El dúo electrónico de Seattle, toma inspiración de su entorno y se sirve de la serendipia para crear su sonido característico –ODESZA está en racha y ha reencontrado su emblema…
No necesitaron mucho tiempo para que juntos y a cuatro manos, Harrison Mills y Clayton Knight lograran pasar de su sótano en Washington (EUA) hasta la coronación de las listas dance norteamericanas y los carteles de los festivales más importantes del Planeta. Para analizar el éxito inmediato de ODESZA hay que fijarse en el atractivo potencial, casi universal, de su sonido personal: utilizan un procedimiento vanguardista y tecnología musical de última hornada para crear una simbiosis de sus influencias musicales de amplio eclecticismo con la escena propia de la costa Noroeste del Pacífico. Como resultado, sus producciones electrónicas desprenden una energía tan poderosa que les lleva a conquistar los oídos de un público a escala mundial.
Los accidentes felices, los encuentros inesperados de sonidos, fragmentos, efectos y arreglos, tienen un papel primordial en el arte de ODESZA: son el ingrediente que genera momentos refrescantes y de gran autenticidad que nadie puede planear con previsión. Y es que frente a una melodía obtenida por error, Mills y Knight prefieren fiarse del juicio de su oído para decidir que si algo conseguido de ese modo es bueno, merece ser conservado. En ese crisol, ideas inesperadas que germinan temas o incluso bases para canciones completas son el recurso hábil de los chicos de Washington.
Pero es el propio ambiente de Seattle el que genera el resto de la inspiración, que luego plasman a través de las herramientas de Native Instruments Maschine y Komplete como centro neurálgico de su bello estudio. Dentro de esas máquinas y su software, el germen toma una forma perfeccionada, remuestreada y totalmente ensamblada que trasciende a las coordenadas del Noroeste de EUA para saltar a las carreteras y llenar los festivales.
«[Maschine] te retrotrae a lo analógico y puedes toquetearlo todo hasta dar con algo único, en lugar de intentar buscar lo que sea…» – ODESZA
A Moment Apart es el tercer trabajo de larga duración del dúo –disponible en reserva previa al lanzamiento mundial que tendrá lugar el 8 de Septiembre (Apple Music). Puedes escuchar un previo del nuevo sonido de ODESZA a través de una playlist de Spotify que incluye otros trabajos y remixes de la pareja (su reproductor, al final del texto), y contemplar el vídeo exclusivo de Native Instruments que está sobre la imagen superior de apertura de este post, y cuya transcripción completa puedes leer más abajo.
Descubriendo la propia personalidad mediante formas accidentales
«Es esencial probar cosas nuevas. Y debido a eso, es esencial equivocarse. Si no pruebas cosas distintas, te estancas y quizá nunca alcances eso a lo que aspiras».
«Creo que el Noroeste de EE UU tiene un ambiente único. No me imagino creando música en ningún otro lugar. Te ayuda a centrarte en tu interior y te da cierta energía interna. Puedes llegar a descubrir, en cierto sentido, una parte tuya que es fácil olvidar. Creo que por eso me gusta ponerme los auriculares y salir de paseo o coger el coche y oír música, como cuando te vas de viaje o algo así».
«No me centro mucho en cada detalle, sino en la sensación general que me suscita el tema musical. A lo mejor no lo notas, pero uno empieza a conectar con el material. Lo que hace que un sonido sea el resultado de un tema, lo define de muchas formas el proceso mismo con el que creas dicho tema«.
«Hemos usado [Native Instruments] Maschine desde que salió. Su funcionalidad y su diseño permiten al productor añadir ideas, quitarlas, manipular sonidos, desmontar una canción, volver a grabar ciertas partes, meterte de lleno en un tema. Te retrotrae a lo analógico y puedes toquetearlo todo hasta dar con algo único, en lugar de intentar buscar lo que sea. Si no aprendes algo en segundos, no se convierte en habitual, y eso es algo importantísimo».
«Puedes empezar con el final de la reverb de un acorde que hayas tocado. Eso se convierte en otro acorde, con el que creas una nueva canción. Se convierte en algo difícil de replicar y que te brinda un sonido único. Solemos plasmar el sintetizador en el tema y construirlo desde ahí. Hace que sea más fácil cometer errores, pero hemos descubierto que realmente éstos te conducen a las ideas más interesantes. Pulso el botón que no es, activo un plugin y a Clay le gusta. A mí también, y de repente el tema musical cambia».
«Los accidentes felices son el ingrediente que genera momentos refrescantes y de gran autenticidad que nadie puede planear con previsión…»
El trabajo mutuo como dúo recobra el auténtico sonido ODESZA
«Este nuevo álbum trata más del crecimiento, el avance y la madurez. No queremos inventar la rueda, sólo queremos explorar nuestro sonido al máximo. Lo hemos redescubierto y hemos vuelto a conectar con él. Tiene toques del pasado, pero también es algo nuevo y progresivo. Es un equilibrio delicado entre saber lo suficiente y no tener miedo a equivocarse, explorando cosas nuevas, creando sensaciones y ruidos raros. Es algo muy válido y lo valoro en muchos artistas, y es algo que nosotros intentamos hacer».
«Creo que lo importante de estar en un dúo es que, si alguno siente ansiedad por algo, no quiere probarlo o cree que no funciona, el otro le dirá: ‘Yo creo que sí y que debemos probar’. Hay que aprender lo máximo de esos errores. No buscamos la perfección. Puede ser algo burdo, pero tiene que ser personal».