues esa pista mezclaba características de las escenas soul de New York y Filadelfia, a la par que elementos muy desarrollados de la Motown.
Un hecho curioso de este fenómeno de influencias y raíces es que el soul de Filadelfia estaba caracterizado por una suma de percusión hipnótica y cuerdas: Esto es un atributo muy patente en producciones como Soul Makossa (Manu Dibango, 1972), que figura además entre los primeros grandes éxitos de la música disco.
Ese nombre parece ser una deformación social de una llamada que el crítico musical Vince Aletti escribió en un artículo para la histórica revista Rolling Stone (de nombre Discotheque Rock ’72: Paaaaarty!).
Y si el soul prestó algunos elementos, la hoy célebre sala neoyorquina Studio 54 propició los momentos adecuados: De allí surge también el término Boogie Woogie por el tipo de baile, o las versiones extendidas de temas en 12 pulgadas, pues unos incipientes DJs ampliaban la duración de los temas preparando dos platos con el mismo corte, y trabajando en las secciones.
Los primeros éxitos millonarios en las listas
Google identifica el tema Rock The Boat (The Hues Corporation, 1974) como el auténtico número uno en las listas de singles de éxito –llegó a vender entonces un millón de copias, «convirtiéndose así en el pionero de los grandes éxitos de la música disco», podemos leer en palabras del famoso buscador con la entrada relacionada sobre géneros musicales (enlace al final del post).
Pero es imposible obviar la figura de Bee Gees para explicar la explosión del fenómeno: Fueron ellos quienes pusieron rostro a la música disco. Tras haber triunfado con sus baladas en los años 60, y hasta lidiar con The Beatles en las listas, se las apañaron para volver a primera línea con la habilidad de Barry Gibbs… Y es que su habilidad innata para cantar en falsete, junto a la imagen y estética del grupo, convirtieron a Jive Talkin (1975) y You Should Be Dancing en un terremoto a gran escala. Los puedes escuchar en la película Fiebre Del Sábado Noche (original Saturday Night Fever), y sí, el resto es historia.