Justo cuando dos aviones supersónicos rompieron la barrera del sonido, NASA nos maravilla con la primera imagen de las ondas de choque supersónicas obtenida en la historia…
La fotografía es impresionante, algo así como un avance enorme para la técnica, la ciencia, y todos nosotros, apasionados del sonido. Y es que por primera vez, vemos la forma de las ondas de choque generadas por naves supersónicas. Al mismo tiempo, el documento demuestras las grandes posibilidades de una tecnología de imagen propietaria de la agencia espacial americana.
Lo habían intentado desde mucho tiempo atrás, 2009 o incluso antes. Pero finalmente, la tecnología AirBOS empieza a generar resultados con un avanzado sistema para capturar imágenes.
Ondas de choque esquivas, pero cazadas al fin
Habitualmente, las ondas sonoras de un avión en vuelo se extienden en su parte delantera. Pero una aeronave supersónica es capaz de volar más rápido que su frente de ondas, incluso llegando a romperlas: Es así cuando se genera el temido boom sónico para quienes viven en las inmediaciones de una aerobase militar. Ya te imaginas lo complejo de realizar una imagen en dichas condiciones.
Pero NASA argumenta que su tecnología AirBOS obtiene tomas a 1.400 cuadros por segundo, y lo hace a una altura de hasta nueve kilómetros. Dichos métodos, basados en la ‘fotografía de Schlieren‘, mejoran la velocidad y la precisión de los documentos obtenidos frente a otras tecnologías. En cualquier caso, es una proeza, porque el sistema sólo tiene una ventana de tres segundos para su captura.
Las imágenes que vemos en esta noticia, son producto del sistema AirBOS a bordo de un avión Beechcraft Super King Air B-200. Éste realizaba el seguimiento de los dos cazas supersónicos Northrop T-38 Talon, los cuales alcanzaron Mach1 a unos 6km de altura, rompiendo entonces la barrera del sonido. Y es justo ese momento el mostrado por las imágenes de NASA, con la evidencia clara de las ondas de choque.
Un vuelo de muerte para una imagen histórica
Esos pilotos son ases, pero tenían orden de volar en formación a una distancia máxima de sólo tres metros –no es algo fácil para el común de los mortales, ya ves. En esa acción, se pretendía inmortalizar el boom sónico y la propia generación de las ondas de choque entre dos objetos. Si lo piensas, son ondas de choque generadas por separado, que también acaban chocando entre sí.
Desde la Agencia Espacial Americana aseguran que estas imágenes son una primicia: Presentan con claridad, además, la naturaleza de los flujos supersónicos. Todo ello servirá para un estudio más profundo de su comportamiento y las formas de interactuación con objetos y ondas, un detalle que seguro acabará incidiendo en otros avances de ingeniería que, de alguna manera, acabaremos experimentando en el mundo del audio.
Una tercera imagen, también espectacular, en busca del mejor avión supersónico
En el mismo informe nos sorprenden con una imagen adicional: La vemos en blanco y negro, su color original, porque las otras dos fueron remapeadas para destacar mejor las ondas de choque. Esta imagen extra presenta otra vista de un T-38 rompiendo la barrera del sonido, aunque en este caso tomada lateralmente.
El objetivo último del estudio persigue recabar más datos para el desarrollo en 2022 del que será el avión supersónico más rápido y silencioso jamás construido, el X-59 Quiet SuperSonic Technology X-plane o QueSST. Al parecer, NASA pretende convertir lo que sería un violento estallido sónico de dicho avión en un sonido retumbante, una condición necesaria para su calificación de vuelo sobre núcleos de población, e incluso su validación como transporte comercial.
Yendo más allá de la anécdota y el hito técnico, lo cierto es que hoy las ondas de choque ya han pasado a ser un fenómeno más visual para todos nosotros.